Raúl Macías, Foto: Jaime Llera
Llegaron hasta ese punto paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), pero nada más confirmaron que el hombre había dejado de existir. Fueron pasando las horas, pese a que ya se le había dado aviso al agente del ministerio público de Cuauhtémoc 3, quien tuvo que esperar a que se trasladaran al lugar los peritos de la PGJDF.
A lo lejos, se observaron las luces de una destartalada camioneta, como las que usan los trabajadores de vía pública de las jefaturas delegacionales, como también las que utilizan quienes transportan pollos y otros tipos de animales, pero se trataba de una unidad de Servicios Periciales, por lo que los testigos oculares no daban crédito a lo que veían, de esa camioneta bajaron los peritos.
Fueron llevándose a cabo las investigaciones para conocer como ocurrió el accidente, cuando el agente del MP se presentó en el lugar, los peritos de la PGJDF colocaron en una camilla el cuerpo de la víctima y lo subieron en la parte trasera de la Pick up, lo que ocasionó indignación de algunas personas que se encontraban en el lugar, al decir que no se trataba de "un animal".
Sin tomar en cuenta las quejas de las personas, el personal de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal siguió con su tarea de colocar los restos en la parte trasera de la camioneta, sin responder nada se retiraron para llevarlo a la agencia Cuauhtémoc 1, porque en la Cuauhtémoc 3, que fue donde se inició la averiguación previa, carecen de anfiteatro
.
Publicar un comentario