Por: Noel F. Alvarado
El gobierno del Distrito Federal (GDF) puso al descubierto mantos acuíferos en la Delegación Iztapalapa que surtirán de agua a la ciudad de México, hasta por 100 años.
El Sistema de Aguas de la Ciudad de México informó que con base en la información geológica disponible, se tomó la decisión de iniciar un estudio consistente en trabajos de perforación directa para analizar el potencial de extracción de agua de los acuíferos profundos del Valle de México.
Desde un principio se consultó y se tuvo el acompañamiento de los técnicos de la gerencia de Geohidrología de la Comisión Nacional del Agua, de investigadores del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México, así como de ingenieros consultores especialistas en la geología del Valle de México.
Conforme a sus recomendaciones se tomó la decisión de realizar una perforación a 2,000 metros de profundidad en la Delegación Iztapalapa, en las inmediaciones de la Central de Abasto, donde se esperaban encontrar mejores resultados.
Sin embargo, debido al tamaño de los equipos de perforación requeridos y a las malas condiciones del suelo de la zona, se requirieron importantes trabajos de cimentación para dar confiabilidad a la plataforma de trabajo, junto con reforzamientos -casquillos- especiales en los primeros 500 metros de la perforación, a fin de asegurar el éxito de la encomienda.
Como parte de los resultados favorables se pudo comprobar la existencia de una capa, a los 900 metros de profundidad, de arcilla y arena compactada de cerca de 200 metros de espesor, que permiten aislar las aguas profundas de las aguas del acuífero superficial actualmente en sobreexplotación, con lo cual, la extracción de las aguas profundas no tendría ningún efecto negativo para la ciudad ni en el tema de sobreexplotación del acuífero, ni de generación de hundimientos.
No obstante esta preliminar afirmación deberá confirmarse con base en nuevos estudios que se elaboren a mayor profundidad.
Si bien los resultados del aforo del pozo superan las expectativas iniciales, ya que, incluso, sin haber alcanzado el estrato de rocas calizas, se extrajeron 67 litros por segundo, quedan muchas definiciones pendientes, como es el determinar la zona de recarga de esta nueva fuente, su total independencia con el acuífero somero y el caudal de extracción de manera sustentable.
Aunque los resultados son positivos y alentadores, la determinación de su real potencial será motivo de una serie de estudios técnicos que actualmente se encuentran en determinación conjuntamente con la Comisión Nacional del Agua, los cuales se harán del conocimiento público en estos días.
Si bien se esperaría la extracción de algún volumen de agua del acuífero profundo que complemente el abastecimiento, tomando en cuenta la magnitud de la demanda de agua de la población asentada en el Valle de México, no se considera que pueda cancelar la necesidad de traer agua de fuentes externas ni de cancelar las que actualmente se están utilizando.
El Sistema de Aguas de la Ciudad de México informó que con base en la información geológica disponible, se tomó la decisión de iniciar un estudio consistente en trabajos de perforación directa para analizar el potencial de extracción de agua de los acuíferos profundos del Valle de México.
Desde un principio se consultó y se tuvo el acompañamiento de los técnicos de la gerencia de Geohidrología de la Comisión Nacional del Agua, de investigadores del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México, así como de ingenieros consultores especialistas en la geología del Valle de México.
Conforme a sus recomendaciones se tomó la decisión de realizar una perforación a 2,000 metros de profundidad en la Delegación Iztapalapa, en las inmediaciones de la Central de Abasto, donde se esperaban encontrar mejores resultados.
Sin embargo, debido al tamaño de los equipos de perforación requeridos y a las malas condiciones del suelo de la zona, se requirieron importantes trabajos de cimentación para dar confiabilidad a la plataforma de trabajo, junto con reforzamientos -casquillos- especiales en los primeros 500 metros de la perforación, a fin de asegurar el éxito de la encomienda.
Como parte de los resultados favorables se pudo comprobar la existencia de una capa, a los 900 metros de profundidad, de arcilla y arena compactada de cerca de 200 metros de espesor, que permiten aislar las aguas profundas de las aguas del acuífero superficial actualmente en sobreexplotación, con lo cual, la extracción de las aguas profundas no tendría ningún efecto negativo para la ciudad ni en el tema de sobreexplotación del acuífero, ni de generación de hundimientos.
Si bien los resultados del aforo del pozo superan las expectativas iniciales, ya que, incluso, sin haber alcanzado el estrato de rocas calizas, se extrajeron 67 litros por segundo, quedan muchas definiciones pendientes, como es el determinar la zona de recarga de esta nueva fuente, su total independencia con el acuífero somero y el caudal de extracción de manera sustentable.
Aunque los resultados son positivos y alentadores, la determinación de su real potencial será motivo de una serie de estudios técnicos que actualmente se encuentran en determinación conjuntamente con la Comisión Nacional del Agua, los cuales se harán del conocimiento público en estos días.
Si bien se esperaría la extracción de algún volumen de agua del acuífero profundo que complemente el abastecimiento, tomando en cuenta la magnitud de la demanda de agua de la población asentada en el Valle de México, no se considera que pueda cancelar la necesidad de traer agua de fuentes externas ni de cancelar las que actualmente se están utilizando.
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