Conmemorar sucesos como los acaecidos durante la Decena Trágica debe servir para que nunca más el destino del país dependa de un solo patriarca o la indigencia impida el ejercicio de la libertad, afirmó al fijar su posición el presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo Vieyra (PRI).
Señaló que la disolución del Congreso y los asesinatos de esos políticos interrumpieron un proceso de paz que los mexicanos de entonces pensaron se había logrado tras la elección democrática de Francisco I. Madero como presidente de la República.
Indicó que la "guerra fratricida" que reinició con la Decena Trágica cesó con el "estadismo de un sonorense que generó muchas de las instituciones de las que hoy podemos dar cuenta, Plutarco Elías Calles".
Arroyo Vieyra aseveró que hoy la normalidad democrática ha hecho que un partido regrese al poder (el PRI), pero que éste entienda que tiene que ver hacia adelante para no repetir los errores del pasado y construir un régimen que haga dignos y libres a todos.
"Hoy la renta que el Estado mexicano pueda construir a partir de un comercio más digno y de una productividad más democrática, no puede ir a abonar la abundante panza de los odiados monopolios", agregó.
Manifestó que este gobierno deberá construir mejores instituciones y asegurar que aquél que violente las instituciones y la normalidad legal "se encuentre con la afrenta de la cárcel o de la expulsión de una sociedad que, en su mayoría quiere vivir en el marco de la ley".
"En la concepción de un nuevo país, existe la necesidad de medir el éxito o fracaso del gobierno por el número de pobres que logre abatir y por un régimen de libertades que abarque debido proceso, transparencia, normalidad democrática y un Congreso noble", subrayó.
Mientras tanto, los diputados deben trabajar para crear consensos, porque "la hechura de la ley no tiene signo partidario", concluyó.
Diputados de las siete fracciones parlamentarias recordaron igualmente los ideales que enarboló el presidente Francisco I. Madero y desde sus diferentes posturas políticas afirmaron que se mantienen vigentes a 100 años de su asesinato.
Al evento asistieron familiares del mandatario asesinado, entre ellos Gustavo Madero, líder nacional del PAN, además del presidente del Senado de la República, Ernesto Cordero Arroyo (PAN).
La diputada del PRI Miriam Cárdenas Cantú afirmó que la herencia libertaria y vocación republicana de Madero quedaron manifestadas en la alternancia política pacífica que se vive en el país y señaló que el pueblo es libre y soberano sobre las bases de las instituciones de la República que legó la revolución.
También señaló que se están construyendo los acuerdos y reformas necesarias para iniciar una nueva etapa de cambio con rumbo, en referencia implícita al Pacto por México, que suscribieron en diciembre pasado los principales partidos políticos y el gobierno federal.
Luis Alberto Villarreal García, del PAN, comparó los ideales de Madero con los de su partido y afirmó que le han apostado siempre a la fuerza de la democracia, el imperio de la ley y la división de poderes con un federalismo participativo que distribuya el poder en cada estado y municipio.
También dijo que el PAN impulsa la construcción de un México "más justo, con política sociales libres de tintes partidistas".
Por el PRD, Tomás Brito Lara, resaltó la necesidad de recordar el sacrificio de estos "valerosos hombres que se entregaron al ejercicio del gobierno con el noble propósito de construir un México diferente, al ofrendar la vida por los ideales de una República libre, justa, democrática y constitucional".
Indicó que la situación nacional es similar a la que predominaba hace 100 años, pues se mantiene la concentración excesiva del poder político en un solo partido, ya no de un solo hombre, así como la concentración de la riqueza en un grupo selecto, mientras que el ejercicio de la democracia no es pleno aún.
Afirmó que el actual Presidente de la República "tiene la oportunidad histórica de transformar y devolverle al pueblo de México lo mucho que se le ha quitado con más de 80 años de priismo y panismo, y 30 años de neoliberalismo".
Gabriela Medrano Galindo (PVEM) hizo un llamado a los legisladores para reflexionar sobre los principios éticos con los que se debe gobernar, como lo hizo el presidente Francisco I. Madero, y así contar con una sociedad más justa, sin "egoísmo, ni mezquinos intereses".
También dijo que debido a la trayectoria y aportaciones que hicieron en esa época José Vasconcelos y el general Felipe Ángeles, sus nombres deben estar inscritos en el muro de honor de la Cámara de Diputados.
Alfonso Durazo Montaño (Movimiento Ciudadano) dijo que se debe revitalizar la vida parlamentaria mediante un escrutinio amplio del quehacer gubernamental y el debate político.
Los actos de los próceres homenajeados tocan "muy de cerca al Congreso de la Unión", ya que algunos se destacaron desde la tribuna por su palabra valiente y oportuna para denunciar los atropellos de la dictadura porfirista, agregó.
Afirmó que la consolidación del cambio requiere cancelar la ética de la complicidad para transitar hacia una clase política no sólo más democrática, sino también más decente, y dijo que prefería equivocarse "con las propuestas de Andrés Manuel (López Obrador) que acertar con las de (el presidente Enrique]) Peña Nieto".
Lucila Garfias Gutiérrez dijo que en Nueva Alianza están convencidos de que la democracia es el uso responsable y pleno de las libertades y aseguró que los ideales de Madero siguen vigentes, como el respeto al pensamiento político, la libertad de expresión y la efectiva división de poderes.
La sesión solemne inició con el himno nacional y posteriormente los siete grupos parlamentarios fijaron su posición por hasta 10 minutos, así como el presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo Vieyra.
Tras concluir la sesión, se colocó y develó una placa conmemorativa en el edificio "A" de la Cámara de Diputados.
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