Por: Noel F. Alvarado.
La procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF), confirmó un sexto asesinato ocurrido en el Cerro de la Estrella en Iztapalapa que también fue atado por perros. Se trata de Mario Rafael Hernández Rojas, quien fue hallado en septiembre del 2012.
En tanto, las autoridades ministeriales, periciales y agentes de la Policía Investigadora, llevan a cabo exhaustivas investigaciones, a fin de obtener información que los lleve al esclarecimiento de esta serie de crímenes que puedieron haber sido ultimados por perros adiestrados para atacar y matar y que también son utilizados para peleas de perros clandestinas.
Al continuar la búsqueda en el Sistema de Averiguaciones Previas (SAP), la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal inició una indagatoria en septiembre pasado por el homicidio de una persona presumiblemente al caer de una pirámide de la zona ecológica del Cerro de la Estrella y cuyo cuerpo fue parcialmente mordido por cánidos.
La Subprocuraduría de Averiguaciones Previas Desconcentradas informó que el cuerpo, identificado como Mario Rafael Hernández Rojas, fue encontrado por un paseante la mañana del 6 de septiembre del 2012.
El Ministerio Público acudió al levantamiento del cadáver y tomó conocimiento que el cuerpo estaba en decúbito dorsal, sobre piedras y arena. El brazo derecho presentaba lesiones producidas por mordedura desde el hombro hasta la muñeca, con exposición de hueso.
El resultado de la necropsia concluyó que la víctima falleció por las alteraciones viscerales y tisulares por el traumatismo craneoencefálico y traumatismo profundo de tórax.
Asimismo, el dictamen pericial en materia de Mecánica de Hechos estableció que la víctima se encontraba presumiblemente en la parte alta de la pirámide y cayó, causándole los traumatismos a nivel de cráneo y tórax.
Las lesiones como excoriaciones y equimosis en múltiples regiones del cuerpo fueron producidas por el contacto contra las rocas; las heridas expuestas atrajeron la diversa fauna del lugar, quienes le desgarraron la ropa y lo devoraron parcialmente.
El examen toxicológico para la identificación de metabolitos y sustancias volátiles en sangre concluyó la presencia de tolueno.
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