Armando Maceda
A rango de delito grave la adulteración de bebidas alcohólicas y pena de seis meses a tres años de prisión y multa de 50 a 250 días, a las organizaciones y todo aquel que adultere y falsifique bebidas alcohólicas.
Las sanciones fueron ratificadas este jueves por el pleno de la Cámara de Diputados con reformas a la Ley General de Salud y al Código Federal de Procedimientos Penales, y el dictamen fue enviado al Ejecutivo federal para su promulgación.
El presidente de la Comisión de Salud, diputado Isaías Cortés Berumen expresó al fundamentar, que de acuerdo con la Industria de Vinos y Licores, la mitad de alcohol que se consume en el país es adulterado, y las sustancias con las que se falsifican las bebidas ponen en riesgo las funciones e incluso la vida de los consumidores.
Por ello, el panista dijo, es importante disponer de canales formales de creación y distribución de productos de consumo, a fin de garantizar la salud pública, evitar procesos de intoxicación severa en la población, con mayor preponderancia en los jóvenes, quienes son los más expuestos actualmente a los peligros de ingerir bebidas alcohólicas adulteradas, con sustancias altamente nocivas, como el metanol.
Se establece que cuando se trate de bebidas alcohólicas alteradas, se dictará una pena de tres a siete años de prisión y de 250 a 500 días de multa.
Destaca que en caso de bebidas alcohólicas contaminadas se aplicarán pena de cinco a nueve años de prisión y multa de quinientos a mil días.
A quien adultere, falsifique, contamine, altere o permita la adulteración, falsificación, contaminación o alteración de alimentos, bebidas no alcohólicas o cualquier otra sustancia o producto de uso o consumo humano, con peligro para la salud, se le aplicará de uno a nueve años de prisión y multa equivalente de cien a mil días de salario mínimo general vigente.
La presidenta de la Comisión de Justicia, diputada Claudia Delgadillo González (PRI) subrayó que el metanol produce alteración en la función del organismo, por lo cual se hace evidente y latente que los mercados informales donde se venden estas bebidas pasan de representar un problema económico a constituir un grave riesgo de salud y de seguridad para la sociedad.
En los últimos años, detalló, los mercados se han incrementado de manera desproporcionada, motivados por el alto valor de las bebidas alcohólicas y la falta de empleo, por ello, afirmó, es urgente tipificar como delito grave la actividad criminal.
Leobardo Alcalá Padilla destacó que hoy cerca del 65 por ciento de toda la población mexicana consume alcohol. "El grave problema es que antes su consumo iniciaba a los 17 y 18 años, pero hoy empieza desde los 14; en la actualidad, las jóvenes y mujeres ya rebasaron el ingreso per cápita de bebidas embriagantes".
Juan Bueno Torio del PAN abundó que protegerá a los jóvenes que consumen bebidas alcohólicas, ya que más de 20 millones de personas en México son altos consumidores.
Antonio Cuéllar Steffan (PVEM) refirió que de 18 millones de cajas de bebidas alcohólicas que se consumen anualmente, 45 por ciento, están adulteradas o no cumplen con las normas sanitarias; 40 por ciento de estas bebidas que se comercialización son ilegales y representan para esta industria 15 mil millones de pesos por concepto de perdidas.
José Luis Valle Magaña (Movimiento Ciudadano) agregó que desde hace dos décadas el mercado de bebidas adulteradas en México ha mantenido un constante crecimiento, y se estima, que el 30 por ciento de estas bebidas que se consumen cotidianamente no cumplen con las normas sanitarias.
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