Fotos: Jaime Llera
Noel F. Alvarado
Una mujer y su nietecita de tres años de edad fueron acribilladas a balazos en los momentos en que descendían de un taxi en calles de la Colonia Agrícola Pantitlán, Delegación Iztacalco. A consecuencia de las heridas de proyectil de arma de fuego, la mujer, identificada como Astrid Galindo Buenrostro, de 43 años, falleció, en tanto que la pequeña quedó con vida.
El responsable fue un solo individuo, quien tras cometer la agresión se dio a la fuga, por lo que las investigaciones continúan en un intento por obtener información que lleve a localizar y detener al presunto sicario.
El cuerpo de la mujer quedó junto al taxi Chevrolet Corsa, placas B-23676 y en la escena del crimen, los investigadores encontraron al menos siete casquillos percutidos de arma de fuego de grueso calibre.
Por la forma en que fue cometido este hecho de violencia, los encargados de las investigaciones de la Fiscalía de la Procuraduría General de Justicia en Iztacalco, presumen que el crimen se debe a una venganza; sin embargo, serán los avances de las indagaciones cuando se conozcan los verdaderos motivos por los que se cometió esta agresión.
De acuerdo a los reportes policiacos del Centro de Información Policial de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, Astrid Galindo Buenrostro, de 43 años de edad y su netecita de tres años, viajaban a bordo de un taxi y se detuvieron frente a la casa marcada con el número 10 de la Privada Escuela, entre las calles 3 y 4 de la Colonia Agrícola Pantitlán, en la Delegación Iztacalco.
En ese lugar la mujer y la pequeña descendieron del taxi y en los instantes en que la adulta pagaba al taxista lo que había marcado el taxímetro, se acercó un individuo y sin mediar palabra le disparó con una pistola.
Los proyectiles del arma de fuego se alojaron en los cuerpos de la abuela y su nietecita, por lo que ambas cayeron mortalmente heridas, en tanto que el agresor se dio a la fuga.
Algunos testigos de inmediato solicitaron la intervención de personal de los cuerpos de socorro y de la policía. Socorristas de la Cruz Roja y del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas revisaron los cuerpos de la abuela y nieta y fue entonces cuando diagnosticaron que la adulta ya había dejado de existir a consecuencia de las heridas de bala, en tanto que la pequeña aún tenía signos de vida, por lo que tras brindarle los primeros auxilios, la trasladaron de emergencia a un hospital, donde los médicos señalan que su estado de salud es delicado.
Al mismo tiempo, uniformados de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal y agentes de la Policía Investigadora implementaron un operativo en una amplia zona, sin embargo no lograron detectar al asesino, por lo que las investigaciones continúan.
Durante las investigaciones, la señora Betsy Michel, de 21 años de edad, identificó a la pequeña como su hija Neyvary, la cual recibió dos heridas de bala, una en el brazo izquierdo y otra en el tórax. La mujer dijo desconocer los motivos por los que ocurrió la agresión. Como parte de las investigaciones el conductor del vehículo de alquiler fue presentado ante el ministerio público como testigo.
Autoridades ministeriales, periciales y agentes de la Policía Investigadora continúan con las indagaciones a fin de aclarar este hecho de violencia, así como para localizar y detener al responsable.
Una mujer y su nietecita de tres años de edad fueron acribilladas a balazos en los momentos en que descendían de un taxi en calles de la Colonia Agrícola Pantitlán, Delegación Iztacalco. A consecuencia de las heridas de proyectil de arma de fuego, la mujer, identificada como Astrid Galindo Buenrostro, de 43 años, falleció, en tanto que la pequeña quedó con vida.
El responsable fue un solo individuo, quien tras cometer la agresión se dio a la fuga, por lo que las investigaciones continúan en un intento por obtener información que lleve a localizar y detener al presunto sicario.
El cuerpo de la mujer quedó junto al taxi Chevrolet Corsa, placas B-23676 y en la escena del crimen, los investigadores encontraron al menos siete casquillos percutidos de arma de fuego de grueso calibre.
Por la forma en que fue cometido este hecho de violencia, los encargados de las investigaciones de la Fiscalía de la Procuraduría General de Justicia en Iztacalco, presumen que el crimen se debe a una venganza; sin embargo, serán los avances de las indagaciones cuando se conozcan los verdaderos motivos por los que se cometió esta agresión.
De acuerdo a los reportes policiacos del Centro de Información Policial de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, Astrid Galindo Buenrostro, de 43 años de edad y su netecita de tres años, viajaban a bordo de un taxi y se detuvieron frente a la casa marcada con el número 10 de la Privada Escuela, entre las calles 3 y 4 de la Colonia Agrícola Pantitlán, en la Delegación Iztacalco.
En ese lugar la mujer y la pequeña descendieron del taxi y en los instantes en que la adulta pagaba al taxista lo que había marcado el taxímetro, se acercó un individuo y sin mediar palabra le disparó con una pistola.
Los proyectiles del arma de fuego se alojaron en los cuerpos de la abuela y su nietecita, por lo que ambas cayeron mortalmente heridas, en tanto que el agresor se dio a la fuga.
Algunos testigos de inmediato solicitaron la intervención de personal de los cuerpos de socorro y de la policía. Socorristas de la Cruz Roja y del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas revisaron los cuerpos de la abuela y nieta y fue entonces cuando diagnosticaron que la adulta ya había dejado de existir a consecuencia de las heridas de bala, en tanto que la pequeña aún tenía signos de vida, por lo que tras brindarle los primeros auxilios, la trasladaron de emergencia a un hospital, donde los médicos señalan que su estado de salud es delicado.
Al mismo tiempo, uniformados de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal y agentes de la Policía Investigadora implementaron un operativo en una amplia zona, sin embargo no lograron detectar al asesino, por lo que las investigaciones continúan.
Durante las investigaciones, la señora Betsy Michel, de 21 años de edad, identificó a la pequeña como su hija Neyvary, la cual recibió dos heridas de bala, una en el brazo izquierdo y otra en el tórax. La mujer dijo desconocer los motivos por los que ocurrió la agresión. Como parte de las investigaciones el conductor del vehículo de alquiler fue presentado ante el ministerio público como testigo.
Autoridades ministeriales, periciales y agentes de la Policía Investigadora continúan con las indagaciones a fin de aclarar este hecho de violencia, así como para localizar y detener al responsable.
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