Es claro que las izquierdas, particularmente el PRD, necesitan una iniciativa cartel que les legitime en su búsqueda del voto con miras a 2015. Mencionar el impopular doble hoy no circula, las fallas en la Línea 12 del metro (así como las constantes fallas en todas las líneas a pesar de 8 meses de aumento del boleto en 150%), están de más ahora que el principal caudillo de estas facciones AMLO tiene su propio partido, ahora si, libre de toda resistencia y con un único beneficiario general: él. La izquierda esta descobijada, necesita una política cartel y la tiene: el aumento al salario mínimo. A la propuesta, se suma el PAN que viene manchado de una serie de ineficacias administrativas y escándalos, el cual busca reposicionarse bajo esta misma consigna.
Existen claramente dos axiomas en el debate: la popularidad de la posibilidad de aumento del salario mínimo, particularmente, para quienes representa su tipo de ingreso –también, generalmente, menos cualificados y desentendidos de nociones básicas de economía- ; y que actualización del salario mínimo o de subsistencia no ha ido a la par con la inflación en muchos años.
En contraposición las teorías económicas clásicas, sostienen que el salario debe crecer en función del crecimiento de la economía y que incluso en las grandes economías, cuando llega el punto de estancamiento, también decrece el salario. De manera menos generalizada también existe la teoría de que en recesión, contener los salarios ayuda a detener la inflación.
Lo cierto es que en términos muy básicos: el salario es parte del costo de producción de los bienes y servicios, por tanto, al encarecer la producción se encarece el producto –así de obvio como el pleonasmo escrito en estas líneas- de igual forma, el aumento de circulante, provoca aumento en la demanda de productos y servicios, por tanto: en una economía regida por la oferta y la demanda, tendríamos dos elementos que terminarían por encarecer los productos y servicios: haciendo que mayor cantidad de dinero, compre menos cosas en comparación con el punto base, provocando una decreción del salario real y por ende, del nivel de vida.
Todo esto, no es ingenuo, evidentemente tiene tintes electoreros, mientras el PAN se da la holgura de proponer consultarlo junto con las elecciones intermedias de 2015 (lo cual, garantiza bonos electorales menos grandes pero más seguros) el PRD propone hacer el aumento en dos escaladas, por lo que los efectos de la inflación, se prorratean entre la discusión, aprobación y vigencia a librar las citadas elecciones. Lo que también es cierto es que los derechos, productos y aprovechamientos, están tazados en salarios mínimos, lo cual nos llevaría a encarecer no sólo el pago de estos, también a que esta iniciativa, más que una política social, es una política recaudatoria, al menos por una de las partes: el PRD-GobiernoDF.
La verdad es que hay mecanismos compensatorios que si promueven el aumento del salario nominal (lo que compra el dinero equivalente al salario en un momento dado) ¿Por qué no hacer trasbordes entre metro y metrobús sin que le cueste a las personas?, la Reforma de Telecomunicaciones que si reducirá los costos de telefonía, la Reforma Energética que reducirá los costes de factura eléctrica y gas, por ende, los costos de producción. Ese es el camino y no la demagogia de aplauso fácil de aumentar, por aumentar.
Tw: @angelegal
Angel Leal Galicia es politólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México, Consejero Político del PRI en el Distrito Federal, Presidente de la Organización Corresponsabilidad Ciudadana y consultor político.
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