Patricia Carrasco
La Arquidiócesis Primada de México reiteró sus críticas a los diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y al gobierno de la ciudad de México que promueven el aborto y la eutanasia, ambos "actos criminales" contra la vida. "Son injustas las leyes que permiten terminar con la vida tanto en el seno materno como al padecer alguna enfermedad".
"No se puede ir en contra del derecho fundamental de la vida bajo el respaldo de encuestas manipuladas ni por modas", externó durante la misa dominical en la Catedral Metropolitana.
El arzobispo primado de México, llamó a los creyentes a convertirse "en vigilantes" del respeto a la vida humana e impedir la violación y supresión de ésta.
Durante su homilía, fustigó también el someter el derecho de la vida a "encuestas manipuladas y al criterio de los gobernantes es la peor de las dictaduras".
Tras recibir las reliquias de los beatos Juan Pablo Segundo y Juan XXIII la Catedral Metropolitana, junto con el cabildo metropolitano, aseveró que el aborto "es una agresión criminal. La Suprema Corte de Justicia de la Nación le llama delito aunque no sea penalizado".
En el marco de la "Jornada Mundial del Enfermo", el arzobispo primado de México lamentó que la cultura actual menosprecia a los enfermos y llega al límite de querer borrarlos bajo el amparo de las leyes.
A los enfermos les dijo que "la cultura actual llega al límite de menospreciarlos. No se atemoricen ante leyes o reglamentos que desprecian la vida humana".
En el sermón, recordó la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación relacionada con la despenalización del aborto e hizo un llamado a los fieles católicos a no tener temor ante las leyes que atentan y desprecian la vida.
En esta cultura que se autonombra plural y tolerante, la vida humana, en cualquiera de sus etapas, siempre deberá ser, entre los derechos humanos, el derecho fundamental y esencial en cualquier ámbito y nunca ser colocado en duda y mucho menos ser rebajado a encuestas, o referéndum, que bien sabemos pueden ser manipulados por ocultos intereses, y además porque someter los derechos fundamentales al criterio de los gobernantes es implantar la peor de las dictaduras
Criticó señaló: "recuerden que ante la cultura violenta, destructiva y de muerte, en ustedes radica el inmenso poder de Cristo crucificado que ha vencido al mundo.
No debemos atemorizarnos ante leyes o reglamentaciones que desprecian lo sagrado de la vida humana, quizás seamos criticados, acosados o perseguidos".
Diez minutos antes del mediodía, recibió las reliquias desde la puerta santa hasta el altar mayor.
En la oración a los fieles, se pidió por todos los enfermos para que sienta el cuidado amoroso de la iglesia.
"Ustedes hermanos enfermos son para nosotros esta sal que necesitamos para descubrir la dimensión del servicio y la entrega en el mundo de la enfermedad", citó.
Recordemos las palabras del Santo Padre Juan Pablo II que pronto será canonizado junto con el Papa Bueno Juan XXIII, nos animan a salvaguardar siempre y defender a toda costa la Sacralidad de la Vida Humana.
La Arquidiócesis Primada de México reiteró sus críticas a los diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y al gobierno de la ciudad de México que promueven el aborto y la eutanasia, ambos "actos criminales" contra la vida. "Son injustas las leyes que permiten terminar con la vida tanto en el seno materno como al padecer alguna enfermedad".
"No se puede ir en contra del derecho fundamental de la vida bajo el respaldo de encuestas manipuladas ni por modas", externó durante la misa dominical en la Catedral Metropolitana.
El arzobispo primado de México, llamó a los creyentes a convertirse "en vigilantes" del respeto a la vida humana e impedir la violación y supresión de ésta.
Durante su homilía, fustigó también el someter el derecho de la vida a "encuestas manipuladas y al criterio de los gobernantes es la peor de las dictaduras".
Tras recibir las reliquias de los beatos Juan Pablo Segundo y Juan XXIII la Catedral Metropolitana, junto con el cabildo metropolitano, aseveró que el aborto "es una agresión criminal. La Suprema Corte de Justicia de la Nación le llama delito aunque no sea penalizado".
En el marco de la "Jornada Mundial del Enfermo", el arzobispo primado de México lamentó que la cultura actual menosprecia a los enfermos y llega al límite de querer borrarlos bajo el amparo de las leyes.
A los enfermos les dijo que "la cultura actual llega al límite de menospreciarlos. No se atemoricen ante leyes o reglamentos que desprecian la vida humana".
En el sermón, recordó la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación relacionada con la despenalización del aborto e hizo un llamado a los fieles católicos a no tener temor ante las leyes que atentan y desprecian la vida.
En esta cultura que se autonombra plural y tolerante, la vida humana, en cualquiera de sus etapas, siempre deberá ser, entre los derechos humanos, el derecho fundamental y esencial en cualquier ámbito y nunca ser colocado en duda y mucho menos ser rebajado a encuestas, o referéndum, que bien sabemos pueden ser manipulados por ocultos intereses, y además porque someter los derechos fundamentales al criterio de los gobernantes es implantar la peor de las dictaduras
Criticó señaló: "recuerden que ante la cultura violenta, destructiva y de muerte, en ustedes radica el inmenso poder de Cristo crucificado que ha vencido al mundo.
No debemos atemorizarnos ante leyes o reglamentaciones que desprecian lo sagrado de la vida humana, quizás seamos criticados, acosados o perseguidos".
Diez minutos antes del mediodía, recibió las reliquias desde la puerta santa hasta el altar mayor.
En la oración a los fieles, se pidió por todos los enfermos para que sienta el cuidado amoroso de la iglesia.
"Ustedes hermanos enfermos son para nosotros esta sal que necesitamos para descubrir la dimensión del servicio y la entrega en el mundo de la enfermedad", citó.
Recordemos las palabras del Santo Padre Juan Pablo II que pronto será canonizado junto con el Papa Bueno Juan XXIII, nos animan a salvaguardar siempre y defender a toda costa la Sacralidad de la Vida Humana.
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