J. Adalberto Villasana y Genoveva Ortiz
Miles de católicos oraron por la unidad y la paz de México, a una semana de las votaciones para Presidente de la República, en un momento histórico para el país.
El camino a La Villa se vio lleno de decenas de pancartas con las leyendas: "Vota por la Vida", "Viva Cristo Rey", "Paz, Unidad, Esperanza", las cuales destacaron durante la peregrinación por la Paz, Unidad, la Concordia y la Esperanza en México, convocada por la agrupación Unión de Voluntades.
La mayoría de la gente iba vestida de blanco, y con imágenes de la Virgen de Guadalupe, en un sábado de convivencia familiar para muchos de ellos.
Se llamó a la emisión de un voto a favor de los valores, la familia y la vida, al considerar que son los pilares fundamentales, para el desarrollo de una sociedad en armonía. Entre los asistentes destacó la presencia del ingeniero Guillermo Bustamante Manilla, quien encabeza una de las organizaciones convocantes.
La peregrinación se realiza ya desde hace años con la participación de cientos de laicos de 140 organizaciones católicas, pero este año tuvo un significado mayor este 2012 debido al proceso electoral en el país, explicaron los organizadores.
Al término de la misa, los convocantes realizaron la oración de consagración de México a la Santísima Trinidad y al Inmaculado Corazón de Santa María de Guadalupe.
Llaman a votar con los principios eticos y sociales
La nación reclama la unidad de los mexicanos ante los graves retos y la búsqueda del bien común debe estar por encima de grupos y partidos, declaró el arzobispo primado al llamar a la sociedad a cumplir con su obligación y participar en las próximas elecciones y emitir un voto con los principios éticos y sociales.
Al oficiar la misa que se llevó a cabo al mediodía de ayer en la Basílica de Guadalupe, con motivo de la peregrinación por la "Paz, Unidad, Concordia y Esperanza", Unión de Voluntades, el jerarca católico advirtió que las élites sociales deben dar un paso de generosidad y buscar no el propio interés, sino el interés de todos.
En el templo mariano al que acudieron centenares de feligreses convocados por la organización laica Unión de Voluntades, el purpurado señaló que éste es un momento histórico para nuestra patria y para todos los mexicanos.
Indicó que es evidente que el ejercicio de la autoridad pública cuando se aleja de los designios de Dios, llevan al fracaso de los pueblos, por lo que los católicos están llamados a ser fieles a Cristo también a través de su compromiso político y social.
"Tenemos derecho y la obligación de informar nuestras conciencias y juicios políticos a partir de las enseñanzas de nuestra fe, especialmente en lo referente a la Ley Moral que es el orden establecido por Dios en la creación", indicó Rivera Carrera.
Ante la feligresía congregada en el Santuario del Tepeyac, el arzobispo primado de México recordó las palabras del Papa Juan Pablo II sobre la misión de los fieles laicos en la Iglesia y el mundo al destacar que hoy en día se ha hecho habitual hablar sobre los derechos humanos, como son el derecho a la salud, a la casa, al trabajo, a la familia y a la cultura.
"De todos modos esas preocupaciones resultan falsas e ilusorias si no se defiende con la máxima determinación el derecho a la vida como el derecho primero, condición de todos los otros derechos de la persona", y agregó.
"La protección de la vida inocente no es sólo un tema político, es una responsabilidad política básica que recae sobre todos los ciudadanos", apuntó al sostener que esa responsabilidad no es únicamente para los que trabajan en partidos políticos sino de todos los ciudadanos sin excepción.
Señaló cuatro aspectos fundamentales que deben guiar las reflexiones y el trabajo por México. En primer lugar se refirió a que la gobernabilidad del país reclama el respeto a las leyes y a las instituciones, un no firme ante la impunidad; "necesitamos acuerdos en el Congreso para tener leyes justas que propicien la convivencia y la paz social", indicó.
En segundo término mencionó que la lucha contra la pobreza y la miseria nos deja ver que los pobres no son seres aislados sino familias empobrecidas que están desintegrándose, siendo la fuente de muchos de los males sociales. Nda puede suplir el valor de la familia, apuntó.
En tercer lugar se refirió al desarrollo humano que se logra por la educación, sacando lo mejor de los talentos de cada uno, es el único camino de progreso sostenido de los pueblos.
Y por último habló sobre la transformación ética que es la respuesta al problema de la corrupción, la cual permea muchas leyes, estructuras y personas de la sociedad. Esta transformación es posible formando en la virtud y en una actitud ética.
Rivera Carrera expresó que el bien o el mal que surge del corazón del hombre, se gesta en el interior de la familia, por lo que consideró que se debe empezar por el hogar.
"Seamos ciudadanos o políticos, sea cual sea nuestro estado de vida, todos tenemos la responsabilidad de trabajar por una sociedad que salvaguarde y promueva la dignidad de la vida humana", declaró durante la homilía.
"Debemos reconocer que el edificio de una cultura de la vida comienza en el hogar, en nuestras familias. Comienza con una comprensión clara de la unión conyugal y su ordenamiento al don de los hijos", dijo durante la misa celebrada hoy en el Templo Mariano.
Miles de católicos oraron por la unidad y la paz de México, a una semana de las votaciones para Presidente de la República, en un momento histórico para el país.
El camino a La Villa se vio lleno de decenas de pancartas con las leyendas: "Vota por la Vida", "Viva Cristo Rey", "Paz, Unidad, Esperanza", las cuales destacaron durante la peregrinación por la Paz, Unidad, la Concordia y la Esperanza en México, convocada por la agrupación Unión de Voluntades.
La mayoría de la gente iba vestida de blanco, y con imágenes de la Virgen de Guadalupe, en un sábado de convivencia familiar para muchos de ellos.
Se llamó a la emisión de un voto a favor de los valores, la familia y la vida, al considerar que son los pilares fundamentales, para el desarrollo de una sociedad en armonía. Entre los asistentes destacó la presencia del ingeniero Guillermo Bustamante Manilla, quien encabeza una de las organizaciones convocantes.
La peregrinación se realiza ya desde hace años con la participación de cientos de laicos de 140 organizaciones católicas, pero este año tuvo un significado mayor este 2012 debido al proceso electoral en el país, explicaron los organizadores.
Al término de la misa, los convocantes realizaron la oración de consagración de México a la Santísima Trinidad y al Inmaculado Corazón de Santa María de Guadalupe.
Llaman a votar con los principios eticos y sociales
La nación reclama la unidad de los mexicanos ante los graves retos y la búsqueda del bien común debe estar por encima de grupos y partidos, declaró el arzobispo primado al llamar a la sociedad a cumplir con su obligación y participar en las próximas elecciones y emitir un voto con los principios éticos y sociales.
Al oficiar la misa que se llevó a cabo al mediodía de ayer en la Basílica de Guadalupe, con motivo de la peregrinación por la "Paz, Unidad, Concordia y Esperanza", Unión de Voluntades, el jerarca católico advirtió que las élites sociales deben dar un paso de generosidad y buscar no el propio interés, sino el interés de todos.
En el templo mariano al que acudieron centenares de feligreses convocados por la organización laica Unión de Voluntades, el purpurado señaló que éste es un momento histórico para nuestra patria y para todos los mexicanos.
Indicó que es evidente que el ejercicio de la autoridad pública cuando se aleja de los designios de Dios, llevan al fracaso de los pueblos, por lo que los católicos están llamados a ser fieles a Cristo también a través de su compromiso político y social.
"Tenemos derecho y la obligación de informar nuestras conciencias y juicios políticos a partir de las enseñanzas de nuestra fe, especialmente en lo referente a la Ley Moral que es el orden establecido por Dios en la creación", indicó Rivera Carrera.
Ante la feligresía congregada en el Santuario del Tepeyac, el arzobispo primado de México recordó las palabras del Papa Juan Pablo II sobre la misión de los fieles laicos en la Iglesia y el mundo al destacar que hoy en día se ha hecho habitual hablar sobre los derechos humanos, como son el derecho a la salud, a la casa, al trabajo, a la familia y a la cultura.
"De todos modos esas preocupaciones resultan falsas e ilusorias si no se defiende con la máxima determinación el derecho a la vida como el derecho primero, condición de todos los otros derechos de la persona", y agregó.
"La protección de la vida inocente no es sólo un tema político, es una responsabilidad política básica que recae sobre todos los ciudadanos", apuntó al sostener que esa responsabilidad no es únicamente para los que trabajan en partidos políticos sino de todos los ciudadanos sin excepción.
Señaló cuatro aspectos fundamentales que deben guiar las reflexiones y el trabajo por México. En primer lugar se refirió a que la gobernabilidad del país reclama el respeto a las leyes y a las instituciones, un no firme ante la impunidad; "necesitamos acuerdos en el Congreso para tener leyes justas que propicien la convivencia y la paz social", indicó.
En segundo término mencionó que la lucha contra la pobreza y la miseria nos deja ver que los pobres no son seres aislados sino familias empobrecidas que están desintegrándose, siendo la fuente de muchos de los males sociales. Nda puede suplir el valor de la familia, apuntó.
En tercer lugar se refirió al desarrollo humano que se logra por la educación, sacando lo mejor de los talentos de cada uno, es el único camino de progreso sostenido de los pueblos.
Y por último habló sobre la transformación ética que es la respuesta al problema de la corrupción, la cual permea muchas leyes, estructuras y personas de la sociedad. Esta transformación es posible formando en la virtud y en una actitud ética.
Rivera Carrera expresó que el bien o el mal que surge del corazón del hombre, se gesta en el interior de la familia, por lo que consideró que se debe empezar por el hogar.
"Seamos ciudadanos o políticos, sea cual sea nuestro estado de vida, todos tenemos la responsabilidad de trabajar por una sociedad que salvaguarde y promueva la dignidad de la vida humana", declaró durante la homilía.
"Debemos reconocer que el edificio de una cultura de la vida comienza en el hogar, en nuestras familias. Comienza con una comprensión clara de la unión conyugal y su ordenamiento al don de los hijos", dijo durante la misa celebrada hoy en el Templo Mariano.
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