Enrique Hernández y Raúl Macías
ECATEPEC, Méx.- Con una solemne misa, donde rodaron lágrimas y súplicas en oración por los 27 fallecidos el año pasado en San Pedro Xalostoc, Estado de México, al explotar una pipa de gas, mostró que la herida aún no cierra.
Desde temprana hora, las muestras de tristeza se dieron en este pueblo, donde los habitantes despertaron con el recuerdo amargo de aquella mañana del 7 de mayo de 2013, por lo que la mayoría los lugareños colocó moños negros de luto en las calles, afuera de las casas, de los negocios e incluso en los automóviles.
La zona que devastó el fuego, que ocasionó el contenedor al explotar, luego de haberse zafado de un trailer, mientras circulaba por la Autopista México-Pachuca, a un año lucía transformada, las cenizas y las casas destruidas se convirtieron en suelo firme de adoquín y en hogares reconstruidos donde las flores y las veladoras que formaron pequeños altares dieron muestra del luto en que vive el pueblo de San Pedro Xalostoc.
En la zona mas afectadas y en donde los habitantes aún no regresan por miedo de que pueda suceder lo mismo, en una casa, donde murieron 17, se construyó un pequeño jardín, donde se develó una placa en memoria de las 27 personas que fallecieron en la explosión.
Antes de que dieran las once de la mañana de ayer, las campanas de la iglesia repicaron para llamar a la gente a escuchar la misa y con ello venerar a las víctimas.
Los vecinos, familiares y sobrevivientes al caminar rumbo a la iglesia, se miraban con tristeza, lágrimas en el rostro al tiempo que cargaban las cruces de las 27 víctimas.
En sus rostros se notó que aún no han aceptado el hecho, aquel accidente que les arrebató la vida a sus seres queridos.
En la misa se recordó a los fallecidos, en el lugar estuvo la tragedia y el milagro reflejado en la señora Wendy, sobreviviente del accidente, quien en ese entonces se encontraba embarazada y que afortunadamente, ella y su bebé ayer rendían cuentas en la casa de Dios.
El padre de la iglesia de San Pedro Xalostoc, imploró a los presentes para que reflexionaran de la tragedia. "Son errores humanos que pudieron prevenirse", dijo.
EDIL DE ECATEPEC
ENCABEZO LA MISA
"Recordamos con respeto y cariño a las 27 personas que perdieron la vida como consecuencia del estallido de una pipa de gas en la Autopista México-Pachuca a la altura del pueblo de San Pedro Xalostoc"; expresó el presidente municipal de Ecatepec, Pablo Bedolla López, al encabezar la ceremonia por el primer aniversario del accidente.
En la explanada central con la presencia de bomberos, elementos de Protección Civil, policías, los integrantes del cabildo y del gabinete municipal, así como servidores públicos del ayuntamiento, Bedolla López enfatizó que la coordinación de los tres niveles de gobierno fue de vital importancia para auxiliar a los vecinos de ese pueblo fundador de Ecatepec.
Asimismo recordó el inmediato apoyo del Presidente Enrique Peña Nieto y la presencia en el lugar de los hechos del gobernador mexiquense Eruviel Avila, quien supervisó las labores de rescate y atención a los afectados.
Diecinueve minutos después de las 5:00 horas, los vulcanos izaron la bandera a media asta como señal de luto y muestra de solidaridad de todos los ecatepequenses y de las autoridades locales.
"Recordamos con respeto y cariño a las 27 personas que desafortunadamente perdieron la vida. Por ello hoy en esta ceremonia izamos la bandera a media asta en señal de luto, como una muestra y homenaje de la solidaridad de todos los ecatepequenses"; señaló el alcalde.
Como parte de las actividades para honrar la memoria de los adultos, jóvenes e inclusive niños que perecieron el año pasado, el obispo de Ecatepec, monseñor Roberto Domínguez ofició una misa a las 11:00 de la mañana en la iglesia de San Pedro Xalostoc, a la que asistieron familiares de las víctimas.
Posteriormente se llevó a cabo la inauguración de una plaza, ubicada en la cerrada Cuauhtémoc de esa comunidad. El lugar tiene una fuente de cantera al centro, la placa con los nombres de cada uno de los 27 fallecidos e igual número de árboles de la especie cedro limón; ello a manera de un homenaje perpetuo por parte de los gobiernos de la República, del Estado de México y del ayuntamiento ecatepequense.
En uso de la palabra, José Guadalupe Pallares, delegado municipal de San Pedro Xalostoc, expresó: "Quiero dar gracias a las autoridades municipales que desde el primer momento estuvieron presentes. Estuvieron aquí hombro a hombro con nosotros soportando nuestra presión".
ECATEPEC, Méx.- Con una solemne misa, donde rodaron lágrimas y súplicas en oración por los 27 fallecidos el año pasado en San Pedro Xalostoc, Estado de México, al explotar una pipa de gas, mostró que la herida aún no cierra.
Desde temprana hora, las muestras de tristeza se dieron en este pueblo, donde los habitantes despertaron con el recuerdo amargo de aquella mañana del 7 de mayo de 2013, por lo que la mayoría los lugareños colocó moños negros de luto en las calles, afuera de las casas, de los negocios e incluso en los automóviles.
En la zona mas afectadas y en donde los habitantes aún no regresan por miedo de que pueda suceder lo mismo, en una casa, donde murieron 17, se construyó un pequeño jardín, donde se develó una placa en memoria de las 27 personas que fallecieron en la explosión.
Antes de que dieran las once de la mañana de ayer, las campanas de la iglesia repicaron para llamar a la gente a escuchar la misa y con ello venerar a las víctimas.
Los vecinos, familiares y sobrevivientes al caminar rumbo a la iglesia, se miraban con tristeza, lágrimas en el rostro al tiempo que cargaban las cruces de las 27 víctimas.
En sus rostros se notó que aún no han aceptado el hecho, aquel accidente que les arrebató la vida a sus seres queridos.
En la misa se recordó a los fallecidos, en el lugar estuvo la tragedia y el milagro reflejado en la señora Wendy, sobreviviente del accidente, quien en ese entonces se encontraba embarazada y que afortunadamente, ella y su bebé ayer rendían cuentas en la casa de Dios.
El padre de la iglesia de San Pedro Xalostoc, imploró a los presentes para que reflexionaran de la tragedia. "Son errores humanos que pudieron prevenirse", dijo.
EDIL DE ECATEPEC
ENCABEZO LA MISA
"Recordamos con respeto y cariño a las 27 personas que perdieron la vida como consecuencia del estallido de una pipa de gas en la Autopista México-Pachuca a la altura del pueblo de San Pedro Xalostoc"; expresó el presidente municipal de Ecatepec, Pablo Bedolla López, al encabezar la ceremonia por el primer aniversario del accidente.
En la explanada central con la presencia de bomberos, elementos de Protección Civil, policías, los integrantes del cabildo y del gabinete municipal, así como servidores públicos del ayuntamiento, Bedolla López enfatizó que la coordinación de los tres niveles de gobierno fue de vital importancia para auxiliar a los vecinos de ese pueblo fundador de Ecatepec.
Asimismo recordó el inmediato apoyo del Presidente Enrique Peña Nieto y la presencia en el lugar de los hechos del gobernador mexiquense Eruviel Avila, quien supervisó las labores de rescate y atención a los afectados.
Diecinueve minutos después de las 5:00 horas, los vulcanos izaron la bandera a media asta como señal de luto y muestra de solidaridad de todos los ecatepequenses y de las autoridades locales.
"Recordamos con respeto y cariño a las 27 personas que desafortunadamente perdieron la vida. Por ello hoy en esta ceremonia izamos la bandera a media asta en señal de luto, como una muestra y homenaje de la solidaridad de todos los ecatepequenses"; señaló el alcalde.
Como parte de las actividades para honrar la memoria de los adultos, jóvenes e inclusive niños que perecieron el año pasado, el obispo de Ecatepec, monseñor Roberto Domínguez ofició una misa a las 11:00 de la mañana en la iglesia de San Pedro Xalostoc, a la que asistieron familiares de las víctimas.
Posteriormente se llevó a cabo la inauguración de una plaza, ubicada en la cerrada Cuauhtémoc de esa comunidad. El lugar tiene una fuente de cantera al centro, la placa con los nombres de cada uno de los 27 fallecidos e igual número de árboles de la especie cedro limón; ello a manera de un homenaje perpetuo por parte de los gobiernos de la República, del Estado de México y del ayuntamiento ecatepequense.
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