Raúl Macías
Edson, un menor de 13 años de edad, nunca imaginó que la muerte lo rondaba, quizás eso hubiera sido lo de menos, pero lo grave es que fue su tío quien al darle un balazo lo envió a los brazos de la parca, porque por ir discutiendo con un taxista con el que tuvo un roce porque estuvieron a punto de chocar, al sacar la pistola para dispararle al ruletero, el balazo fue a la cabeza de su sobrino.
En los primeros minutos de ayer el menor iba en el carro de su tío Joel Ulises Olvera Castillo y acompañados por su tía Margarita Vázquez y cuatro menores, al parecer primos del infante, cuando su pariente que conducía el auto Aprio negro comenzó a insultarse con el ruletero por un problema vehicular, ya que ambos no respetaron el Reglamento de Tránsito.
Ambos se dijeron todo tipo de groserías circulando por Periférico Oriente, en la Colonia Los Angeles Apanoaya, perímetro de Iztapalapa; a cada metro la tensión crecía, pero ninguno de los dos tomaba la iniciativa de emparejársele y retarse a golpes, además que se dijo que el conductor del taxi prefirió no hacer más caso y continuó con su marcha por la referida vialidad.
Enojado Ulises Olvera Castillo porque era ignorado por el trabajador del volante, se adelantó unos metros y de pronto sacó un arma de fuego que llevaba y fue en ese instante cuando alzó la mano para apuntarle al taxista y acabar de una vez por todas con ese disgusto, intentando Ulises amedrentar a su "rival".
Quizá pensado que su tío no dispararía, Edson bajó la ventanilla de la parte trasera en donde viajaba, y en eso sacó su cabecita para ver al "rival", pero justo en el momento en que hizo esa acción, su tío disparó el arma de fuego que llevaba y el disparo le dio de lleno en la frente a su sobrino, sin que el taxista se diera cuenta, por lo que continuó su marcha, dejando tras de él las consecuencias de una pelea por asunto vehicular.
La tía del menor, Margarita Vázquez, alertada por los gritos y llantos de los otros niños se percató que algo atrás no andaba bien, por lo que al voltear vio que el niño ya sangraba profusamente de la cabeza y alertó a su marido sobre la situación, siendo entonces el momento en que Ulises se estacionó a un costado de la vialidad donde circulaba para revisar a su sobrino.
Al abrir la puerta en donde viajaba el menor, Ulises se percató que ya había dejado de existir y la bala que supuestamente iba con la intención de lesionar al taxista o espantarlo, se incrustó en la cabeza de su sobrino, y temeroso a ser puesto en prisión y los reclamos familiares, el hombre decidió huir del lugar y abandonar el cuerpo del pequeño en el interior de su vehículo.
En cuestión de segundos arribaron a ese lugar elementos de la Secretaría de Seguridad Pública local, quienes de inmediato acordonaron el área y recabaron información sobre quién fue el responsable de quitarle la vida al menor.
Al conocer el rumbo que tomó el tío homicida, se alertó a los uniformados para que lo rastrearan, pero para su mala fortuna no lograron ubicarlo.
De esto fue notificado el agente del ministerio público quien ordenó se llevaran el cuerpo del infortunado menor al anfiteatro delegacional, en donde tras realizarle la necropsia de ley, le fue entregado a los afligidos padres de Edson para que le dieran cristiana sepultura, esperando que en las próximas horas se logre ubicar a Ulises para que responda ante la autoridad por el crimen cometido.
Edson, un menor de 13 años de edad, nunca imaginó que la muerte lo rondaba, quizás eso hubiera sido lo de menos, pero lo grave es que fue su tío quien al darle un balazo lo envió a los brazos de la parca, porque por ir discutiendo con un taxista con el que tuvo un roce porque estuvieron a punto de chocar, al sacar la pistola para dispararle al ruletero, el balazo fue a la cabeza de su sobrino.
En los primeros minutos de ayer el menor iba en el carro de su tío Joel Ulises Olvera Castillo y acompañados por su tía Margarita Vázquez y cuatro menores, al parecer primos del infante, cuando su pariente que conducía el auto Aprio negro comenzó a insultarse con el ruletero por un problema vehicular, ya que ambos no respetaron el Reglamento de Tránsito.
Ambos se dijeron todo tipo de groserías circulando por Periférico Oriente, en la Colonia Los Angeles Apanoaya, perímetro de Iztapalapa; a cada metro la tensión crecía, pero ninguno de los dos tomaba la iniciativa de emparejársele y retarse a golpes, además que se dijo que el conductor del taxi prefirió no hacer más caso y continuó con su marcha por la referida vialidad.
Enojado Ulises Olvera Castillo porque era ignorado por el trabajador del volante, se adelantó unos metros y de pronto sacó un arma de fuego que llevaba y fue en ese instante cuando alzó la mano para apuntarle al taxista y acabar de una vez por todas con ese disgusto, intentando Ulises amedrentar a su "rival".
Quizá pensado que su tío no dispararía, Edson bajó la ventanilla de la parte trasera en donde viajaba, y en eso sacó su cabecita para ver al "rival", pero justo en el momento en que hizo esa acción, su tío disparó el arma de fuego que llevaba y el disparo le dio de lleno en la frente a su sobrino, sin que el taxista se diera cuenta, por lo que continuó su marcha, dejando tras de él las consecuencias de una pelea por asunto vehicular.
La tía del menor, Margarita Vázquez, alertada por los gritos y llantos de los otros niños se percató que algo atrás no andaba bien, por lo que al voltear vio que el niño ya sangraba profusamente de la cabeza y alertó a su marido sobre la situación, siendo entonces el momento en que Ulises se estacionó a un costado de la vialidad donde circulaba para revisar a su sobrino.
Al abrir la puerta en donde viajaba el menor, Ulises se percató que ya había dejado de existir y la bala que supuestamente iba con la intención de lesionar al taxista o espantarlo, se incrustó en la cabeza de su sobrino, y temeroso a ser puesto en prisión y los reclamos familiares, el hombre decidió huir del lugar y abandonar el cuerpo del pequeño en el interior de su vehículo.
En cuestión de segundos arribaron a ese lugar elementos de la Secretaría de Seguridad Pública local, quienes de inmediato acordonaron el área y recabaron información sobre quién fue el responsable de quitarle la vida al menor.
Al conocer el rumbo que tomó el tío homicida, se alertó a los uniformados para que lo rastrearan, pero para su mala fortuna no lograron ubicarlo.
De esto fue notificado el agente del ministerio público quien ordenó se llevaran el cuerpo del infortunado menor al anfiteatro delegacional, en donde tras realizarle la necropsia de ley, le fue entregado a los afligidos padres de Edson para que le dieran cristiana sepultura, esperando que en las próximas horas se logre ubicar a Ulises para que responda ante la autoridad por el crimen cometido.
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