Genoveva Ortiz
El Distrito Federal dejó de ser una ciudad segura, ya que 7 de cada 10 capitalinos se sienten en riesgo, declararon María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, y Ernesto López Portillo, director ejecutivo del Instituto para la Seguridad y Democracia.
Al participar en el foro Seguridad Ciudadana organizado por el senador Mario Delgado, presidente de la Comisión del Distrito Federal en el Senado de la República, Morera advirtió que esta sensación de que la capital del país es "segura", permitió que mucha gente de los estados viniera a vivir aquí, pero destacó que esa ya no es la realidad.
Dijo que si comparamos a la ciudad de México con Michoacán, Guerrero o Tamaulipas, "definitivamente estamos mejor", pero esto "no significa que no tengamos problemas qué atender".
Por su parte, el senador Mario Delgado expresó que "está claro que hay una percepción, a nivel nacional, muy buena sobre lo que pasa en la ciudad de México, a diferencia de lo que ocurre en el resto del país".
Pero consideró que se tiene que analizar la posibilidad de que en la "Constitución del Distrito Federal" se incorpore el derecho a la seguridad y el cómo construir desde la comunidad un entorno más seguro.
La presidenta de Causa en Común, destacó que el Consejo Ciudadano por la Seguridad Pública y la Justicia Penal dio a conocer en 2012 que 6 delegaciones y 14 municipios se ubicaron entre las 20 entidades locales con las tasas más altas de extorsión.
Al incremento en la violencia y la inseguridad, continuó, se suma una "crisis en las instituciones", que se refleja en la falta de información sobre el ejercicio de los recursos que provienen del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública y en el número de elementos policiales que se dieron de baja después de haber sido evaluados.
Entre otros ejemplos que dan cuenta de esta crisis refirió "el lamentable desenlace" del operativo que se realizó en la discoteca News Divine y que generó la petición de más de 100,000 personas para lograr una policía honesta, confiable, con procesos transparentes, rendición de cuentas, elementos profesionales y bien pagados.
A cinco años de la tragedia, enfatizó, lejos de avanzar tenemos más de 400 policías que están "adjudicados a empresarios y a amigos de alguien, pero no a los ciudadanos", es decir, hay elementos que pagamos todos pero "están cuidando a los privilegiados".
El problema, agregó, también se avizora en lo ocurrido en el bar Heaven, donde desaparecieron 12 jóvenes y "no sabemos dónde están ni qué ha sucedido con ellos.
"Todo esto -subrayó- denota que tenemos un problema de fondo y de descontrol al interior de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal y en este sentido es importante que salgamos de esta burbuja en la que nos hemos encerrado los capitalinos con el afán de decir, o por lo menos aislarnos mentalmente, de que aquí no pasa nada".
A su vez, Ernesto López Portillo, director ejecutivo del Instituto para la Seguridad y Democracia, aseveró que de cada 10 capitalinos, sólo 3 se sienten seguros y 7 inseguros, por lo que el gobierno de la ciudad debe decidir si esta percepción "es relevante o no, si la quiere entender o no y si la quiere transformar o no".
Señaló que la fórmula recurrente de la administración capitalina ha sido "poner a un lado la percepción ciudadana... porque no saben qué hacer con ella".
"La ciudad de México -afirmó- padece de una obsesión por hablarnos de los indicadores de proceso" legislativo, creación de instituciones e implementación de la reforma penal, pero "el problema es que estamos más ocupados en lo que hacemos que en los resultados".
El Distrito Federal dejó de ser una ciudad segura, ya que 7 de cada 10 capitalinos se sienten en riesgo, declararon María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, y Ernesto López Portillo, director ejecutivo del Instituto para la Seguridad y Democracia.
Al participar en el foro Seguridad Ciudadana organizado por el senador Mario Delgado, presidente de la Comisión del Distrito Federal en el Senado de la República, Morera advirtió que esta sensación de que la capital del país es "segura", permitió que mucha gente de los estados viniera a vivir aquí, pero destacó que esa ya no es la realidad.
Dijo que si comparamos a la ciudad de México con Michoacán, Guerrero o Tamaulipas, "definitivamente estamos mejor", pero esto "no significa que no tengamos problemas qué atender".
Por su parte, el senador Mario Delgado expresó que "está claro que hay una percepción, a nivel nacional, muy buena sobre lo que pasa en la ciudad de México, a diferencia de lo que ocurre en el resto del país".
Pero consideró que se tiene que analizar la posibilidad de que en la "Constitución del Distrito Federal" se incorpore el derecho a la seguridad y el cómo construir desde la comunidad un entorno más seguro.
La presidenta de Causa en Común, destacó que el Consejo Ciudadano por la Seguridad Pública y la Justicia Penal dio a conocer en 2012 que 6 delegaciones y 14 municipios se ubicaron entre las 20 entidades locales con las tasas más altas de extorsión.
Al incremento en la violencia y la inseguridad, continuó, se suma una "crisis en las instituciones", que se refleja en la falta de información sobre el ejercicio de los recursos que provienen del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública y en el número de elementos policiales que se dieron de baja después de haber sido evaluados.
Entre otros ejemplos que dan cuenta de esta crisis refirió "el lamentable desenlace" del operativo que se realizó en la discoteca News Divine y que generó la petición de más de 100,000 personas para lograr una policía honesta, confiable, con procesos transparentes, rendición de cuentas, elementos profesionales y bien pagados.
A cinco años de la tragedia, enfatizó, lejos de avanzar tenemos más de 400 policías que están "adjudicados a empresarios y a amigos de alguien, pero no a los ciudadanos", es decir, hay elementos que pagamos todos pero "están cuidando a los privilegiados".
El problema, agregó, también se avizora en lo ocurrido en el bar Heaven, donde desaparecieron 12 jóvenes y "no sabemos dónde están ni qué ha sucedido con ellos.
"Todo esto -subrayó- denota que tenemos un problema de fondo y de descontrol al interior de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal y en este sentido es importante que salgamos de esta burbuja en la que nos hemos encerrado los capitalinos con el afán de decir, o por lo menos aislarnos mentalmente, de que aquí no pasa nada".
A su vez, Ernesto López Portillo, director ejecutivo del Instituto para la Seguridad y Democracia, aseveró que de cada 10 capitalinos, sólo 3 se sienten seguros y 7 inseguros, por lo que el gobierno de la ciudad debe decidir si esta percepción "es relevante o no, si la quiere entender o no y si la quiere transformar o no".
Señaló que la fórmula recurrente de la administración capitalina ha sido "poner a un lado la percepción ciudadana... porque no saben qué hacer con ella".
"La ciudad de México -afirmó- padece de una obsesión por hablarnos de los indicadores de proceso" legislativo, creación de instituciones e implementación de la reforma penal, pero "el problema es que estamos más ocupados en lo que hacemos que en los resultados".
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