WASHINGTON, D.C, (OEM-EFE).- Los derechos humanos, la inmigración y otros asuntos sobre la reanudación de las relaciones bilaterales marcarán la agenda de la primera ronda de diálogo que mantendrán Estados Unidos y Cuba a finales de enero en La Habana, confirmó hoy la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson.
Este encuentro se desarrollará en el marco de una ronda de diálogo migratorio que encabezará la propia Jacobson, quien hoy en una rueda de prensa explicó los detalles de la que será la primera reunión a alto nivel entre Estados Unidos y Cuba.
"Usaremos los diálogos migratorios como una oportunidad para comenzar a hablar de otras cosas que están en la agenda, dado el anuncio de ayer", con el que Obama abrió un nuevo capítulo en las relaciones entre ambos países, apuntó esta alta funcionaria.
En principio, las conversaciones en La Habana, previstas antes del anuncio de Obama, iban a celebrarse la segunda semana de enero, pero un problema de agenda de Jacobson hará que tenga lugar a finales de ese mes, aunque el gobierno cubano todavía debe pronunciarse al respecto.
Sobre la mesa, estarán los derechos humanos, un tema siempre presente en los diálogos migratorios en los que, por ejemplo, se ha hablado de si las autoridades cubanas han acosado a las personas que solicitan el estatus de refugiado para ir a Estados Unidos, detalló Jacobson.
La novedad del diálogo estará en que, esta vez, se hablará por primera vez de "temas adicionales que no aparecen en la agenda de diálogo sobre migración" y que forman parte de "una serie separada de conversaciones que entran en la nueva iniciativa", de Obama.
Además, durante la rueda de prensa, Jacobson también dio detalles sobre otra de las medidas anunciadas por Obama, la revisión de la inclusión de Cuba en la lista de países a los que Estados Unidos considera patrocinadores del terrorismo y que el país pasó a engrosar en 1982.
Destacó que, si el Senado de Estados Unidos retira a Cuba de esta lista, algunas de las sanciones y restricciones que pesan sobre la isla "podrían ser eliminadas".
Una vez que el Departamento de Estado aclare estos puntos, su titular, John Kerry, proporcionará al Presidente las conclusiones, se enviarán al Congreso que deberá devolverlo en 45 días,.
Este acto -puntualizó- será meramente informativo y "no para pedir la aprobación o negación del Congreso"
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