Ciudad del Vaticano, 20 de mayo (Notimex).- El Papa pidió hoy a los padres separados o divorciados abstenerse de tomar como rehenes a sus hijos y evitar hablarles mal a ellos los unos de los otros, aunque "sientan el peso de la situación".
Francisco hizo estas consideraciones durante una reflexión sobre el papel de la familia con motivo de la audiencia general de los miércoles, que presidió ante varios miles de personas en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
"Si ustedes les dicen a los hijos: subamos esa escalera, y los toman de la mano y los hacen subir, está bien. Pero si les dicen que hagan una cosa que ustedes no son capaces de hacer, ¡eso no está bien! Se necesita un equilibrio muy grande", estableció.
Constató que en la actualidad no faltan dificultades en la labor de los padres a los cuales les resulta difícil educar a los hijos cuando los ven sólo por las noches, a su regreso cansado del trabajo, "si tienen la fortuna de tenerlo".
"(Es más) difícil para los padres separados, que sienten el peso de esta situación. Tuvieron dificultades, se separaron y muchas veces el hijo es tomado como rehén: el papá le habla mal de la mamá, la mamá le habla mal del papá", señaló.
Más adelante lamentó que "intelectuales y críticos" hayan "callado" a los padres con la excusa de "defender a los hijos de los daños, verdaderos o presuntos, de la educación familiar".
Constató que la familia -como institución- ha sido acusada de "autoritarismo que genera conflictos", provocando una fractura entre ella, la sociedad y la escuela, generando también que los padres se "auto-excluyan" de la educación de los hijos.
"Es hora de que los padres y las madres vuelvan de su exilio, porque se han auto-exiliado de la educación de sus hijos, y de que vuelvan a asumir plenamente su papel educativo. Esto solo lo pueden hacer el amor, la ternura y la paciencia", estableció
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