Noel F. Alvarado, Foto: Jaime Llera
Un jefe de familia y su hija, fueron cruelmente asesinados en su domicilio, al ser sometidos, atados de pies y manos y torturados con una bolsa de plástico que le colocaron en la cabeza hasta privarlos de la vida.
De acuerdo a la versión de los encargados de las investigaciones, por la forma en que fueron ultimados, se debe a una venganza por gente que los conocía; sin embargo, será conforme avancen la indagaciones cuando se conozcan los motivos por los que fueron asesinados.
Los primeros dictámenes periciales señalan que los cuerpos ya tenían más de 24 horas de haber sido ultimados por la rigidez de los cuerpos y -según las pesquisas-, los criminales eran conocidos debido a que no existe forzadura de chapas o ventanas para ingresar.
Fueron familiares de Enrique Juárez Castellanos, de 88 años de edad, y de su hija, Elizabeth Belén Juárez Madridis, de 32 años, los que notificaron a las autoridades después de que los hallaron dentro de una bodega con bolsas de plástico en la cabeza y amarrados de pies y manos.
Paramédicos y policías ingresaron al lugar localizado en la calle 25, número 131 casi esquina con Central Sur, de la Colonia Pro Hogar en la Delegación Azcapotzalco. Los uniformados de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, acordonaron el lugar, en tanto que socorristas de la Cruz Roja, procedieron a revisar los cuerpos y diagnosticaron que ya tenían varias horas de haber dejado de existir.
A la escena del doble asesinato, acudieron autoridades ministeriales, periciales y agentes de la Policía Investigadora, mismos que de manera conjunta se dieron a la tarea de realizar la inspección ocular.
Una vez que recogieron toda evidencia que los lleve al esclarecimiento de este doble crimen, los cuerpos de padre e hija, fueron trasladados al anfiteatro de la fiscalía de la Procuraduría capitalina en Azcapotzalco, donde se continúa con las investigaciones en un intento por aclarar este doble asesinato y localizar y detener a los responsables.
Un jefe de familia y su hija, fueron cruelmente asesinados en su domicilio, al ser sometidos, atados de pies y manos y torturados con una bolsa de plástico que le colocaron en la cabeza hasta privarlos de la vida.
De acuerdo a la versión de los encargados de las investigaciones, por la forma en que fueron ultimados, se debe a una venganza por gente que los conocía; sin embargo, será conforme avancen la indagaciones cuando se conozcan los motivos por los que fueron asesinados.
Los primeros dictámenes periciales señalan que los cuerpos ya tenían más de 24 horas de haber sido ultimados por la rigidez de los cuerpos y -según las pesquisas-, los criminales eran conocidos debido a que no existe forzadura de chapas o ventanas para ingresar.
Fueron familiares de Enrique Juárez Castellanos, de 88 años de edad, y de su hija, Elizabeth Belén Juárez Madridis, de 32 años, los que notificaron a las autoridades después de que los hallaron dentro de una bodega con bolsas de plástico en la cabeza y amarrados de pies y manos.
Paramédicos y policías ingresaron al lugar localizado en la calle 25, número 131 casi esquina con Central Sur, de la Colonia Pro Hogar en la Delegación Azcapotzalco. Los uniformados de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, acordonaron el lugar, en tanto que socorristas de la Cruz Roja, procedieron a revisar los cuerpos y diagnosticaron que ya tenían varias horas de haber dejado de existir.
A la escena del doble asesinato, acudieron autoridades ministeriales, periciales y agentes de la Policía Investigadora, mismos que de manera conjunta se dieron a la tarea de realizar la inspección ocular.
Una vez que recogieron toda evidencia que los lleve al esclarecimiento de este doble crimen, los cuerpos de padre e hija, fueron trasladados al anfiteatro de la fiscalía de la Procuraduría capitalina en Azcapotzalco, donde se continúa con las investigaciones en un intento por aclarar este doble asesinato y localizar y detener a los responsables.
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