Arturo R. Pansza
En menos de cinco minutos el fuego envolvió al autobús, "se vivió un infierno", se escucharon los gritos de dolor de quienes se quemaron, relató uno de los sobrevivientes de la unidad turística que se incendió en la madrugada del domingo en una carretera de Veracruz, en la zona de Acayucan, al describir la manera en que pudo salir junto con otras tres personas.
Se trata de Bryan Gerardo Alvarez García, quien dio cuenta que los sobrevivientes de la tragedia, cuatro en total, pudieron escapar del autobús turístico en el momento en que se incendiaba, a través de una de las ventanas de la parte superior de la unidad.
Lucero Rodas Pérez, de 38 años de edad, y su esposo Manuel Quino Tejeda, de 39, junto con Antonio Morgan Candelario, de 24, y Bryan Gerardo, de 19, pudieron salvar la vida al dirigirse a la parte trasera del autobús, en donde pudieron abrir una de las ventanas.
Resulta que las cuatro personas se auxiliaron para salir por el techo. Una vez arriba de la unidad, caminaron sobre la misma con cuidado y descendieron al estar en lo último del camión que se incendió muy rápido.
El joven Alvarez García, dijo que iba dormido en el autobús que tenía el itinerario de Villahermosa, Tabasco a la ciudad de México. Se despertó al filo de las 2:30 de la madrugada del domingo pasado, tras sentir el impacto del autobús y, al ver que se incendiaba la unidad, se concentró en la parte trasera de la misma para buscar una salida de emergencia, lo mismo que hicieron los otros tres sobrevivientes.
"Tras el impacto contra un trailer mal estacionado sobre la carretera, de inmediato el autobús fue abrasado por el fugo, escuchamos a los amigos que se quejaban del dolor al quemarse vivos", describió Bryan que pudo salvar la vida y que es atendido en un hospital.
Los otros sobrevivientes dieron cuenta de la forma en que pudieron salir por la parte superior del autobús, caminar por el techo y brincar para evitar morir quemados, mientras que escuchaban como se quejaban las demás personas que finalmente quedaron calcinadas y sus cuerpos serán identificados a través de prueba de ADN.
Esas personas que milagrosamente salvaron la vida, narraron el infierno a bordo del autobús y, lamentaron no haber podido ayudar a las víctimas mortales, debido a que fueron cinco escasos minutos los que tuvieron para reaccionar y poder salir antes de ser alcanzados por el fuego.
Ya afuera vieron como las llamas envolvieron a la unidad y a las personas que hacían el esfuerzo para salir de ese infierno y que, finalmente resultaron calcinadas.
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