El grito se originó en los partidos de Chivas de Guadalajara y se popularizó en un encuentro entre las selecciones de México y Estados Unidos en esa misma ciudad del occidente mexicano por la eliminatoria olímpica para los Juegos de 2004 en Atenas. Desde entonces, es un grito común en casi todos los estadios del futbol mexicano.
"Es algo en lo que no podemos intervenir ni deportiva, ni jurídicamente", dijo el director de selecciones nacionales mexicanas, Héctor González Iñárritu, sin entrar en más detalles.
El martes, incluso los hinchas de Brasil adoptaron el grito a coro cada vez que el arquero de México, Guillermo Ochoa, realizaba un saque de meta.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y la Mandataria brasileña Dilma Rousseff prometieron utilizar el Mundial como un vehículo para combatir el racismo y la discriminación.
Fare, un grupo europeo que supervisa el comportamiento de los hinchas en los estadios, también alertó a la FIFA sobre el despliegue de pancartas con mensajes de ultraderecha por parte de hinchas de Croacia y Rusia.
Publicar un comentario