Fotos: Luis A. Barrera
Alvaro Velázquez
CIUDAD NEZAHUALCOYOTL, Méx.- Cansado de que constantemente lo extorsionara con diferentes cantidades de dinero, un comerciante de un mercado sobre ruedas de este municipio asesinó a balazos a un presunto delincuente cuando supuestamente llegó a su puesto para cobrarle la famosa "renta" por el derecho de piso.
"Se lo merecía, ya estábamos hartos de que cada que se le daba la gana llegara para extorsionarnos", dijeron a la policía varios de los comerciantes del citado mercado, quienes se negaron rotundamente a revelar la identidad del presunto homicida, argumentando que para ellos era "un héroe anónimo", pues ante la falta de una respuesta de la misma policía, "les había hecho un favor, al quitarles de encima a este sujeto".
Los hechos que costaron la vida del presunto extorsionador, identificado como Ricardo de la Cruz Castillo, de 38 años de edad, se registraron la filo de las 14:00 horas de hoy, en el interior de un mercado sobre ruedas, ubicado en la esquina de las calles Cielito Lindo y Cama de Piedra, en la Colonia Benito Juárez, en este municipio.
Después de que los tripulantes de la patrulla 07706 de la SSC tomaron conocimiento del crimen, de inmediato se presentaron en el lugar y al entrevistarse con varios de los comerciantes para establecer con exactitud qué es lo que había pasado, éstos revelaron que momentos antes de que se registraran los mortales hechos, el ahora occiso, como regularmente solía hacerlo cada fin de semana, llegó a uno de los puestos, presuntamente con la finalidad de extorsionar a uno de sus compañeros.
Sin embargo, dijeron los tianguistas a los estatales, debido a que su compañero comerciante ya estaba harto de que dicho sujeto cada fin de semana llegara para cobrarle la famosa "renta" no solamente a él sino que a todos los comerciantes del tianguis, en esta ocasión se negó rotundamente a pagarle, por lo que iniciaron acalorada discusión que fue subiendo de tono y que finalmente terminó al momento en que sorpresivamente sacó de entre sus ropas una pistola para asesinarlo a balazos.
En medio de los gritos y el terror que originó este incidente entre los mismos comerciantes y los clientes que se encontraban en el lugar, el presunto homicida, de quien los tianguistas se negaron rotundamente a dar su nombre, corrió para darse a la fuga y perderse entre las calles del lugar, sin que hasta el momento se sepa nada de su identidad y posible paradero y tal vez nunca se sepa, pues los comerciantes lo protegieron abiertamente e incluso lo catalogaron como un héroe, ya que aseguraron que con su acción a todas luces valiente les quitó de encima a un delincuente que ya los tenía hartos con sus constantes extorsiones.
Posteriormente, cuando el ministerio público arribó al lugar y practicaba las primeras inspecciones oculares, una mujer que se identificó como Diana García Morales, de 30 años de edad, llegó a la zona y al tener de frente el cuerpo, lo identificó como el de su esposo.
Al ser cuestionada por elementos de la SSC y de la Policía Ministerial, la mujer que se mostraba sumamente tranquila y quien no detonaba el más mínimo dolor e incluso hasta sonreía, dijo a los policías que momentos antes de los mortales hechos su esposo le comentó que iba al tianguis supuestamente para comprar diversas mercancías y "chácharas", mismas que posteriormente revendía en las inmediaciones del mismo tianguis.
El ahora occiso quedó tirado boca abajo y según información del MP presentaba al menos 4 balazos en diferentes partes de su cuerpo, al parecer de una pistola calibre .9 milímetros, pues alrededor se encontraron al menos 6 casquillos percutidos de dicha arma.
Aunque los comerciantes afirmaron que el ahora occiso era un supuesto extorsionador y se negaron rotundamente a dar el nombre del presunto homicida, elementos de la Policía Ministerial informaron que en un intento por aclarar este hecho y lograr la identificación y captura del presunto asesino, ya iniciaron con las investigaciones correspondientes, pues indicaron que a pesar de que el mortal hecho se haya dado como lo aseguran los comerciantes, nadie está por encima de la ley, ni puede hacer justicia por mano propia.
CIUDAD NEZAHUALCOYOTL, Méx.- Cansado de que constantemente lo extorsionara con diferentes cantidades de dinero, un comerciante de un mercado sobre ruedas de este municipio asesinó a balazos a un presunto delincuente cuando supuestamente llegó a su puesto para cobrarle la famosa "renta" por el derecho de piso.
"Se lo merecía, ya estábamos hartos de que cada que se le daba la gana llegara para extorsionarnos", dijeron a la policía varios de los comerciantes del citado mercado, quienes se negaron rotundamente a revelar la identidad del presunto homicida, argumentando que para ellos era "un héroe anónimo", pues ante la falta de una respuesta de la misma policía, "les había hecho un favor, al quitarles de encima a este sujeto".
Los hechos que costaron la vida del presunto extorsionador, identificado como Ricardo de la Cruz Castillo, de 38 años de edad, se registraron la filo de las 14:00 horas de hoy, en el interior de un mercado sobre ruedas, ubicado en la esquina de las calles Cielito Lindo y Cama de Piedra, en la Colonia Benito Juárez, en este municipio.
Después de que los tripulantes de la patrulla 07706 de la SSC tomaron conocimiento del crimen, de inmediato se presentaron en el lugar y al entrevistarse con varios de los comerciantes para establecer con exactitud qué es lo que había pasado, éstos revelaron que momentos antes de que se registraran los mortales hechos, el ahora occiso, como regularmente solía hacerlo cada fin de semana, llegó a uno de los puestos, presuntamente con la finalidad de extorsionar a uno de sus compañeros.
Sin embargo, dijeron los tianguistas a los estatales, debido a que su compañero comerciante ya estaba harto de que dicho sujeto cada fin de semana llegara para cobrarle la famosa "renta" no solamente a él sino que a todos los comerciantes del tianguis, en esta ocasión se negó rotundamente a pagarle, por lo que iniciaron acalorada discusión que fue subiendo de tono y que finalmente terminó al momento en que sorpresivamente sacó de entre sus ropas una pistola para asesinarlo a balazos.
En medio de los gritos y el terror que originó este incidente entre los mismos comerciantes y los clientes que se encontraban en el lugar, el presunto homicida, de quien los tianguistas se negaron rotundamente a dar su nombre, corrió para darse a la fuga y perderse entre las calles del lugar, sin que hasta el momento se sepa nada de su identidad y posible paradero y tal vez nunca se sepa, pues los comerciantes lo protegieron abiertamente e incluso lo catalogaron como un héroe, ya que aseguraron que con su acción a todas luces valiente les quitó de encima a un delincuente que ya los tenía hartos con sus constantes extorsiones.
Posteriormente, cuando el ministerio público arribó al lugar y practicaba las primeras inspecciones oculares, una mujer que se identificó como Diana García Morales, de 30 años de edad, llegó a la zona y al tener de frente el cuerpo, lo identificó como el de su esposo.
Al ser cuestionada por elementos de la SSC y de la Policía Ministerial, la mujer que se mostraba sumamente tranquila y quien no detonaba el más mínimo dolor e incluso hasta sonreía, dijo a los policías que momentos antes de los mortales hechos su esposo le comentó que iba al tianguis supuestamente para comprar diversas mercancías y "chácharas", mismas que posteriormente revendía en las inmediaciones del mismo tianguis.
El ahora occiso quedó tirado boca abajo y según información del MP presentaba al menos 4 balazos en diferentes partes de su cuerpo, al parecer de una pistola calibre .9 milímetros, pues alrededor se encontraron al menos 6 casquillos percutidos de dicha arma.
Aunque los comerciantes afirmaron que el ahora occiso era un supuesto extorsionador y se negaron rotundamente a dar el nombre del presunto homicida, elementos de la Policía Ministerial informaron que en un intento por aclarar este hecho y lograr la identificación y captura del presunto asesino, ya iniciaron con las investigaciones correspondientes, pues indicaron que a pesar de que el mortal hecho se haya dado como lo aseguran los comerciantes, nadie está por encima de la ley, ni puede hacer justicia por mano propia.
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