Raúl Macías, Foto: Luis A. Barrera
El grito de "esto es un asalto, nadie se mueva o se los carga la chin.." llenó de terror a los pasajeros de un autobús en la carretera Picacho-Ajusco, en la Delegación Tlalpan. Los insultos y amenazas de muerte hicieron que uno a uno fueran entregando sus objetos de valor, pero en un descuido dos hombres intentaron desarmar a los delincuentes y a cambio recibieron bala.
Consta en reportes policiacos, que el autobús de pasajeros circulaba por la carretera Picacho-Ajusco, en el kilómetro 9 de esa vialidad, unos individuos se pusieron de pie y amenazaron con sus armas de fuego al chofer del camión, para evitar que intentara solicitar apoyo ciudadano, mientras otro de los sujetos se apostó en la puerta trasera y amedrentó a los usuarios.
Para llevar a cabo el hurto, uno de los delincuentes fue pasando por los lugares de los usuarios, sin embargo, cuando le exigió sus pertenencias a dos jóvenes, que se desconoce si iban juntos, uno de ellos intentó arrebatarle el arma al agresor, pero al darse cuenta otro de los hampones se acercó para ayudar a su compinche, lo que hizo que el otro pasajero interviniera.
Como dicen en el barrio "cada quien con su chambelán", se dio inicio al forcejeo, pero los usuarios salieron perdiendo, porque al no poder desarmar a los malvivientes a cambio recibieron un balazo en el abdomen, según los reportes médicos, y ante los gritos de las mujeres, los delincuentes obligaron al chofer a detener la unidad y descendieron a toda prisa para perderse en las calles en ese punto de la ciudad de México.
Paramédicos hicieron su arribo y estabilizaron a los jóvenes. Al percatarse de que la vida de estos héroes, como los llamaron las personas que viajaban en el camión, corría peligro se solicitó el apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública local para que enviara un helicóptero. Al aterrizar en un predio cercano al lugar de los hechos, los subieron y trasladaron al hospital de Balbuena.
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