Arturo R. Pansza
El 13 y 14 de marzo, el candidato del PRI a la Presidencia, Luis Donaldo Colosio Murrieta, llevó a cabo una gira por el Estado de Nuevo León, estuvo parte del tiempo en Monterrey, en donde se comprometió en apoyar a la iniciativa privada e impulsar las exportaciones.
Así, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), escuela creada por Eugenio Garza Sada, uno de los genios empresariales de México y su alma mater, dijo que de llegar a la Presidencia de la República, haría una alianza con la Iniciativa Privada para impulsar las exportaciones de empresas mexicanas.
En la misma gira, en el Tec de Monterrey, escuela en donde cursó la licenciatura de economía con una beca pagada con su salario de prefecto en la institución, hizo el compromiso de que la universidad pública tuviese un mayor presupuesto. Ofreció revisar las participaciones fiscales con el fin de que la Federación aporte más recursos hacia los estados y los municipios.
Le tocó visitar al Estado de México. En Toluca, en un encuentro efectuado en la Plaza de los Mártires, Luis Donaldo Colosio, convocó a los priístas a dejar la pasividad y encontrar nuevas soluciones para dar respuesta a los problemas porque de otra forma no se podía mantener la cohesión.
Advirtió ese día 16 de marzo, que la unidad y el abandono no pueden coexistir y por tanto, la unidad no se puede mantener cuando existe extrema pobreza. Por ello, dijo, se requiere una economía y un gobierno de servicio a los mexicanos, de ahí su propuesta de cambios con rumbo y responsabilidad para fortalecer la unidad de la nación.
El 18, en un aniversario mas de la expropiación petrolera, el número 51, el candidato del PRI realizó gira de trabajo por Michoacán, estado en el que nuevamente hace alusión a las elecciones que tendrían lugar el 21 de agosto. Aseguró que el pueblo de México deseaba que los comicios no fueran pretexto para el conflicto, ni las movilizaciones poselectorales la vía para constituir gobiernos.
Una demanda que refrendó al gobierno fue imparcialidad en las elecciones y no ceder al chantaje. Mencionó que se requería firmeza en la aplicación de la ley, además de que no existieran negociaciones al margen de los votos o que éstos fueran ilegales.
Tuvo un encuentro con michoacanos de filiación priísta, a los que aclaró que no fue a la entidad a negociar sino a demostrar que su partido tiene la capacidad para ganar la confianza y el apoyo de los ciudadanos.
Aun en tierras michoacanas, un día después, refirió que la reforma electoral que estaba a punto de discutirse en el Congreso de la Unión, debía basarse en el diálogo y la tolerancia y no en la intransigencia. Señaló que el papel de los candidatos presidenciales debería ser de reforzar los resultados de los acuerdos a los que llegaron los partidos políticos con la Secretaría de Gobernación.
Arturo R. Pansza
El esperado visto bueno al candidato, lo dio el entonces eterno dirigente de la CTM, Fidel Velázquez, con quien se reunió el día 21. La sede, el famoso auditorio Fernando Amilpa de esa central obrera, en donde presentó su agenda laboral de siete puntos. Aseguró que la economía crecería y que se le devolvería al salario el poder adquisitivo de manera permanente, además de que propuso impulsar una cultura laboral.
Fortalecido salió de la sede de ese sector que aun pertenece al PRI, al haber sido arropado por la cúpula obrera. Los dirigentes sindicales le ofrecieron todo su respaldo. En ello por supuesto que no se quedaron atrás las organizaciones de maestros y los trabajadores petroleros.
Muy activo estuvo ese día. En el aniversario del natalicio de Benito Juárez, re reunió con masones de la organización Liberales de México, ante quienes advirtió que el PRI no regateaba la democracia, pero tampoco hay una a la medida de grupos.
Con el encuentro, el Benemérito de las Américas fue honrado, ante el hecho de que pertenecía a los masones, a los que también expuso su condena a cualquier pretensión de acceso al poder por la vía del conflicto o la negociación al margen de la ley.
Dos días antes de su muerte, efectuó una gira de trabajo en el Distrito Federal que culminó. Aprovechó para acudir a una zona adversa con asentamientos irregulares; además sorprendió al estar en Iztapalapa, donde inexplicablemente el Estado Mayor bajo el mando del general Domiro García permitía una cercanía peligrosa de sus correligionarios e invitados.
Luis Donaldo Colosio en ese entonces de 44 añosy quien también en ese mes estuvo de gira por el estado de Coahuila, llegó el 22 de marzo a Culiacán, Sinaloa, ciudad donde tuvo un encuentro con la estructura sectorial del partido. Ahí, se dejó escuchar la música de tambora que varias veces tocó "Aquí está mi gallo de oro, que ya le ha ganado al giro, con quien le pongan al tiro, rifará su corazón".
Horas antes de su muerte y previo a una reunión por la mañana en Sinaloa, estuvo en La Paz, Baja California Sur, de donde salió en la tarde a Tijuana.
En La Paz, en la parte de la costera encabezó una concentración en la que se reflejó el apoyo a su persona. A esas horas, todo iba bien, se le recibía con gusto y expectación en donde quiera que se presentaba.
Ya muy cerca del momento de su muerte, arribó al aeropuerto de Tijuana pasadas las cuatro de la tarde, hora local, las seis para la Ciudad de México. Fue recibido por militantes priístas y dirigencia, para posteriormente salir a Lomas Taurinas, el último lugar en el que estuvo.
Así, en la que fue su última concentración del 23 de marzo, ya entrada la noche en el Distrito Federal, en ese asentamiento irregular de Tijuana, en una explanada sin pendiente, sobre la calle La Punta donde se colocó un templete improvisado sobre una camioneta, Colosio dirigió el denominado acto de unidad, en el que se concentraron cerca de cuatro mil personas.
Refirió que su compromiso era encabezar un gobierno que estuviera cerca de la gente, donde la iniciativa popular fuera el eje fundamental para el avance y progreso social.
Sostuvo que aprendió de la gente que con unidad, esfuerzo conjunto y suma de voluntades no habría obstáculo que no pudieran vencer.
"Vamos amigas y amigos por la Presidencia de México; el poder ciudadano a la Presidencia de la República. La iniciativa popular a la Presidencia de la República, para que gane Tijuana, para que gane Baja California y para que gane México, para que ganemos México". Ese fue el final de su último discurso público, tras del cual vinieron vivas, porras y el cierre de la banda musical con "La Culebra".
"Vamos a ganar porque sabemos lo que es la competencia política; no le tememos a la competencia, lo que sí rechazamos es la incompetencia", dejó en claro en ese entonces candidato, en aquel encuentro que se convirtió en una fiesta popular, para pasar en minutos a una tragedia: el magnicidio del siglo XX.
Ni parecía que Colosio había llegado a tierras que por primera vez gobernaba un panista, Ernesto Ruffo Appel, la colonia estaba invadida de priístas y qué decir del estado, donde se notaba la presencia del Revolucionario Institucional.
Tras haber sido interceptado por Mario Aburto, la muerte de Luis Donaldo Colosio se formalizó a las A las 20 horas con 30 minutos, la Presidencia de la República dio a conocer que a las 8 de la noche con 15 minutos, el candidato del PRI había fallecido.
El 13 y 14 de marzo, el candidato del PRI a la Presidencia, Luis Donaldo Colosio Murrieta, llevó a cabo una gira por el Estado de Nuevo León, estuvo parte del tiempo en Monterrey, en donde se comprometió en apoyar a la iniciativa privada e impulsar las exportaciones.
Así, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), escuela creada por Eugenio Garza Sada, uno de los genios empresariales de México y su alma mater, dijo que de llegar a la Presidencia de la República, haría una alianza con la Iniciativa Privada para impulsar las exportaciones de empresas mexicanas.
Le tocó visitar al Estado de México. En Toluca, en un encuentro efectuado en la Plaza de los Mártires, Luis Donaldo Colosio, convocó a los priístas a dejar la pasividad y encontrar nuevas soluciones para dar respuesta a los problemas porque de otra forma no se podía mantener la cohesión.
Advirtió ese día 16 de marzo, que la unidad y el abandono no pueden coexistir y por tanto, la unidad no se puede mantener cuando existe extrema pobreza. Por ello, dijo, se requiere una economía y un gobierno de servicio a los mexicanos, de ahí su propuesta de cambios con rumbo y responsabilidad para fortalecer la unidad de la nación.
El 18, en un aniversario mas de la expropiación petrolera, el número 51, el candidato del PRI realizó gira de trabajo por Michoacán, estado en el que nuevamente hace alusión a las elecciones que tendrían lugar el 21 de agosto. Aseguró que el pueblo de México deseaba que los comicios no fueran pretexto para el conflicto, ni las movilizaciones poselectorales la vía para constituir gobiernos.
Una demanda que refrendó al gobierno fue imparcialidad en las elecciones y no ceder al chantaje. Mencionó que se requería firmeza en la aplicación de la ley, además de que no existieran negociaciones al margen de los votos o que éstos fueran ilegales.
Tuvo un encuentro con michoacanos de filiación priísta, a los que aclaró que no fue a la entidad a negociar sino a demostrar que su partido tiene la capacidad para ganar la confianza y el apoyo de los ciudadanos.
Aun en tierras michoacanas, un día después, refirió que la reforma electoral que estaba a punto de discutirse en el Congreso de la Unión, debía basarse en el diálogo y la tolerancia y no en la intransigencia. Señaló que el papel de los candidatos presidenciales debería ser de reforzar los resultados de los acuerdos a los que llegaron los partidos políticos con la Secretaría de Gobernación.
Arturo R. Pansza
El esperado visto bueno al candidato, lo dio el entonces eterno dirigente de la CTM, Fidel Velázquez, con quien se reunió el día 21. La sede, el famoso auditorio Fernando Amilpa de esa central obrera, en donde presentó su agenda laboral de siete puntos. Aseguró que la economía crecería y que se le devolvería al salario el poder adquisitivo de manera permanente, además de que propuso impulsar una cultura laboral.
Fortalecido salió de la sede de ese sector que aun pertenece al PRI, al haber sido arropado por la cúpula obrera. Los dirigentes sindicales le ofrecieron todo su respaldo. En ello por supuesto que no se quedaron atrás las organizaciones de maestros y los trabajadores petroleros.
Muy activo estuvo ese día. En el aniversario del natalicio de Benito Juárez, re reunió con masones de la organización Liberales de México, ante quienes advirtió que el PRI no regateaba la democracia, pero tampoco hay una a la medida de grupos.
Con el encuentro, el Benemérito de las Américas fue honrado, ante el hecho de que pertenecía a los masones, a los que también expuso su condena a cualquier pretensión de acceso al poder por la vía del conflicto o la negociación al margen de la ley.
Dos días antes de su muerte, efectuó una gira de trabajo en el Distrito Federal que culminó. Aprovechó para acudir a una zona adversa con asentamientos irregulares; además sorprendió al estar en Iztapalapa, donde inexplicablemente el Estado Mayor bajo el mando del general Domiro García permitía una cercanía peligrosa de sus correligionarios e invitados.
Luis Donaldo Colosio en ese entonces de 44 añosy quien también en ese mes estuvo de gira por el estado de Coahuila, llegó el 22 de marzo a Culiacán, Sinaloa, ciudad donde tuvo un encuentro con la estructura sectorial del partido. Ahí, se dejó escuchar la música de tambora que varias veces tocó "Aquí está mi gallo de oro, que ya le ha ganado al giro, con quien le pongan al tiro, rifará su corazón".
Horas antes de su muerte y previo a una reunión por la mañana en Sinaloa, estuvo en La Paz, Baja California Sur, de donde salió en la tarde a Tijuana.
En La Paz, en la parte de la costera encabezó una concentración en la que se reflejó el apoyo a su persona. A esas horas, todo iba bien, se le recibía con gusto y expectación en donde quiera que se presentaba.
Ya muy cerca del momento de su muerte, arribó al aeropuerto de Tijuana pasadas las cuatro de la tarde, hora local, las seis para la Ciudad de México. Fue recibido por militantes priístas y dirigencia, para posteriormente salir a Lomas Taurinas, el último lugar en el que estuvo.
Así, en la que fue su última concentración del 23 de marzo, ya entrada la noche en el Distrito Federal, en ese asentamiento irregular de Tijuana, en una explanada sin pendiente, sobre la calle La Punta donde se colocó un templete improvisado sobre una camioneta, Colosio dirigió el denominado acto de unidad, en el que se concentraron cerca de cuatro mil personas.
Refirió que su compromiso era encabezar un gobierno que estuviera cerca de la gente, donde la iniciativa popular fuera el eje fundamental para el avance y progreso social.
Sostuvo que aprendió de la gente que con unidad, esfuerzo conjunto y suma de voluntades no habría obstáculo que no pudieran vencer.
"Vamos amigas y amigos por la Presidencia de México; el poder ciudadano a la Presidencia de la República. La iniciativa popular a la Presidencia de la República, para que gane Tijuana, para que gane Baja California y para que gane México, para que ganemos México". Ese fue el final de su último discurso público, tras del cual vinieron vivas, porras y el cierre de la banda musical con "La Culebra".
"Vamos a ganar porque sabemos lo que es la competencia política; no le tememos a la competencia, lo que sí rechazamos es la incompetencia", dejó en claro en ese entonces candidato, en aquel encuentro que se convirtió en una fiesta popular, para pasar en minutos a una tragedia: el magnicidio del siglo XX.
Ni parecía que Colosio había llegado a tierras que por primera vez gobernaba un panista, Ernesto Ruffo Appel, la colonia estaba invadida de priístas y qué decir del estado, donde se notaba la presencia del Revolucionario Institucional.
Tras haber sido interceptado por Mario Aburto, la muerte de Luis Donaldo Colosio se formalizó a las A las 20 horas con 30 minutos, la Presidencia de la República dio a conocer que a las 8 de la noche con 15 minutos, el candidato del PRI había fallecido.
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