Por: Francisco Montaño, LA PRENSA
El deseo se le cumplió y Chavela Vargas murió en su México querido, pero no podía irse sin una digna despedida en Garibaldi, sitio que resguarda en su memoria tantas aventuras de "La Chamana" y José Alfredo Jiménez, su mejor compañero de parranda y compositor que le dio la oportunidad de convertirse en cantante profesional, por lo que ayer autoridades capitalinas, amigos y público en general la "velaron" como a ella le hubiera gustado, rodeada de su música, mariachis y mucho, pero mucho tequila.
El cuerpo de la costarricense naturalizada mexicana, llegó a la plaza de la música a las 19:30 horas en medio de porras y acordes musicales, para ser colocado su féretro debajo de una carpa que la resguardaría de la lluvia que por espacio de una hora enmarcó la ceremonia.
Organizadores a nombre de Nina Seratos, secretaria de Cultura del Distrito Federal, recordaron la importante participación de Chavela Vargas en la cultura mexicana y destacaron que siempre estuvo rodeada de los más importantes intelectuales del país como Frida Kahlo, Diego Rivera, Carlos Monsiváis, entre otros y que logró tener entre sus amistades a José Alfredo Jiménez y Joaquín Sabina, y el director español Pedro Almodóvar.
El evento que se extendió hasta la medianoche contó con la participación de grupos de mariachis y de la Secretaría de Seguridad Pública que entonaron temas como "Amor Eterno", "Por Ella" y "No Volveré", entre otras canciones, aunque se esperaba el arribo de artistas como la oaxaqueña Lila Downs, Tania Libertad y Eugenia León.
Organizadores dijeron que con este homenaje se trata de cumplir uno de los deseos prometidos "que fue que se le velara en una plaza pública y qué mejor que en la Plaza Garibaldi", además, extendió "a la manera que ella quería, a la bohemia".
Las canciones y los tragos no se dejaron opacar por la lluvia que no cesó hasta después de las 20:30 horas, mientras que al fondo, junto al ataúd de la cantante se entonaban los acordes de temas como "Si nos Dejan", mientras que por encima de la carpa se leía un letrero: "Adiós a la dama del tequila, Chavela Vargas".
Dentro de las personalidades que destacaron fue José Alfredo Jiménez jr. Quien acudió en representación de la Sociedad de Autores y Compositores de México y el senador Carlos Navarrete, quien manifestó su pesar y declaró "vengo a despedir a Chavela, que es una mujer que se merece el reconocimiento. Deja un estilo propio de cantar las canciones mexicanas, su gran legado es que las canciones no se escuchaban, sino que se sentían", expresó.
Horas más tarde, los restos mortales de Chavela Vargas regresaron a la agencia funeraria de Félix Cuevas donde permanecería para partir hoy al mediodía a otro homenaje más solemne en el Palacio de las Bellas Artes en punto de las 13:00 horas, aunque no se informó si sería antes o después cuando su cuerpo sería cremado.
Ayer, su amiga y biógrafa, María Cortina, expresó que durante sus últimos momentos, la intérprete se encontraba en paz, "aguardando a la muerte". "Ella pedía morir en México, hace poco que estuvo en Madrid para el homenaje a Federico García Lorca, comenzó a sentirse mal y sólo mencionó que deseaba que la señora muerte esperara su llegada a este país".
Durante la ceremonia el féretro se encontraba bajo una lona para evitar que se mojara ante una posible lluvia y se encontraba cubierto con un jorongo y acompañado de arreglos florales, "Chavela era del pueblo y no hay mejor lugar que Garibaldi para despedirse de su gente, ella se debía al pueblo y deseaba despedirse de esta manera", dijo Cortina en declaraciones a la prensa.
Por último, señaló que la cantante dejó claro que quería quedarse en su tierra "las cenizas serán llevadas a su Tepoztlán querido para ser esparcidas en el cerro, donde me había dicho deseaba descansar" y añadió que hasta el momento no ha tenido acercamiento alguno con familiares de Costa Rica, por lo que se cumplirá la última voluntad de Chavela, añadió.
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