A propósito de que éste sábado 19 de enero se cumplen 12 años de la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa, del penal Puente Grande, Jalisco, es necesario que el gobierno federal dé a conocer su estrategia, con acciones precisas, para combatir al crimen organizado, urgió el Grupo Parlamentario del PRD.
Su vocero el diputado Carlos Reyes Gámiz, aseguró que de continuar el gobierno de Enrique Peña Nieto la misma estrategia de seguridad y contra el crimen organizado que puso en práctica Felipe Calderón, el número de muertos y desapariciones forzadas seguirán a la alza.
Asimismo, se corre el peligro de que vivamos una "paz negociada", a fin de crear un ambiente ficticio que genere la idea de que su gobierno obtenga logros en la materia, pero que al final lo pueden constatar muchos a los mexicanos, dijo.
Dijo que por el momento, y aunque Enrique Peña Nieto ha pedido tiempo para recuperar la paz y la tranquilidad en el país en el primer mes de gobierno peñista el número de muertos fue superior al último del gobierno de Calderón, según recuentos de medios de comunicación y organizaciones sociales, puntualizó.
Hasta el momento no se sabe cómo se va a combatir a la delincuencia organizada; no ha habido información alguna que nos permita saber si las líneas serán distintas a las que siguió Calderón, y que significaron corrupción e impunidad.
El gobierno de Calderón se ufanaba de la captura o eliminación de las "cabezas" de los cárteles del narcotráfico, pero esto no disminuyó los niveles de violencia ni el poder corruptor de los mismos.
"Por eso es necesario debilitar la maquinaria del crimen organizado aceitada por diversos factores, como el lavado de dinero, la impunidad y la corrupción de amplios sectores de la sociedad y de las fuerzas armadas, a las que se debilitó y puso en condición precaria al sacarlas de los cuarteles para combatir al crimen organizado", precisó.
Comentó que el anuncio de la creación de una Gendarmería Nacional, que se dio a conocer en la sesión del Consejo Nacional de Seguridad, no representa una solución, "es un cambio de razón social, y nada más", aseguró.
Mientras no se lleve a cabo una limpieza de las instituciones del Estado y no se cambie la política de la guerra que presumió Calderón, el país volverá a perder frente a los cárteles del narcotráfico, a los secuestradores, y hasta a quienes cobran derechos para circular por carreteras o para poder vender sus productos, añadió.
"Entendemos que el problema no es menor, que es un gran desafío, pero no se puede cometer el error de aislarse y definir una política unilateral como lo hizo Calderón, no escuchar a verdaderos especialistas, no atender a quienes podría aportar", puntualizó.
Cuestionó severamente que la ciudadanía y el Poder Legislativo se enteren de la situación de los cárteles de la droga en México por informes de autoridades estadunidenses.
"Es indispensable que Enrique Peña Nieto y su gobierno den a conocer, en aras de la transparencia, el diagnóstico sobre el crimen organizado, con el objetivo de definir una política de Estado para su combate, con estricto respeto a los derechos humanos, y que dé seguridad a todos los habitantes de México".
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