Foto: cortesía Ricardo Mendoza
Raúl Macías
En la esquina de las calles Mariquita y Mañanitas, en la Colonia Benito Juárez, de este municipio "El Rojo" empezó a dormir el sueño eterno.
Ante lo frío e inerte de su cuerpo, sus compañeros de madrugadas solicitaron el apoyo de los cuerpos de emergencia.
Minutos después se presentaron al lugar paramédicos de los cuerpos de urgencias quienes indicaron que "El Rojo" había muerto. Un largo silencio acompañó el momento, que se rompió con la voz de uno de los policías uniformados que indició que había que notificar al ministerio público.
Iban y venían personas que "El Rojo" ya no vio a su alrededor. Se dice que pereció de congestión alcohólica, quizá porque nadie recuerda haberlo visto consumir alimento.
Tiempo después se presentó al lugar el ministerio público, que auxiliado por personal de servicios periciales dio fe del deceso y ordenó que el cuerpo fuera trasladado al anfiteatro para la necropsia de ley.
Así como llegó se fue. Nunca nadie supo el nombre de "El Rojo".
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