Armando Maceda
En medio de un intenso de debate de más de tres horas, de reproches ya agravios entre diputados de izquierda y PAN acusado de doblegarse ante el PRI, el Pleno de la Cámara de Diputados aprobó la Reforma Laboral en lo general y particular, pero con modificaciones de dos de los ocho artículos del Senado y dos eliminados en materia de democracia sindical y rendición de cuentas.
Con la aprobación a modo y una democracia limitada, el PRI y sus gremios salieron airosos, al contar con el respaldo del PVEM, Nueva Alianza el apoyo final del PAN, que accedió cambiar la redacción del 371 para reinsertar la modalidad de voto indirecto lo peleó la fracción priista.
Aunque no ocurrió lo mismo con el 388 bis, pero todas maneras sus votos alcanzaron el PRI, Verde y Nueva Alianza fueron suficientes para eliminarlo. El Senado lo agregó para que los contratos colectivos de trabajo sea sujeto a consulta de la base trabajadora y ya no de las cúpulas sindicales que los negocian con las empresas. El PAN desea que el Presidente Felipe Calderón la promulgue.
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