Alvaro Velázquez, Foto: Luis A. Barrera
ECATEPEC, Méx.- "Por qué mi hijo, no, Dios mío, no puede ser", con lágrimas en los ojos y a grito abierto, así se expresaba destrozada mujer, hincada en el lugar donde había quedado el cuerpo de su hijo, quien minutos antes había sido asesinado de un balazo en la cabeza, luego de que al calor de las copas protagonizó una riña con dos sujetos con los que presuntamente ingería bebidas embriagantes en la calle.
La inconsolable mujer que no daba crédito a lo sucedido reveló a la policía que desde la noche de ayer, su hijo, Miguel Angel Arista Gutiérrez, de 36 años de edad, ingería bebidas embriagantes con unos sujetos, a los que no pudo identificar, en el área del estacionamiento de su domicilio, ubicado en la esquina de las calles de Pino y Sauce, en la Unidad Habitacional Valle de Ecatepec.
A pesar de que se mantuvo despierta hasta altas horas de la noche, esperando a que Miguel Angel se metiera, dijo, esto no sucedió y debido a que el sueño la venció finalmente se quedó profundamente dormida.
Si embargo, señaló, alrededor de las 5 de la mañana de hoy sábado, despertó sobresaltada cuando escuchó gritos y una detonación de arma de fuego en la calle.
Ante el temor de que algo malo le hubiera pasado a su hijo, agregó, presa de la angustia y la desesperación rápidamente salió de su casa para saber qué había pasado y en ese momento aterrorizada se quedó cuando descubrió que su vástago estaba tirado y que había sido atacado a balazos, al parecer durante una riña con sus compañeros de parranda.
Al darse cuenta que su hijo agonizaba, comenzó a gritar para pedir auxilio a sus vecinos, quienes al percatarse de lo sucedido de inmediato pidieron la intervención de los cuerpos de emergencia; sin embargo, desafortunadamente cuando paramédicos de la Cruz Roja llegaron al lugar, ya era demasiado tarde, pues ya había muerto, a consecuencia de un balazo en la cabeza.
En medio de la histeria y la severa crisis nerviosa que vivía la destrozada mujer, quien no se separaba del cuerpo de su hijo, elementos de la Policía Municipal y de la CESC arribaron al lugar y al tener conocimiento de los hechos de inmediato implementaron un fuerte operativo en toda la zona, a fin de ubicar y detener a los presuntos asesinos, pero no tuvieron suerte, pues escaparon sin dejar pistas de su paradero.
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