El fuerte olor a gas puso en alerta a los vecinos del edificio marcado con el número 654 de la calle Río Bamba, en la Colonia Lindavista. Se trataba de una fuga intencional, porque de este modo unos delincuentes trataron de "disfrazar" el triple crimen que cometieron en contra de dos hombres y una mujer, que fueron asesinados con objetos contundentes.
Los vecinos ignoraban este hecho y ante el temor de que un chispazo pudiera ocasionar una explosión, pidieron que "nadie encienda un cerillo" y se apagara toda fuente de lumbre; tras pasar por los departamentos revisando de dónde emanaba el fuerte olor a combustible, se detuvieron en un departamento del primer piso y ahí estuvieron tocando a la puerta.
No obtuvieron respuesta alguna y decidieron que se diera aviso a los bomberos y elementos de la policía capitalina, para que ellos como representantes de la ley ingresaran al departamento y poder cerrar las llaves del gas. A su llegada, se les dijo a los uniformados que ya habían tocado en repetidas ocasiones en el departamento, pero que nadie les abrió, ante lo cual decidieron solicitar su apoyo.
Al tener la anuencia de los vecinos, los policías abrieron la puerta del departamento, y grande fue su sorpresa al ver en la sala del lugar el cuerpo de un hombre de aproximadamente 60 años; y al dirigirse a las habitaciones, en una encontraron a otro señor de la misma edad y en la recámara contigua el de la mujer, todos sin vida y el departamento en completo desorden.
Pensando en que los moradores se encontraban solamente inconscientes por haber inhalado el gas, los revisaron y se percataron los tres tenían varios golpes en la cabeza que les fueron dados con un objeto contuso, por lo que se sospechó que los delincuentes que se apoderaron de los objetos de valor los mataron con un tubo o bate de beisbol.
Con estos elementos de prueba se interrogó a los vecinos para saber si habían escuchado algo extraño, pero aseguraron que no, que fue solamente el olor a gas lo que les alertó y fue así como llamaron a los cuerpos de rescate, ya que dijeron que ignoraban que las tres personas habían sido asesinadas; pero al parecer se localizaron algunas huellas que pueden ayudar a dar con el paradero de los responsables.
En tanto, autoridades de la agencia ministerial Gustavo A. Madero 3, no quisieron proporcionar los nombres de los ahora occisos, pero se supo que los familiares les exigieron que esclarezcan este triple crimen, aunque sea de "chiripazo" como ha ocurrido en casos que han consternado a la opinión pública.
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