Alvaro Velázquez
Consumado el incalificable crimen, el presunto parricida, Luís Fernando Barrera Castro, trató de darse a la fuga; sin embargo, no logró su objetivo, pues ante el llamado de auxilio de los vecinos, elementos de la Policía Municipal y de la CESC llegaron para detenerlo.
El lamentable hecho familiar que costó la vida del señor Fernando Barrera Solórzano, de 56 años de edad, se registró minutos después de las 22:00 horas, en el interior de su domicilio, ubicado en el número 31 de la Cuarta Avenida, en la Colonia Evolución, en este municipio.
Al ser trasladado a las instalaciones del centro de justicia local, el presunto parricida confesó a los policías que él mismo había asesinado de un balazo en la cabeza a su padre y dijo que lo hizo durante una discusión que tuvieron por la disputa de un terreno intestado.
"Era mío o de nadie, ya se lo había dicho en varias ocasiones a mi padre y nunca entendió, siempre fue egoísta y todo lo quería para él, por eso lo maté", dijo el desequilibrado joven a los policías.
La noche del martes, dijo a los policías, "después de que terminamos de cenar y cuando ya nos disponíamos a dormir, comenzamos una nueva discusión por la misma causa".
Le dije: "padre, tenemos que hacer ya los trámites necesarios para regularizar el terreno, tú ya estás grande y puedes faltar, ese terreno tiene que quedar a mi nombre, pero no entendió y más que acceder, se enfureció y me dijo que era un avaricioso, pues todavía no se moría y ya pretendía quitarle lo poco que tenía".
Durante la discusión, dijo el desequilibrado joven a los policías, llegó el momento en que la alegata subió de tono y ya fuera de sí, su padre trató de golpearlo por irrespetuoso, por lo que llevado por una extraña sensación, sacó de entre sus ropas una pistola y sin importarle que se trataba de su mismo progenitor lo asesinó a quemarropa al dispararle un balazo en la cabeza.
Al observar que su padre cayó casi instantáneamente muerto, sentado y recargado sobre la barda que divide la sala y la cocina de su casa, aterrorizado por lo que había hecho, salió corriendo y trató de darse a la fuga; sin embargo, no logró su objetivo, pues por los gritos que se generaron durante la discusión que tuvo con su padre, varios de sus vecinos ya habían pedido el auxilio de la policía y cuando intentaba cruzar la puerta y salir a la calle, policías municipales y de la CESC llegaron para detenerlo.
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