Hoy viernes, el padre de Jersey -originario de la central ciudad mexicana de Toluca- salió en libertad de una prisión de Louisiana tras el pago de una fianza y con una audiencia ante un juez de migración, según confirmó la madre de la menor.
Mario Vargas enfrentó el pasado 27 de septiembre una revisión de tránsito y al no tener documentos migratorios válidos fue detenido y entregado a las autoridades de migración.
Cuando terminó el encuentro, al cual asistieron más de 60,000 personas, la pequeña saltó una valla y se adelantó hasta la primera fila donde, emocionada, le regaló al Pontífice una servilleta, un recuerdo de gran valor sentimental.
Como en un primer momento no pudo referirse a la situación de sus padres inmigrantes, volvió poco después a saludar al Papa y le habló de la inminente deportación de su padre. "¿De dónde?", preguntó el líder católico. "De Estados Unidos", replicó ella.
"Me regresé y le dije que nos ayudara porque es injusto que muchos niños estemos pasando por la misma situación, estamos separados de nuestras familias", dijo a niña a Notimex en El Vaticano, en un perfecto español.
"Me bendijo, me dio un beso y me confirmó que iba a ver al Presidente Obama, yo ya me sentí más calmada porque hice una diferencia en el mundo, me dio su palabra y estoy contenta", contó.
Jersey es la tercera de cinco hermanos del matrimonio entre Mario y Dolores Vargas. Ella y otros dos de sus hermanos son ciudadanos estadounidenses mientras que los otros dos tienen permisos temporales.
El Papa Francisco y Obama se reunieron la víspera por primera vez en privado en la biblioteca papal, ubicada en el segundo piso del Palacio Apostólico del Vaticano.
Jersey es esperada este sábado y todo indica que podría encontrarse de inmediato con su padre que también viaja a Los Angeles.
Los activistas señalaron que esperan convocar a una rueda de prensa para dar los pormenores de su visita al Vaticano, así como del logro de la menor.
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