NAIROBI, Kenia, (OEM-EFE).- Médicos del Hospital Nacional Keniatta de Nairobi realizan esfuerzos para salvar la vida de un niño de año y medio de edad que resultó con un balazo en la cabeza, quedando alojado el proyectil en el cráneo, durante un ataque realizado por tres pistoleros contra un templo cristiano.
El número de muertos por la agresión armada contra la iglesia en la localidad costera de Mombasa (suroeste de Kenia), ha aumentado a seis, según informó la Cruz Roja de este país.
El ataque se produjo cuando un grupo de hombres armados irrumpió en el templo cristiano de Joy Jesus Church y abrió fuego contra los fieles que participaban en la misa.
El recuento provisional fue de cuatro fallecidos y 17 heridos, pero luego murieron otras dos personas debido a la gravedad de sus heridas.
Ocho personas permanecen aún ingresadas en el hospital, mientras que el resto ha sido ya dado de alta.
Entre las víctimas se ecuentra Satrin Osinya, quien resultó con una bala alojada en el interior de su cráneo a pesar de que su madre ofrendó su vida tratando de salvarlo, la mujer pereció en el intento, y ahora el cuerpo médico de dicho hospital hace hasta lo imposible por salvar la vida del pequeño.
La policía ha detenido a un centenar de jóvenes en relación a este atentado y por su supuesta pertenencia a células terroristas de la milicia radical islámica somalí Al Shabab, informó la emisora local Kapital FM.
Al Shabab ha cometido en los últimos meses varios ataques similares en Nairobi, Mombasa y en ciudades cercanas a la frontera de Kenia con Somalia, en represalia por la presencia de tropas kenianas en su país.
El ataque se produjo una semana después de que dos terroristas de la milicia que planeaban un atentado en Mombasa fueran detenidos con armas y potentes explosivos.
El ministro del Interior keniano, Joseph Ole Lenku, aseguró que la seguridad había sido reforzada en Mombasa y en otras partes del país debido a la amenaza terrorista.
El número de muertos por la agresión armada contra la iglesia en la localidad costera de Mombasa (suroeste de Kenia), ha aumentado a seis, según informó la Cruz Roja de este país.
El ataque se produjo cuando un grupo de hombres armados irrumpió en el templo cristiano de Joy Jesus Church y abrió fuego contra los fieles que participaban en la misa.
El recuento provisional fue de cuatro fallecidos y 17 heridos, pero luego murieron otras dos personas debido a la gravedad de sus heridas.
Ocho personas permanecen aún ingresadas en el hospital, mientras que el resto ha sido ya dado de alta.
Entre las víctimas se ecuentra Satrin Osinya, quien resultó con una bala alojada en el interior de su cráneo a pesar de que su madre ofrendó su vida tratando de salvarlo, la mujer pereció en el intento, y ahora el cuerpo médico de dicho hospital hace hasta lo imposible por salvar la vida del pequeño.
La policía ha detenido a un centenar de jóvenes en relación a este atentado y por su supuesta pertenencia a células terroristas de la milicia radical islámica somalí Al Shabab, informó la emisora local Kapital FM.
Al Shabab ha cometido en los últimos meses varios ataques similares en Nairobi, Mombasa y en ciudades cercanas a la frontera de Kenia con Somalia, en represalia por la presencia de tropas kenianas en su país.
El ataque se produjo una semana después de que dos terroristas de la milicia que planeaban un atentado en Mombasa fueran detenidos con armas y potentes explosivos.
El ministro del Interior keniano, Joseph Ole Lenku, aseguró que la seguridad había sido reforzada en Mombasa y en otras partes del país debido a la amenaza terrorista.
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