TLAXCALA, Tlax., 17 de marzo (OEM-Informex).- Durante la homilía que ofreció ayer el obispo de Tlaxcala, Franciso Moreno Barrón, en las exequias para despedir a 13 de las 17 personas que perdieron la vida por la explosión de cohetones en Jesús Tepactepec, en Nativitas, llamó al pueblo tlaxcalteca para "evitar los excesos y las competencias con otras comunidades o pueblos, respecto a las cantidades consumidas de explosivos", sobre todo en las fiestas religiosas.
Frente a los trece ataúdes, expresó que es necesario tomar medidas en el uso de la pólvora y explosivos, respetar la ley de explosivos "y evitar excesos y competencias en las celebraciones religiosas en cuanto al uso de juegos pirotécnicos, con la finalidad de evitar poner en riesgo la integridad física de las personas que acuden a este tipo de eventos".
Agregó que es necesario "acatar la legislación y la reglamentación en esta materia tan delicada, los usos y costumbres sean bienvenidos siempre y cuando no contravengan la ley vigente y no atente contra los derechos y la seguridad de los ciudadanos".
Destacó la importancia de tener, en cada caso, los permisos de las autoridades correspondientes y acatar sus indicaciones, "que sean personas capacitadas y autorizadas las que ejerzan este delicado oficio y no se deje a la improvisación, resguardar la pólvora y quemarla en un lugar seguro, lejos de los espacios de convivencia de las personas".
El jerarca católico en la entidad, consideró que "nunca serán demasiados los cuidados que pongamos para evitar una nueva desgracia, esto se los manifiesto con cariño y respeto por el bienestar de los pueblos, en este momento tan doloroso para el pueblo tlaxcalteca es importante, más que buscar culpables o provocar enfrentamientos de personas o de grupos nos mantengamos unidos y manifestemos la solidaridad de los muertos y heridos en la explosión".
La misa tuvo lugar en la Unidad Deportiva Bicentenario 2010 de Nativitas, donde se congregaron miles de habitantes de esa comunidad y pueblos aledaños, para acompañar a los deudos de 13 de las 17 víctimas mortales de ese accidente, ocurrido el pasado viernes.
A la ceremonia llegó el gobernador del Estado, Mariano González Zarur, y sus hijos, Mariana González Foullon, presidente del Sistema Estatal del Desarrollo Integral para la Familia (DIF), y Mariano González Aguirre.
Así como la Procuradora del Estado, Alicia Fragoso Sánchez, el secretario de Seguridad Pública, Orlando May Zaragoza Ayala, el alcalde de Nativitas, Javier Quiroz Macías; el secretario de Finanzas, Ricardo García Portilla, y el titular del Instituto Estatal de Protección Civil, Mateo Morales Báez, entre otras autoridades funcionarios estatales y municipales.
En el lugar, las autoridades dispusieron sendos dispositivos de seguridad, con elementos de las policías Estatal y Municipal, así como puestos de atención con ambulancias y personal médico para ocuparse de las posibles contingencias que se presentaran.
Francisco Moreno mencionó que "urge reconocer que la vida humana es un don de Dios que se debe cuidar en cada persona y en los espacios donde se congregan grupos de personas, por lo mismo debemos evitar todo lo que ponga en riesgo su integridad física".
Añadió que para el pueblo tlaxcalteca "es muy importante el uso de la pólvora en sus frecuentes y variadas fiestas, y no se deben suprimir estas expresiones".
Sin embargo, dijo que ante los repetidos percances registrados en diferentes fechas y lugares, "frecuentemente en torno a celebraciones religiosas con desgracias materiales y humanas, pero sobre todo ante el alcance de la explosión del pasado viernes en la comunidad de Jesús Tepactepec, que ha registrado 17 muertes, más de 150 heridos, 40 aún graves y cuatro en estado crítico, debemos hacer conciencia del uso de explosivos".
Reiteró su llamado a la conciencia de "este pueblo tlaxcalteca para que reflexionemos y tomemos las medidas oportunas que garanticen el uso responsable y ordenado de la pólvora y de todo tipo de explosivos".
Pidió no dejar que todo lo hagan las autoridades o instituciones, y que nadie permanezca indiferente ante los sufrimientos y necesidades de las víctimas, "pues nos encontramos viviendo el acontecimiento más doloroso de la existencia humana, cuando 17 hermanos tlaxcaltecas han terminado la etapa terrena de su existencia, y muchos más se encuentran heridos a causa de la explosión de los cohetes".
Antes de iniciar la celebración eucarística, Moreno Barrón pidió un aplauso para las 17 víctimas, las cuales fue nombrando una tras otra: de Nativitas, Martín Pérez Ramírez, José Herminio Sampedro Venancio, Arturo Martínez Portillo, Urbano Barrientos Rojas, Rosalba Espinosa Sánchez, Juan Díaz Bernal, Antonio de Sampedro López, Miguel Angel Díaz Morales, José Lozada López, Uriel Madrid Núñez, Carlos Barranco Palacio, Oscar Linares Arizmendi y Antonio Vázquez Cabrera.
También pidió por Alejandro Nava Moreno, de San Jesús Tepactepec; Isidro Texis Juárez y Andrea Lizeth Cuayahuil Cervantes de San Luis Teolocholco, y Vidal Romero Colón, de Santa Ana Portales.
Señaló que esos 17 tlaxcaltecas "tenían fe en Jesucristo, quizá sencilla, pero verdadera y fueron llamados a la vida del amor, encontraron la muerte en una procesión que conjugaba la piedad popular, con los usos y costumbres de su comunidad... lo sucedido no es un castigo de Dios, es más bien una llamada de atención, una exhortación para que hagamos una conversión de nuestra vida".
A los deudos les pidió tomar la actitud "de Job, y hemos de exclamar, el Señor me lo dio, el Señor me lo quitó".
Comentó que el dinero reunido en la misa de exequias, "será entregado a las personas que continúan heridas en los hospitales y que no cuentan con recursos para su atención".
Desde el lugar donde celebró la ceremonia bendijo los féretros y cuerpos de las víctimas y agradeció el apoyo de sacerdotes de otras parroquias, además pidió a todos los sacerdotes del Estado ofrecer una misa dominical, en sus parroquias, por el descanso eterno de quienes perdieron la vida en la explosión.
Frente a los trece ataúdes, expresó que es necesario tomar medidas en el uso de la pólvora y explosivos, respetar la ley de explosivos "y evitar excesos y competencias en las celebraciones religiosas en cuanto al uso de juegos pirotécnicos, con la finalidad de evitar poner en riesgo la integridad física de las personas que acuden a este tipo de eventos".
Agregó que es necesario "acatar la legislación y la reglamentación en esta materia tan delicada, los usos y costumbres sean bienvenidos siempre y cuando no contravengan la ley vigente y no atente contra los derechos y la seguridad de los ciudadanos".
Destacó la importancia de tener, en cada caso, los permisos de las autoridades correspondientes y acatar sus indicaciones, "que sean personas capacitadas y autorizadas las que ejerzan este delicado oficio y no se deje a la improvisación, resguardar la pólvora y quemarla en un lugar seguro, lejos de los espacios de convivencia de las personas".
El jerarca católico en la entidad, consideró que "nunca serán demasiados los cuidados que pongamos para evitar una nueva desgracia, esto se los manifiesto con cariño y respeto por el bienestar de los pueblos, en este momento tan doloroso para el pueblo tlaxcalteca es importante, más que buscar culpables o provocar enfrentamientos de personas o de grupos nos mantengamos unidos y manifestemos la solidaridad de los muertos y heridos en la explosión".
La misa tuvo lugar en la Unidad Deportiva Bicentenario 2010 de Nativitas, donde se congregaron miles de habitantes de esa comunidad y pueblos aledaños, para acompañar a los deudos de 13 de las 17 víctimas mortales de ese accidente, ocurrido el pasado viernes.
A la ceremonia llegó el gobernador del Estado, Mariano González Zarur, y sus hijos, Mariana González Foullon, presidente del Sistema Estatal del Desarrollo Integral para la Familia (DIF), y Mariano González Aguirre.
Así como la Procuradora del Estado, Alicia Fragoso Sánchez, el secretario de Seguridad Pública, Orlando May Zaragoza Ayala, el alcalde de Nativitas, Javier Quiroz Macías; el secretario de Finanzas, Ricardo García Portilla, y el titular del Instituto Estatal de Protección Civil, Mateo Morales Báez, entre otras autoridades funcionarios estatales y municipales.
En el lugar, las autoridades dispusieron sendos dispositivos de seguridad, con elementos de las policías Estatal y Municipal, así como puestos de atención con ambulancias y personal médico para ocuparse de las posibles contingencias que se presentaran.
Francisco Moreno mencionó que "urge reconocer que la vida humana es un don de Dios que se debe cuidar en cada persona y en los espacios donde se congregan grupos de personas, por lo mismo debemos evitar todo lo que ponga en riesgo su integridad física".
Añadió que para el pueblo tlaxcalteca "es muy importante el uso de la pólvora en sus frecuentes y variadas fiestas, y no se deben suprimir estas expresiones".
Sin embargo, dijo que ante los repetidos percances registrados en diferentes fechas y lugares, "frecuentemente en torno a celebraciones religiosas con desgracias materiales y humanas, pero sobre todo ante el alcance de la explosión del pasado viernes en la comunidad de Jesús Tepactepec, que ha registrado 17 muertes, más de 150 heridos, 40 aún graves y cuatro en estado crítico, debemos hacer conciencia del uso de explosivos".
Reiteró su llamado a la conciencia de "este pueblo tlaxcalteca para que reflexionemos y tomemos las medidas oportunas que garanticen el uso responsable y ordenado de la pólvora y de todo tipo de explosivos".
Pidió no dejar que todo lo hagan las autoridades o instituciones, y que nadie permanezca indiferente ante los sufrimientos y necesidades de las víctimas, "pues nos encontramos viviendo el acontecimiento más doloroso de la existencia humana, cuando 17 hermanos tlaxcaltecas han terminado la etapa terrena de su existencia, y muchos más se encuentran heridos a causa de la explosión de los cohetes".
Antes de iniciar la celebración eucarística, Moreno Barrón pidió un aplauso para las 17 víctimas, las cuales fue nombrando una tras otra: de Nativitas, Martín Pérez Ramírez, José Herminio Sampedro Venancio, Arturo Martínez Portillo, Urbano Barrientos Rojas, Rosalba Espinosa Sánchez, Juan Díaz Bernal, Antonio de Sampedro López, Miguel Angel Díaz Morales, José Lozada López, Uriel Madrid Núñez, Carlos Barranco Palacio, Oscar Linares Arizmendi y Antonio Vázquez Cabrera.
También pidió por Alejandro Nava Moreno, de San Jesús Tepactepec; Isidro Texis Juárez y Andrea Lizeth Cuayahuil Cervantes de San Luis Teolocholco, y Vidal Romero Colón, de Santa Ana Portales.
Señaló que esos 17 tlaxcaltecas "tenían fe en Jesucristo, quizá sencilla, pero verdadera y fueron llamados a la vida del amor, encontraron la muerte en una procesión que conjugaba la piedad popular, con los usos y costumbres de su comunidad... lo sucedido no es un castigo de Dios, es más bien una llamada de atención, una exhortación para que hagamos una conversión de nuestra vida".
A los deudos les pidió tomar la actitud "de Job, y hemos de exclamar, el Señor me lo dio, el Señor me lo quitó".
Comentó que el dinero reunido en la misa de exequias, "será entregado a las personas que continúan heridas en los hospitales y que no cuentan con recursos para su atención".
Desde el lugar donde celebró la ceremonia bendijo los féretros y cuerpos de las víctimas y agradeció el apoyo de sacerdotes de otras parroquias, además pidió a todos los sacerdotes del Estado ofrecer una misa dominical, en sus parroquias, por el descanso eterno de quienes perdieron la vida en la explosión.
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