BAGDAD, Irak, (OEM-EFE).- El grupo yihadista Estado Islámico (EI) perpetró hoy una nueva ejecución masiva, al matar a sangre fría en el oeste de Irak a 100 miembros de un clan tribal suní, con lo que se elevan a 322 los asesinatos registrados en los últimos días en circunstancias similares.
El Ministerio iraquí de Derechos Humanos informó en un comunicado que los yihadistas han acabado con la vida de 322 personas integrantes del clan Albunamr de creencia suní, en la provincia de Al Anbar.
Según las autoridades, más de cincuenta cadáveres -entre ellos, de niños y mujeres- fueron hallados en un pozo de agua.
Además, el EI mantiene secuestrados al menos a 65 miembros de esa tribu, a los que considera "prisioneros de guerra" y a los que acusa de colaborar con el gobierno iraquí y de combatir a su lado en Al Anbar, señaló el ministerio.
Indicó que los radicales han saqueado ganado y propiedades del clan argumentando que pertenecen a un líder de los llamados Consejos de Salvación (milicias suníes progubernamentales).
Por su parte, el jeque de los Albunamr, Naim al Kaud, denunció ante la prensa el "nuevo crimen" de los extremistas, en alusión a la muerte de un centenar de miembros de su clan.
La mayoría de las víctimas murió por disparos de bala y otras fueron decapitadas con espadas, según Al Kaud, quien agregó que entre los fallecidos también hay efectivos de las fuerzas de seguridad y milicianos.
Al menos sesenta y siete de las víctimas en este último episodio perecieron en la zona de Ras al Maa, cerca de la laguna Al Zarzar, al norte de la ciudad de Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar, considerado feudo de los radicales.
Otras treinta personas fueron asesinadas hoy cerca de la ciudad de Hit, en esa misma provincia, que cayó en manos de los yihadistas hace dos semanas.
El pasado jueves, los yihadistas ejecutaron a 150 policías y milicianos de ese clan en Hit y un día antes hicieron lo mismo con más de 40 en la misma localidad
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