Raúl Macías, Foto: Luis A. Barrera
En medio de lágrimas, aplausos y un reconocimiento por parte del secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Jesús Rodríguez Almeida, ayer familiares y amigos acompañaron en su velorio al policía Ismael Antonio Rodríguez, quien cayera abatido por un disparo que le pegó en la cabeza cuando cuatro sujetos llegaron a asaltar una joyería en la Galerias Coapa.
Las instalaciones de la Policía Bancaria e Industrial fue el sitio en donde se permitió fueran velados los restos del uniformado que ofreció su vida a cambio de salvar la de las personas que el pasado lunes se encontraban realizando compras en la referida plaza comercial. Sus familiares no podían creer que Ismael se encontrara sin vida, aunque a la vez lloraban la ausencia, esa ausencia que duele.
Tanto familiares y compañeros del caído exigieron justicia y que se dé con el paradero de los criminales que acabaron con la vida del valiente uniformado. Sus amigos recordaron que siempre fue un elemento leal, pero sobre todo "comprometido con velar por la seguridad de los ciudadanos; era un buen compañero, pero sobre todo un buen hijo y un gran amigo".
Fueron las palabras del titular de la SSPDF, Jesús Rodríguez, las que dieron aliento a los uniformados y a la familia del policía que una bala del arma de un criminal le quitó la existencia. Tras hablar con los dolientes, el secretario de la policía capitalina se encaminó a donde se encontraba el féretro en donde hizo una guardia de honor y se comprometió a no descansar hasta dar con el paradero de los homicidas.
Qué crueles minutos de dolor vivían; no dejaban de llorar ante la ausencia de quien aseguraban, todos los días que se iba a trabajar lo hacía con una sonrisa en el rostro; pero ahora el saber que no regresará más, es cuando el dolor se les clava más en el pecho, pero con todo y el dolor pidieron a Dios que lo recibiera en su regazo y que le diera la paz eterna, porque aseguraban también que nada más "se nos adelantó en el viaje".
Entre el dolor y el llanto llegaba un poco de resignación, es por ello que en cada momento los asistentes participaron en los rosarios que se hicieron para pedir a la Virgen que lo llevara ante su hijo. Sus familiares a cada que se acercaba un amigo recibían las muestras de apoyo, y la petición fue la misma, que se dé con el paradero de quienes le arrebataron la vida.
Será hoy cuando los familiares determinen si será enterrado o cremado, aunque al parecer por lo que se inclinan es en darle cristiana sepultura en una fosa, en donde se colocarán las coronas y flores como muestra del afecto de quienes aseguraron, que Ismael Antonio Rodríguez fue un gran elemento que ofrendó su vida para salvar la de mucha gente que se encontraba el día de la tragedia en la plaza comercial.
En medio de lágrimas, aplausos y un reconocimiento por parte del secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Jesús Rodríguez Almeida, ayer familiares y amigos acompañaron en su velorio al policía Ismael Antonio Rodríguez, quien cayera abatido por un disparo que le pegó en la cabeza cuando cuatro sujetos llegaron a asaltar una joyería en la Galerias Coapa.
Las instalaciones de la Policía Bancaria e Industrial fue el sitio en donde se permitió fueran velados los restos del uniformado que ofreció su vida a cambio de salvar la de las personas que el pasado lunes se encontraban realizando compras en la referida plaza comercial. Sus familiares no podían creer que Ismael se encontrara sin vida, aunque a la vez lloraban la ausencia, esa ausencia que duele.
Tanto familiares y compañeros del caído exigieron justicia y que se dé con el paradero de los criminales que acabaron con la vida del valiente uniformado. Sus amigos recordaron que siempre fue un elemento leal, pero sobre todo "comprometido con velar por la seguridad de los ciudadanos; era un buen compañero, pero sobre todo un buen hijo y un gran amigo".
Fueron las palabras del titular de la SSPDF, Jesús Rodríguez, las que dieron aliento a los uniformados y a la familia del policía que una bala del arma de un criminal le quitó la existencia. Tras hablar con los dolientes, el secretario de la policía capitalina se encaminó a donde se encontraba el féretro en donde hizo una guardia de honor y se comprometió a no descansar hasta dar con el paradero de los homicidas.
Qué crueles minutos de dolor vivían; no dejaban de llorar ante la ausencia de quien aseguraban, todos los días que se iba a trabajar lo hacía con una sonrisa en el rostro; pero ahora el saber que no regresará más, es cuando el dolor se les clava más en el pecho, pero con todo y el dolor pidieron a Dios que lo recibiera en su regazo y que le diera la paz eterna, porque aseguraban también que nada más "se nos adelantó en el viaje".
Entre el dolor y el llanto llegaba un poco de resignación, es por ello que en cada momento los asistentes participaron en los rosarios que se hicieron para pedir a la Virgen que lo llevara ante su hijo. Sus familiares a cada que se acercaba un amigo recibían las muestras de apoyo, y la petición fue la misma, que se dé con el paradero de quienes le arrebataron la vida.
Será hoy cuando los familiares determinen si será enterrado o cremado, aunque al parecer por lo que se inclinan es en darle cristiana sepultura en una fosa, en donde se colocarán las coronas y flores como muestra del afecto de quienes aseguraron, que Ismael Antonio Rodríguez fue un gran elemento que ofrendó su vida para salvar la de mucha gente que se encontraba el día de la tragedia en la plaza comercial.
Enviado desde mi iPad
Publicar un comentario