Texto y Fotos: Enrique Hernández
"Era un niño, apenas iba a cumplir los 16 años, no merecía morir", se escuchó en el momento que una carretada de aplausos de familiares, amigos, gente del barrio de Tepito, despedía a su última morada a Jerzy, uno de los trece levantados del bar Heaven.
Vestidos de blanco, hombres, mujeres y niños, antes de que el féretro fuera levantado de la sala de los Funerales Tlatelolco, como una especie de rito de despedida, se sujetaron de las manos que colocaron sobre el ataúd.
En punto de las 12:30 de ayer, una caravana larga de autos y de camiones que transportaba a dolientes, se formó a lo largo de diversas avenidas con rumbo al panteón Jardines del Recuerdo.
Luego de casi una hora de recorrido, el cortejo fúnebre llevó a ese camposanto, donde un pedazo de tierra ya esperaba al joven de 16 años de edad, nativo del barrio de Tepito.
En ese panteón donde se sobresale una gigantesca imagen de Jesús postrado en las tumbas, los tepiteños caminaron lentamente con el ataúd en hombros, mientras los ojos llorosos de los asistentes hicieron notar sus sentimientos encontrados.
Unos se preguntaban por qué tenía que haber sido así, pero la mayoría exigía justicia.
Como la señora María Teresa Ramos, abuelita de Jerzy quien pidió que las autoridades hagan algo para esclarecer los hechos.
"No solamente pedimos justicia para los nuestro, también la imploramos para toda la gente que tiene dolor, no debe de ser así, porque es vivir en agonía", recalcó.
Antes de ser conducido al pedazo de tierra, los dolientes, escucharon misa en la pequeña parroquia del camposanto. Recibieron palabras de aliento de parte del padre que pidió consuelo a los dolientes.
El sol que caía a plomo, enmarcó el paso de la gente que abanderó el féretro de Jerzy con rumbo a su sepulcro, aquel que seguramente será el definitivo.
Y es que hace unos meses, el cuerpo del joven tepiteño fue emergido de la madre tierra, cuando las autoridades dieron con una fosa clandestina, donde estaban enterrados las 13 víctima del Heaven.
"Descansa en paz carnalito", se escuchó. Un joven delgado, de camiseta sin mangas y tatuajes, conmovido vociferaba: "le dueles a la banda, a tu familia y todos los tepiteños".
Dicen que hasta el más valiente, se desquebraja cuando das el adiós para siempre a aquellas persona que llevas dentro del corazón.
Y eso fue lo que le sucedió a aquellos jóvenes que viven precisamente en el barrio de Tepito que al ver descender el ataúd que guardan los restos de Jerzy, soltaron en llanto y gritaron "échele huevos mi Jerzy".
La señora Leticia Ponce mamá del joven que era sepultado, tomó una botella de whisky y roció el ataúd con esa bebida.
Luego vinieron los aplausos y una frase que demuestra que a pesar de todo, el barrio está unido, "no hay pedo, estamos contigo, no es un adiós, es un hasta luego", mientras en el fondo se escuchaba la canción de la banda Los Recoditos, "Mi Ultimo Recuerdo" y uno que otro asistente, empinaba la chela o el pomo para decir salud, "por el recuerdo del Jerzy".
En punto de las 12:30 de ayer, una caravana larga de autos y de camiones que transportaba a dolientes, se formó a lo largo de diversas avenidas con rumbo al panteón Jardines del Recuerdo.
Luego de casi una hora de recorrido, el cortejo fúnebre llevó a ese camposanto, donde un pedazo de tierra ya esperaba al joven de 16 años de edad, nativo del barrio de Tepito.
En ese panteón donde se sobresale una gigantesca imagen de Jesús postrado en las tumbas, los tepiteños caminaron lentamente con el ataúd en hombros, mientras los ojos llorosos de los asistentes hicieron notar sus sentimientos encontrados.
Unos se preguntaban por qué tenía que haber sido así, pero la mayoría exigía justicia.
Como la señora María Teresa Ramos, abuelita de Jerzy quien pidió que las autoridades hagan algo para esclarecer los hechos.
"No solamente pedimos justicia para los nuestro, también la imploramos para toda la gente que tiene dolor, no debe de ser así, porque es vivir en agonía", recalcó.
Antes de ser conducido al pedazo de tierra, los dolientes, escucharon misa en la pequeña parroquia del camposanto. Recibieron palabras de aliento de parte del padre que pidió consuelo a los dolientes.
El sol que caía a plomo, enmarcó el paso de la gente que abanderó el féretro de Jerzy con rumbo a su sepulcro, aquel que seguramente será el definitivo.
Y es que hace unos meses, el cuerpo del joven tepiteño fue emergido de la madre tierra, cuando las autoridades dieron con una fosa clandestina, donde estaban enterrados las 13 víctima del Heaven.
"Descansa en paz carnalito", se escuchó. Un joven delgado, de camiseta sin mangas y tatuajes, conmovido vociferaba: "le dueles a la banda, a tu familia y todos los tepiteños".
Y eso fue lo que le sucedió a aquellos jóvenes que viven precisamente en el barrio de Tepito que al ver descender el ataúd que guardan los restos de Jerzy, soltaron en llanto y gritaron "échele huevos mi Jerzy".
La señora Leticia Ponce mamá del joven que era sepultado, tomó una botella de whisky y roció el ataúd con esa bebida.
Luego vinieron los aplausos y una frase que demuestra que a pesar de todo, el barrio está unido, "no hay pedo, estamos contigo, no es un adiós, es un hasta luego", mientras en el fondo se escuchaba la canción de la banda Los Recoditos, "Mi Ultimo Recuerdo" y uno que otro asistente, empinaba la chela o el pomo para decir salud, "por el recuerdo del Jerzy".
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