Raúl Macías, Foto: Luis A. Barrera
La última parada para que abordara se la hizo el taxista Juan Carlos Cosío, a la muerte, en calles de la Colonia Guerrero, y es que tras sostener una discusión con un sujeto, el trabajador del volante se esperó unos minutos, pero de pronto, llegó el individuo de la "bronca", y sin mediar palabra alguna le disparó a quemarropa y se dio a la fuga, por lo que Juan descendió del auto en busca de ayuda y murió en la banqueta.
Las primeras versiones sobre los hechos, refieren que Juan Carlos Cosío circulaba a bordo de su vehículo por la calle Degollado y al llegar a la esquina de Galeana, le hizo señas a un sujeto el cual se acercó por el lado del conductor y se encontraban platicando, pero en cuestión de segundos, la charla que parecía entre camaradas, se volvió violenta y se dio inicio a los insultos por ambas partes.
Juan Carlos le recriminaba algunas cuestiones al desconocido, y éste se dio la media vuelta para dirigirse a un inmueble. El taxista se quedó estacionado en el auto de alquiler como buscando algunas cosas en la guantera; es por ello que no se percató cuando el criminal regresaba, quien sin mediar palabra alguna le disparó a quemarropa y al sentirse herido de muerte el agredido descendió de su auto y comenzó a caminar, pero todavía recibió dos disparos de bala.
No fueron muchos los pasos que pudo dar, como tocado por un rayo cayó fulminado en la banqueta, en donde de inmediato se formó un charco de sangre, que se confundía con el agua que había dejado la lluvia a su paso, y esto llamó la atención de los vecinos de la Colonia Guerrero, en la Delegación Cuauhtémoc, mientras que el homicida aprovechaba para darse a la fuga y perderse entre las sombras de la noche.
Elementos de la Policía capitalina llegaron hasta el lugar de la tragedia y sacaron una sábana con la cual cubrieron el cadáver. En tanto, peritos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal comenzaban a revisar la zona, encontrando cerca del cuerpo de la víctima al menos dos casquillos de arma de fuego que le fueron asestados cuando iba en busca de ayuda.
Supuestamente, algunos de los testigos que se percataron del hecho dijeron haber visto al agresor, por lo que se realiza un retrato hablado y en las próximas horas podría ser difundido entre la Policía de Investigación, para que vaya tras de él y sea presentado ante un juez para que pague su crimen
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