Alvaro Velázquez
JILOTEPEC, Méx., 26 de diciembre.- Celoso sujeto asesinó brutalmente a golpes a su esposa, luego de que protagonizó acalorada discusión con ella porque pensaba que lo engañaba con otro hombre.
Consumado el cobarde asesinato, el autoviudo, Arturo Alvarez Téllez, de 42 años de edad, envolvió en una cobija el cadáver de su mujer y posteriormente lo abandonó en un paraje, ubicado en los denominados Ejidos de San Felipe Coamango, en este municipio y luego de ello, para evadir la acción de la justicia se trasladó a las instalaciones del centro de justicia local para denunciar ante el agente del ministerio público "su misteriosa desaparición".
Sin embargo, posteriormente cuando el cadáver fue encontrado y tras de que elementos de la Policía Ministerial iniciaron con las primeras investigaciones, determinaron que al parecer dicho sujeto tenía que ver algo en el crimen, por lo que lo detuvieron y trasladaron a las instalaciones del centro de justicia.
Después, cuando policías ministeriales sometieron a un riguroso interrogatorio al sospechoso, éste cayó en constantes contradicciones y se mostró sumamente nervioso, hasta que finalmente al verse traicionado por los mismos nervios terminó por confesar que él había matado de salvaje golpiza a su esposa, Amada Vázquez Vázquez, de 30 años de edad, y dijo que lo hizo porque sospechaba que lo engañaba con otro hombre.
Al hablar de los hechos, el autoviudo dijo que todo se originó la noche del pasado 25 de noviembre, en el interior de su domicilio, después discutió acaloradamente con su mujer porque tenía el presentimiento de que lo estaba "sanchando".
"Varios fueron los vecinos que me dieron a entender que mi mujer me estaba poniendo el cuerno con otro hombre, pero como durante la discusión ni lo negó ni lo afirmó, preso de lo celos y la rabia comencé a golpearla brutalmente hasta que la maté", dijo a la policía el autoviudo.
"Cuando me di cuenta que se me había pasado la mano y que a consecuencia de la brutal golpiza que le propiné mi mujer había muerto -dijo el autoviudo-, consciente de que iba a enfrentar problemas con la justicia, envolví el cadáver en una cobija y lo fui a tirar a un paraje y luego denuncié ante el agente del ministerio público su supuesta desaparición", pero toda la farsa quedó al descubierto, después de que las autoridades policiacas encontraron el cuerpo.
Confeso de los hechos, el autoviudo quedó a disposición del ministerio público y casi enseguida fue consignado ante un juez de control y juicios orales, a fin de que sea esta instancia la que en las próximas horas determine su situación jurídica.
JILOTEPEC, Méx., 26 de diciembre.- Celoso sujeto asesinó brutalmente a golpes a su esposa, luego de que protagonizó acalorada discusión con ella porque pensaba que lo engañaba con otro hombre.
Consumado el cobarde asesinato, el autoviudo, Arturo Alvarez Téllez, de 42 años de edad, envolvió en una cobija el cadáver de su mujer y posteriormente lo abandonó en un paraje, ubicado en los denominados Ejidos de San Felipe Coamango, en este municipio y luego de ello, para evadir la acción de la justicia se trasladó a las instalaciones del centro de justicia local para denunciar ante el agente del ministerio público "su misteriosa desaparición".
Sin embargo, posteriormente cuando el cadáver fue encontrado y tras de que elementos de la Policía Ministerial iniciaron con las primeras investigaciones, determinaron que al parecer dicho sujeto tenía que ver algo en el crimen, por lo que lo detuvieron y trasladaron a las instalaciones del centro de justicia.
Después, cuando policías ministeriales sometieron a un riguroso interrogatorio al sospechoso, éste cayó en constantes contradicciones y se mostró sumamente nervioso, hasta que finalmente al verse traicionado por los mismos nervios terminó por confesar que él había matado de salvaje golpiza a su esposa, Amada Vázquez Vázquez, de 30 años de edad, y dijo que lo hizo porque sospechaba que lo engañaba con otro hombre.
Al hablar de los hechos, el autoviudo dijo que todo se originó la noche del pasado 25 de noviembre, en el interior de su domicilio, después discutió acaloradamente con su mujer porque tenía el presentimiento de que lo estaba "sanchando".
"Varios fueron los vecinos que me dieron a entender que mi mujer me estaba poniendo el cuerno con otro hombre, pero como durante la discusión ni lo negó ni lo afirmó, preso de lo celos y la rabia comencé a golpearla brutalmente hasta que la maté", dijo a la policía el autoviudo.
"Cuando me di cuenta que se me había pasado la mano y que a consecuencia de la brutal golpiza que le propiné mi mujer había muerto -dijo el autoviudo-, consciente de que iba a enfrentar problemas con la justicia, envolví el cadáver en una cobija y lo fui a tirar a un paraje y luego denuncié ante el agente del ministerio público su supuesta desaparición", pero toda la farsa quedó al descubierto, después de que las autoridades policiacas encontraron el cuerpo.
Confeso de los hechos, el autoviudo quedó a disposición del ministerio público y casi enseguida fue consignado ante un juez de control y juicios orales, a fin de que sea esta instancia la que en las próximas horas determine su situación jurídica.
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