Patricia Carrasco
La violencia en contra de los sacerdotes en México ha aumentado en 400 por ciento en los dos primeros años del presente gobierno, ya que con el asesinato del padre Francisco Javier Gutiérrez Díaz, en Salvatierra, Guanajuato, de la Confraternidad de los Operarios del Reino de Cristo, ocurrido el pasado lunes 6 de abril, son ya 10 los sacerdotes asesinados de manera brutal y dos se encuentran desaparecidos.
LA PRENSA ha publicado reportajes sobre cómo los sacerdotes se han vuelto blanco de crímenes por parte de la delincuencia, principalmente en el Estado de Guerrero, el cual se ha convertido en una de las regiones más peligrosas y de alto riesgo para los sacerdotes, tan sólo el año pasado, de los cinco asesinatos registrados contra miembros de la Iglesia, cuatro de ellos, sucedieron en regiones guerrerenses.
Ahora, el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (Siame) dio a conocer el último reporte de homicidios contra clérigos del Centro Católico Multimedial (CCM), que dirige el padre Sergio Omar Sotelo Aguilar, la tendencia de atentados contra sacerdotes sigue al alza, al registrar un aumento de 120 por ciento, tan sólo en los primeros cuatro meses del tercer año de gobierno del actual Presidente, en comparación con todo el tercer año de la administración anterior.
Preocupada la Arquidiócesis de México señaló otro caso más de violencia contra los integrantes de la Iglesia Católica, como el último caso del padre Francisco Javier Gutiérrez Díaz, de 60 años de edad, cuyo cuerpo fue encontrado la noche del martes 7 de abril con impactos de bala en la cabeza, abandonado por sus agresores a la orilla de un camino cercano a los poblados de Ojo de Agua de Ballesteros y San Nicolás de la Condesa, en el municipio de Salvatierra, Guanajuato
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