PAPALOTLA, Tlax., (OEM).- Un adolescente de 17 años de edad mató a sus padres y su menor hermano tras sostener una acalorada discusión en la que su progenitor le reclamó el hecho de no estudiar ni trabajar.
El drama familiar se registró en la comunidad de Xaltipa, municipio de Papalotla, donde los tres cuerpos ya fueron sepultados, mientras que Jesús "N" fue detenido y recluido en la cárcel respectiva para que sea juzgado tras declararse confeso del triple asesinato.
El pasado sábado 2 de agosto, a las 21:00 horas, el agente del ministerio público de delitos dolosos tuvo conocimiento del hallazgo de tres cadáveres en el interior de un domicilio de Papalotla.
Con esta información, el representante social se trasladó al lugar de los hechos en compañía del médico legista, perito en criminalística de campo, Policía Ministerial y demás especialistas de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), donde realizaron las diligencias correspondientes del levantamiento de los cadáveres de una mujer, un hombre y un menor de edad.
Asimismo, se ordenó el traslado de los cuerpos al Servicio Médico Forense (Semefo), anexo a la dependencia encargada de procurar justicia, donde se les practicó la autopsia de ley, al tiempo que el fiscal, los detectives y peritos acordonaron la zona y recabaron los indicios y pistas correspondientes, a fin de dar con el paradero del o los probables responsables.
Durante las diligencias, un menor de 17 años de edad identificó los cuerpos como los de sus padres, quienes en vida respondieron a los nombres de Lucila "N" y Leopoldo "N", que al morir contaban con 44 y 40 años de edad, respectivamente; de igual forma, reconoció el cuerpo de su hermano menor Marco "N", de 16 años.
Ante esta situación, los agentes ministeriales le solicitaron al menor declarar en relación a los hechos, ya que él fue el último que tuvo contacto con los hoy occisos.
De esta manera, en el transcurso del interrogatorio el probable responsable mostró señas de nerviosismo y contradicciones en sus argumentos, por lo que al verse sorprendido ofreció dinero en efectivo a fin de no continuar con las investigaciones, ya que reconoció haber asesinado a su familia.
Ante ello, los detectives lo pusieron a disposición del agente del ministerio público especializado en procuración de justicia para adolescentes, por el delito de cohecho, dentro de la averiguación previa correspondiente.
Durante su declaración ministerial, el inculpado reconoció haber privado de la vida a sus padres y hermano.
Jesús "N" agregó que la mañana del 2 de agosto protagonizó una acalorada discusión con su padre Leopoldo "N", quien lo amenazó con un arma de fuego, ya que desde hace tiempo no tenía empleo y había dejado de estudiar.
Ante esta situación, el homicida se lanzó contra su familiar a fin de desarmarlo; sin embargo, durante el forcejeo el menor accionó el arma contra su progenitor, lo que provocó que perdiera la vida al instante, acto seguido, les disparó a su madre Lucila "N" y a su hermano Marco "N".
Al notar los cuerpos sin vida en el suelo, tomó la decisión de quitarse la vida; no obstante, el arma ya no contenía balas, por lo que huyó de la casa y arrojó el revólver a una barranca.
Empero, al caer la noche regresó a su domicilio y llamó a la Policía Municipal a quienes les manifestó que encontró los cadáveres de sus familiares, además, dijo desconocer la forma en que perdieron la vida, a fin de deslindarse de responsabilidades.
Con la confesión, el representante social documentó las pruebas contundentes y realizó las diligencias correspondientes para que el inculpado fuera consignado y trasladado al Centro de Internamiento de Instrucción de Medidas para Adolescentes en el Estado de Tlaxcala (Ciimaet), a fin de que el juez de la causa determine su situación jurídica.
El drama familiar se registró en la comunidad de Xaltipa, municipio de Papalotla, donde los tres cuerpos ya fueron sepultados, mientras que Jesús "N" fue detenido y recluido en la cárcel respectiva para que sea juzgado tras declararse confeso del triple asesinato.
El pasado sábado 2 de agosto, a las 21:00 horas, el agente del ministerio público de delitos dolosos tuvo conocimiento del hallazgo de tres cadáveres en el interior de un domicilio de Papalotla.
Asimismo, se ordenó el traslado de los cuerpos al Servicio Médico Forense (Semefo), anexo a la dependencia encargada de procurar justicia, donde se les practicó la autopsia de ley, al tiempo que el fiscal, los detectives y peritos acordonaron la zona y recabaron los indicios y pistas correspondientes, a fin de dar con el paradero del o los probables responsables.
Durante las diligencias, un menor de 17 años de edad identificó los cuerpos como los de sus padres, quienes en vida respondieron a los nombres de Lucila "N" y Leopoldo "N", que al morir contaban con 44 y 40 años de edad, respectivamente; de igual forma, reconoció el cuerpo de su hermano menor Marco "N", de 16 años.
Ante esta situación, los agentes ministeriales le solicitaron al menor declarar en relación a los hechos, ya que él fue el último que tuvo contacto con los hoy occisos.
De esta manera, en el transcurso del interrogatorio el probable responsable mostró señas de nerviosismo y contradicciones en sus argumentos, por lo que al verse sorprendido ofreció dinero en efectivo a fin de no continuar con las investigaciones, ya que reconoció haber asesinado a su familia.
Ante ello, los detectives lo pusieron a disposición del agente del ministerio público especializado en procuración de justicia para adolescentes, por el delito de cohecho, dentro de la averiguación previa correspondiente.
Durante su declaración ministerial, el inculpado reconoció haber privado de la vida a sus padres y hermano.
Jesús "N" agregó que la mañana del 2 de agosto protagonizó una acalorada discusión con su padre Leopoldo "N", quien lo amenazó con un arma de fuego, ya que desde hace tiempo no tenía empleo y había dejado de estudiar.
Ante esta situación, el homicida se lanzó contra su familiar a fin de desarmarlo; sin embargo, durante el forcejeo el menor accionó el arma contra su progenitor, lo que provocó que perdiera la vida al instante, acto seguido, les disparó a su madre Lucila "N" y a su hermano Marco "N".
Al notar los cuerpos sin vida en el suelo, tomó la decisión de quitarse la vida; no obstante, el arma ya no contenía balas, por lo que huyó de la casa y arrojó el revólver a una barranca.
Empero, al caer la noche regresó a su domicilio y llamó a la Policía Municipal a quienes les manifestó que encontró los cadáveres de sus familiares, además, dijo desconocer la forma en que perdieron la vida, a fin de deslindarse de responsabilidades.
Con la confesión, el representante social documentó las pruebas contundentes y realizó las diligencias correspondientes para que el inculpado fuera consignado y trasladado al Centro de Internamiento de Instrucción de Medidas para Adolescentes en el Estado de Tlaxcala (Ciimaet), a fin de que el juez de la causa determine su situación jurídica.
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