Por: Noel F. Alvarado, Foto: Jaime Llera, LA PRENSA
OTUMBA, Méx., 25 de noviembre.- "Hay que lincharlos, no podemos permitir que estos ladrones sigan robando nuestros animales. La policía no hace nada y cuando tiene que proceder contra los ladrones -como éstos-, los dejan libres. No es posible, vamos a darles, vamos a darles. Aquí, no permitiremos que haya delincuentes y que nos sigan robando", fueron parte de las expresiones que se escucharon durante cuatro horas en la plaza y junto al kiosco del pueblo de Cuautlalzingo, tras el proceso de intento de linchamiento de cuatro sujetos que robaron un burro.
La semana pasada Abundio Pérez Antonio y Elías Pérez Pérez, robaron un burro de un huerto del poblado de Cuautlalzingo. Fueron detenidos y presentados ante el MP y días después puestos en libertad. Hoy volvieron a robar otro burro junto con Germán Franco Escamilla y Juan Olvera Villanueva.
Los habitantes ya no esperaron a que los volvieran a dejar en libertad, por lo que decidieron hacerse justicia por su propia mano. Debido a ello, los habitantes de esta comunidad se reunieron en la Huerta El Radar -donde este día robaron el segundo burro-, molestos por la falta de la aplicación de la justicia en el Centro de Justicia de la PGJEM, decidieron someter, golpear e intentar linchar a esos cuatro presuntos roba-burros.
Fueron momentos violentos y tensos, en los que los pobladores estaban decididos a tomar la justicia por su propia mano. Para ello, golpearon a puñetazos y patadas a los cuatro sujetos. Otros desde lejos, les arrojaban piedras, botellas y todo tipo de objetos contundentes. Estaban muy enojados porque los encargados de impartir justicia en este municipio, no la aplican como debe ser.
Los cuatro sujetos fueron llevados caminando a la plaza del centro del pueblo, donde la gente completamente enardecida buscaba linchar a esos cuatro individuos, por ser descubiertos cuando robaban un burro.
El tiempo pasaba y la gente seguía fúrica, buscaba justicia, buscaba hacerse justicia por su propia mano. Ahí, en la plaza del pueblo, se encontraban más de 300 hombres y mujeres. Unos gritaban palabras altisonantes y agresivas contra los cuatro sujetos; otros golpeaban a éstos y otros más incitaban a matar al cuarteto de individuos para así, demostrar a la autoridad que -si ellos no actúan e imparten justicia como debe ser-, la comunidad se hará justicia.
Ahí, en ese poblado, se vivieron momentos tensos. La situación se vio más tensa, cuando policías municipales, estatales y ministeriales, empezaron a llegar, pues, al principio, no permitían que se acercaran. El diálogo inició entre mandos policiacos y los pobladores. Ahí, en ese lugar, se encontraban los dueños de los burros que iban a ser robados y éstos sólo exigían justicia y castigo para estos cuatro sujetos, quienes fueron descubiertos robando los burros.
El resto de los pobladores, estaban decididos a linchar a estos cuatro individuos; sin embargo, conforme pasaban los minutos y las horas, los ánimos se fueron calmando. Después de cuatro horas, los habitantes empezaron a ceder y por fin... decidieron liberar y entregar a los cuatro roba-burros a la policía, bajo la condición de que sean encarcelados, pues, denunciaron que dos de ellos, ya los habían detenido y presentado ante el MP y por causas que desconocen, el ministerio público, los dejó libres.
OTUMBA, Méx., 25 de noviembre.- "Hay que lincharlos, no podemos permitir que estos ladrones sigan robando nuestros animales. La policía no hace nada y cuando tiene que proceder contra los ladrones -como éstos-, los dejan libres. No es posible, vamos a darles, vamos a darles. Aquí, no permitiremos que haya delincuentes y que nos sigan robando", fueron parte de las expresiones que se escucharon durante cuatro horas en la plaza y junto al kiosco del pueblo de Cuautlalzingo, tras el proceso de intento de linchamiento de cuatro sujetos que robaron un burro.
La semana pasada Abundio Pérez Antonio y Elías Pérez Pérez, robaron un burro de un huerto del poblado de Cuautlalzingo. Fueron detenidos y presentados ante el MP y días después puestos en libertad. Hoy volvieron a robar otro burro junto con Germán Franco Escamilla y Juan Olvera Villanueva.
Los habitantes ya no esperaron a que los volvieran a dejar en libertad, por lo que decidieron hacerse justicia por su propia mano. Debido a ello, los habitantes de esta comunidad se reunieron en la Huerta El Radar -donde este día robaron el segundo burro-, molestos por la falta de la aplicación de la justicia en el Centro de Justicia de la PGJEM, decidieron someter, golpear e intentar linchar a esos cuatro presuntos roba-burros.
Fueron momentos violentos y tensos, en los que los pobladores estaban decididos a tomar la justicia por su propia mano. Para ello, golpearon a puñetazos y patadas a los cuatro sujetos. Otros desde lejos, les arrojaban piedras, botellas y todo tipo de objetos contundentes. Estaban muy enojados porque los encargados de impartir justicia en este municipio, no la aplican como debe ser.
Los cuatro sujetos fueron llevados caminando a la plaza del centro del pueblo, donde la gente completamente enardecida buscaba linchar a esos cuatro individuos, por ser descubiertos cuando robaban un burro.
El tiempo pasaba y la gente seguía fúrica, buscaba justicia, buscaba hacerse justicia por su propia mano. Ahí, en la plaza del pueblo, se encontraban más de 300 hombres y mujeres. Unos gritaban palabras altisonantes y agresivas contra los cuatro sujetos; otros golpeaban a éstos y otros más incitaban a matar al cuarteto de individuos para así, demostrar a la autoridad que -si ellos no actúan e imparten justicia como debe ser-, la comunidad se hará justicia.
Ahí, en ese poblado, se vivieron momentos tensos. La situación se vio más tensa, cuando policías municipales, estatales y ministeriales, empezaron a llegar, pues, al principio, no permitían que se acercaran. El diálogo inició entre mandos policiacos y los pobladores. Ahí, en ese lugar, se encontraban los dueños de los burros que iban a ser robados y éstos sólo exigían justicia y castigo para estos cuatro sujetos, quienes fueron descubiertos robando los burros.
El resto de los pobladores, estaban decididos a linchar a estos cuatro individuos; sin embargo, conforme pasaban los minutos y las horas, los ánimos se fueron calmando. Después de cuatro horas, los habitantes empezaron a ceder y por fin... decidieron liberar y entregar a los cuatro roba-burros a la policía, bajo la condición de que sean encarcelados, pues, denunciaron que dos de ellos, ya los habían detenido y presentado ante el MP y por causas que desconocen, el ministerio público, los dejó libres.
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