Senadores del PRI, PAN y PRD se pronunciaron porque la reforma
política del Distrito Federal se construya con una visión
metropolitana, a fin de atender las demandas de la población en
materia de medio ambiente, transporte, manejos de residuos o drenaje y
que son comunes con los municipios conurbados del Estado de México.
En la mesa de discusión sobre la Zona Metropolitana del Valle de
México, Mario Delgado Carrillo, presidente de la Comisión del Distrito
Federal, destacó que se debe aprovechar la coyuntura de la reforma
para plantear "cuál es la mejor manera de gobernar a una ciudad que se
encuentra dentro de la tercera aglomeración humana más grande del
mundo".
Lo que lleva a reflexionar más allá del debate tradicional sobre la
recuperación de derechos de los capitalinos o de la posibilidad de que
el gobernante de la Ciudad pueda elegir al jefe de la policía o a su
procurador, dijo el perredista.
"¿De verdad podemos hablar del medio ambiente con una delimitación
político-administrativa-territorial? ¿Es posible manejar la
infraestructura del drenaje de todo el Valle con diferentes criterios
de gobierno? ¿No será más eficiente que algunas políticas tengan ya
que ser regidas por instituciones metropolitanas?", cuestionó.
Ana Lilia Herrera Anzaldo, del PRI, destacó la coincidencia en la
necesidad de que la reforma política del Distrito Federal sea con
visión metropolitana" y "no podemos darnos el lujo de seguir
posponiendo, por cuestiones de carácter político", la atención de
problemas conjuntos como el del medio ambiente.
La Presidenta de la Comisión Especial para del Desarrollo
Metropolitano enfatizó que se requiere "obligar la voluntad municipal,
estatal y federal, independientemente de sesgos político-partidistas",
para solucionar las demandas de la población de manera coordinada,
sustentable y con una visión de largo plazo.
La panista Mariana Gómez del Campo, secretaria de la Comisión del DF,
hizo énfasis en "cómo podemos gobernar una ciudad que está plenamente
interconectada con 59 municipios colindantes", y consideró que las
instituciones y las normas deben adecuarse para que el trato a los
ciudadanos sea "parejo" y para que las políticas públicas sean también
homogéneas.
Puso como ejemplo las diferencias en la base para el cobro de las
tenencias en el DF y el Estado de México, así como de las tarifas en
el transporte público o en temas como la seguridad, por lo que se
deben homologar las políticas públicas en beneficio de más de 20
millones de habitantes.
Subrayó que las zonas metropolitanas se caracterizan porque concentran
los empleos, los servicios, las opciones educativas, el
entretenimiento, los medios de transporte, pero también pobreza,
marginación y delincuencia.
Por ello expresó que la propuesta de reforma política con visión
metropolitana que se construye en el Senado repercutirá en los
municipios de la zona metropolita que concentra 56 por ciento de la
población.
En la mesa estuvo Pablo Basañez García, presidente municipal de
Tlalnepantla de Baz, quien opinó para este modelo de "gobernanza
metropolitana" debe ser a través de un sistema de ciudades
mexiquenses, hidalguenses y la Ciudad de México, para dar respuesta
local a los desafíos de movilidad, infraestructura, competitividad,
sustentabilidad y calidad de vida.
Guillermo Velasco, coordinador de proyectos del Centro Mario Molina,
precisó que en México hay instituciones metropolitanas exitosas como
la Comisión Ambiental Metropolitana; sin embargo, puntualizó que aún
existen muchos problemas comunes que no son atendidos por ninguna
institución, como son los relacionados con el aire, el agua o el
manejo de residuos y la movilidad. Gabriel Tarriba, consultor del
Instituto Mexicano para la Competitividad, abundó que las comisiones
metropolitanas son el único instrumento con el que se cuenta para
coordinar las tres entidades federativas, pero "son débiles", ya que
solamente tienen un rol consultivo que está orientado a facilitar el
diálogo y la coordinación.
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