Alejandro Colón, Enviado
NUEVA YORK, N.Y.- La desigualdad, injusticia y discriminación de los pueblos indígenas todavía es, lamentablemente, una realidad lacerante, reconoció el Presidente Enrique Peña Nieto, al hacer un llamado a los países de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a fortalecer la cooperación internacional, y sobre todo, intensificar las acciones al interior de cada país, a fin de erradicar estas prácticas y hacer valer sus derechos.
Durante la sesión plenaria de la Conferencia Mundial de los Pueblos Indígenas de la ONU, el Mandatario mexicano expresó el deseo de nuestro país para que las ideas que aquí se produzcan, a través de un documento conclusivo se traduzcan en beneficios concretos para los 5,000 pueblos indígenas que se estima existen en el mundo. "Tenemos que seguir trabajando juntos", convocó.
Ante el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el Presidente de Bolivia, Evo Morales, quien participó como orador principal, Peña Nieto reconoció que las iniciativas de desarrollo del organismo mundial merecen la suma de capacidades y experiencias de todos los países, "porque sólo juntos podemos hacer realidad el propósito de construir un mejor futuro para toda la Humanidad", advirtió.
Para México, dijo el Presidente Peña Nieto, ha sido un gran honor contribuir a la preparación de esa conferencia mundial y a la negociación de su documento final. El gran propósito es lograr el ejercicio efectivo de los derechos de los pueblos indígenas en todas las naciones.
Se trata de un logro muy importante, resultado de un diálogo abierto, inclusivo y constructivo entre los estados miembros y las representaciones indígenas. Además se ha cuidado que sus recomendaciones estén en línea con la declaración de las Naciones Unidad sobre los derechos de los pueblos indígenas, puntualizó.
Por ello, insistió en que México confía en que el documento final sea una hoja de ruta para reposicionarlo el tema indígena en la agenda internacional y dar un renovado impulso a las acciones de la ONU en esta materia. La delegación mexicana valora la incorporación de varios de los planteamientos que presentó en favor de los indígenas del mundo.
Estos son, resumió: que la agenda de desarrollo Post 2015 procure los derechos de los pueblos indígenas; que la participación de los pueblos originarios en los trabajos de la ONU sea bajo un estatus distinto al de organizaciones no gubernamentales; que se armonicen las leyes nacionales, siguiendo el espíritu de la declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas; y que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en consulta con los pueblos,indígenas, pueda monitorear, evaluar y mejorar la aplicación de esta declaración en cada estado miembro.
Ante el Alto Comisionado de las Naciones Unidad para los Derechos Humanos, Zeid Raad Zedi al Husein, el Presidente Peña Nieto mencionó que en México, la Constitución reconoce y garantiza el derecho de los pueblos y las comunidades indígenas a la libre determinación y, en consecuencia, a la autonomía para a decidir sus formas internas de convivencia y organización social, económica, política y cultural.
También reconoce su derecho a preservar y difundir su cultura, tradiciones y costumbres, en un entorno de igualdad y no discriminación, agregó.
Además, refirió que para que los más de 15.000,000 de indígenas de México puedan ejercer plenamente estos derechos, el Estado cuenta con una política transversal enfocada al mejoramiento de su calidad de vida y a la generación de mayores oportunidades de desarrollo, con énfasis en que puedan mejorar su condición de pobreza.
Durante la sesión plenaria de la Conferencia Mundial de los Pueblos Indígenas de la ONU, el Mandatario mexicano expresó el deseo de nuestro país para que las ideas que aquí se produzcan, a través de un documento conclusivo se traduzcan en beneficios concretos para los 5,000 pueblos indígenas que se estima existen en el mundo. "Tenemos que seguir trabajando juntos", convocó.
Ante el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el Presidente de Bolivia, Evo Morales, quien participó como orador principal, Peña Nieto reconoció que las iniciativas de desarrollo del organismo mundial merecen la suma de capacidades y experiencias de todos los países, "porque sólo juntos podemos hacer realidad el propósito de construir un mejor futuro para toda la Humanidad", advirtió.
Para México, dijo el Presidente Peña Nieto, ha sido un gran honor contribuir a la preparación de esa conferencia mundial y a la negociación de su documento final. El gran propósito es lograr el ejercicio efectivo de los derechos de los pueblos indígenas en todas las naciones.
Se trata de un logro muy importante, resultado de un diálogo abierto, inclusivo y constructivo entre los estados miembros y las representaciones indígenas. Además se ha cuidado que sus recomendaciones estén en línea con la declaración de las Naciones Unidad sobre los derechos de los pueblos indígenas, puntualizó.
Por ello, insistió en que México confía en que el documento final sea una hoja de ruta para reposicionarlo el tema indígena en la agenda internacional y dar un renovado impulso a las acciones de la ONU en esta materia. La delegación mexicana valora la incorporación de varios de los planteamientos que presentó en favor de los indígenas del mundo.
Estos son, resumió: que la agenda de desarrollo Post 2015 procure los derechos de los pueblos indígenas; que la participación de los pueblos originarios en los trabajos de la ONU sea bajo un estatus distinto al de organizaciones no gubernamentales; que se armonicen las leyes nacionales, siguiendo el espíritu de la declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas; y que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en consulta con los pueblos,indígenas, pueda monitorear, evaluar y mejorar la aplicación de esta declaración en cada estado miembro.
Ante el Alto Comisionado de las Naciones Unidad para los Derechos Humanos, Zeid Raad Zedi al Husein, el Presidente Peña Nieto mencionó que en México, la Constitución reconoce y garantiza el derecho de los pueblos y las comunidades indígenas a la libre determinación y, en consecuencia, a la autonomía para a decidir sus formas internas de convivencia y organización social, económica, política y cultural.
También reconoce su derecho a preservar y difundir su cultura, tradiciones y costumbres, en un entorno de igualdad y no discriminación, agregó.
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