Noel F. Alvarado
La senadora Dolores Padierna Luna, criticó la aprobación de las reformas política, energética, educativa y de comunicaciones, al señalar que no fueron consultadas y destacó que más del 60 por ciento de los mexicanos demandan una consulta popular en materia petrolera y que más de la mitad no creen la promesa de que algún día bajarán las tarifas de luz y gas.
Al fijar la postura del PRD desde la tribuna de la Cámara de Diputados y luego que el Secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, entregara el II Informe de Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, la legisladora destacó que la mayoría de los mexicanos no creen en las reformas porque fueron excluidos de ellas.
"Porque ante cada palabra del gobierno y de sus propagandistas está el contraste de los hechos: una economía estancada, una corrupción galopante, una inseguridad creciente, una sensación de que retornamos a los días oscuros del díazordacismo, cuando hasta los activistas de derechos humanos eran acusados por el delito de "disolución social".
Y, abundó: "los mexicanos hemos sabido vencer los excesos de poder y de entreguismo de los gobiernos que han saqueado a la patria. México y sus trabajadores petroleros hicieron la hazaña hace más de 75 años.
"Millones la replicarán en la consulta popular que revertirá esta contrarreforma energética. Y las izquierdas mexicanas en forma unificada, poniendo el interés nacional por delante acudiremos a nuestra cita con la historia para evitar el mayor atraco a la nación".
La senadora del PRD, comentó que a dos años de distancia, "queda claro que esa reforma destinada a "elevar la competitividad" y la productividad, en realidad se dirigía a anular o minimizar los derechos laborales que fueron triunfos históricos".
Al hablar sobre la Reforma Educativa -dijo- que no es, en los hechos, un cambio para mejorar la educación, sino una operación para restaurar el poder y someter a una mafia sindical que se mantiene intocada.
Apresar a una dirigente sindical que antes fue su aliada no es un síntoma de justicia sino de ajustes de cuentas.
"No se han reformulado planes ni programas de estudio. Los exámenes que se presumen como una novedad ya se hacían en el pasado reciente. Tampoco hay una iniciativa en marcha para transformar a fondo la cruda miseria de la infraestructura escolar", afirmó.
Y, se preguntó: "¿de qué sirve presumir el regalo de miles de tabletas electrónicas y computadoras si la mayoría de las escuelas no cuentan con conexión a Internet y ni siquiera con servicio de luz?..
"Una verdadera reforma educativa centrada en los contenidos, en el fortalecimiento de la educación pública, en el respeto a la dignidad de las y los maestros y fundada en los preceptos de laicidad, gratuidad y calidad -dijo-, sigue siendo un gran pendiente para el país".
Al tocar el tema de la reforma en materia de telecomunicaciones, Padierna Luna subrayó que, "no sirvió para democratizar los medios ni combatir los monopolios. Por el contrario, legalizó el poder dominante. Los derechos de las audiencias sólo fueron enunciados, la competencia sólo es una promesa cuando, en realidad, domina un monopolio de la opinión pública en las transmisiones electrónicas. Se vulneró la neutralidad y la autonomía de Internet. Se atentó contra la autonomía del propio Instituto Federal de Telecomunicaciones que fue creado tras la reforma constitucional", afirmó.
Contra la propia Reforma Política y de la Reforma de Telecomunicaciones, se invierten ahora muchos días y mucho dinero para convencer al país de las "bondades" de su ciclo reformador.
Destacó que mientras el 70 por ciento de los mexicanos reclaman mejorar el empleo, combatir la corrupción y resolver la inseguridad, sólo se hacen promesas. Nunca nos opusimos a una reforma a fondo para rescatar y fortalecer a Pemex, para defender y maximizar nuestra renta petrolera, para proteger a las entidades de los abusos al medio ambiente, para colaborar con la iniciativa privada sin someter ni poner en riesgo nuestra soberanía.
Debido a ello, comentó la senadora del PRD Dolores Padierna, que a partir de ahora, el desafío es frenar mayores tentaciones autoritarias. Los restauradores del viejo modelo reproducen viejas fórmulas y montan una "democracia de pantalla", una máscara para encubrir las renovadas formas autoritarias.
Padierna Luna arremetió al comentar que "avasallan en los estados de la Federación con el pretexto de la inseguridad que su propia incapacidad ha generado o no han podido combatir.
"Socavan la autonomía de las instituciones públicas -como las encargadas de la transparencia, de la justicia y de las elecciones- que nos dieron la esperanza de hacer realidad la transición democrática".
Por eso debemos defender la República, la democracia y la división de poderes. Por eso la batalla contra la corrupción es esencial. No es un asunto "cultural" como pretendió explicar el Primer Mandatario. La corrupción es un problema de impunidad. Y la impunidad mata cualquier posibilidad de avance.
La rendición de cuentas no se debe confundir con la rendición de un poder soberano frente a otro. Mucho menos debemos permitir que las tentaciones del despojo agraven la situación de descontento en el campo y en las comunidades indígenas mexicanos.
La senadora Dolores Padierna Luna, criticó la aprobación de las reformas política, energética, educativa y de comunicaciones, al señalar que no fueron consultadas y destacó que más del 60 por ciento de los mexicanos demandan una consulta popular en materia petrolera y que más de la mitad no creen la promesa de que algún día bajarán las tarifas de luz y gas.
Al fijar la postura del PRD desde la tribuna de la Cámara de Diputados y luego que el Secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, entregara el II Informe de Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, la legisladora destacó que la mayoría de los mexicanos no creen en las reformas porque fueron excluidos de ellas.
"Porque ante cada palabra del gobierno y de sus propagandistas está el contraste de los hechos: una economía estancada, una corrupción galopante, una inseguridad creciente, una sensación de que retornamos a los días oscuros del díazordacismo, cuando hasta los activistas de derechos humanos eran acusados por el delito de "disolución social".
Y, abundó: "los mexicanos hemos sabido vencer los excesos de poder y de entreguismo de los gobiernos que han saqueado a la patria. México y sus trabajadores petroleros hicieron la hazaña hace más de 75 años.
"Millones la replicarán en la consulta popular que revertirá esta contrarreforma energética. Y las izquierdas mexicanas en forma unificada, poniendo el interés nacional por delante acudiremos a nuestra cita con la historia para evitar el mayor atraco a la nación".
La senadora del PRD, comentó que a dos años de distancia, "queda claro que esa reforma destinada a "elevar la competitividad" y la productividad, en realidad se dirigía a anular o minimizar los derechos laborales que fueron triunfos históricos".
Al hablar sobre la Reforma Educativa -dijo- que no es, en los hechos, un cambio para mejorar la educación, sino una operación para restaurar el poder y someter a una mafia sindical que se mantiene intocada.
Apresar a una dirigente sindical que antes fue su aliada no es un síntoma de justicia sino de ajustes de cuentas.
"No se han reformulado planes ni programas de estudio. Los exámenes que se presumen como una novedad ya se hacían en el pasado reciente. Tampoco hay una iniciativa en marcha para transformar a fondo la cruda miseria de la infraestructura escolar", afirmó.
Y, se preguntó: "¿de qué sirve presumir el regalo de miles de tabletas electrónicas y computadoras si la mayoría de las escuelas no cuentan con conexión a Internet y ni siquiera con servicio de luz?..
"Una verdadera reforma educativa centrada en los contenidos, en el fortalecimiento de la educación pública, en el respeto a la dignidad de las y los maestros y fundada en los preceptos de laicidad, gratuidad y calidad -dijo-, sigue siendo un gran pendiente para el país".
Al tocar el tema de la reforma en materia de telecomunicaciones, Padierna Luna subrayó que, "no sirvió para democratizar los medios ni combatir los monopolios. Por el contrario, legalizó el poder dominante. Los derechos de las audiencias sólo fueron enunciados, la competencia sólo es una promesa cuando, en realidad, domina un monopolio de la opinión pública en las transmisiones electrónicas. Se vulneró la neutralidad y la autonomía de Internet. Se atentó contra la autonomía del propio Instituto Federal de Telecomunicaciones que fue creado tras la reforma constitucional", afirmó.
Contra la propia Reforma Política y de la Reforma de Telecomunicaciones, se invierten ahora muchos días y mucho dinero para convencer al país de las "bondades" de su ciclo reformador.
Destacó que mientras el 70 por ciento de los mexicanos reclaman mejorar el empleo, combatir la corrupción y resolver la inseguridad, sólo se hacen promesas. Nunca nos opusimos a una reforma a fondo para rescatar y fortalecer a Pemex, para defender y maximizar nuestra renta petrolera, para proteger a las entidades de los abusos al medio ambiente, para colaborar con la iniciativa privada sin someter ni poner en riesgo nuestra soberanía.
Debido a ello, comentó la senadora del PRD Dolores Padierna, que a partir de ahora, el desafío es frenar mayores tentaciones autoritarias. Los restauradores del viejo modelo reproducen viejas fórmulas y montan una "democracia de pantalla", una máscara para encubrir las renovadas formas autoritarias.
Padierna Luna arremetió al comentar que "avasallan en los estados de la Federación con el pretexto de la inseguridad que su propia incapacidad ha generado o no han podido combatir.
"Socavan la autonomía de las instituciones públicas -como las encargadas de la transparencia, de la justicia y de las elecciones- que nos dieron la esperanza de hacer realidad la transición democrática".
Por eso debemos defender la República, la democracia y la división de poderes. Por eso la batalla contra la corrupción es esencial. No es un asunto "cultural" como pretendió explicar el Primer Mandatario. La corrupción es un problema de impunidad. Y la impunidad mata cualquier posibilidad de avance.
La rendición de cuentas no se debe confundir con la rendición de un poder soberano frente a otro. Mucho menos debemos permitir que las tentaciones del despojo agraven la situación de descontento en el campo y en las comunidades indígenas mexicanos.
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