Foto: Luis A. Barrera
Raúl Macías,
El frío de la madrugada calaba hasta los huesos, la ropa y chamarra no dejaban de hacerle temblar, por ello un hombre que se desempeñaba como "diablero" en la Central de Abasto decidió echarse unos "alipuses" para calentar el cuerpo, pero por dentro. Al parecer ebrio, se dirigió por donde se encuentra un estacionamiento en este lugar, y no volvió a levantarse al perder la vida al ahogarse con su vómito.
Sus amigos de la "chamba" siguieron con su rutinaria labor, el ofrecerse a llevar el mandado de pequeños comerciantes y amas de casa hasta sus autos o camionetas y pasaban por donde se encontraba Cipriano Pérez Marques, de 35 años de edad. No se percataban que el hombre había dejado de existir, hasta que uno de ellos fue para ver si se le ofrecía algo al amigo.
Le habló por su nombre, pero Cipriano no respondía y al tocarlo lo sintió rígido, y fue entonces que dio aviso a sus compañeros y a la vez se solicitó el apoyo de los paramédicos; en cuestión de minutos los socorristas llegaron hasta la Ceda para averiguar lo ocurrido, y en el lugar ya se encontraban elementos policiacos resguardando la zona para que nadie se acercara al cadáver.
Los paramédicos revisaron superficialmente el cuerpo del infortunado hombre, quien fue reconocido por su esposa; dijeron, que se trató de una broncoaspiración, la cual ocurre cuando un alimento sólido o líquido pasa a las vías respiratorias accidentalmente, siendo en este caso, el vómito del difunto, el cual le ocasionó primero, la pérdida de conciencia y posteriormente le ocasionó la muerte.
Dicen los especialistas, que la broncoaspiración, también puede ocurrir cuando el contenido gástrico vuelve a la boca (en caso de regurgitación o vómito) y éste queda atrapado en las vías respiratorias. La broncoaspiración también puede darse en personas inconscientes o bebés, por lo que resulta sumamente peligrosa, ya sea ebrio o con problemas de respiración.
Concluida la labor de los paramédicos, el agente del ministerio público ordenó que fuera retirado el cadáver del lugar donde fue encontrado ayer al filo de las 7:00 horas, para que lo llevaran al anfiteatro delegacional, hasta donde acudió la esposa del ahora occiso a hacer el papeleo y con ello reclamar los restos mortales de Cipriano, "diablero" que al dormir para alivianarse de los tragos de alcohol solamente encontró la muerte.
Sus amigos de la "chamba" siguieron con su rutinaria labor, el ofrecerse a llevar el mandado de pequeños comerciantes y amas de casa hasta sus autos o camionetas y pasaban por donde se encontraba Cipriano Pérez Marques, de 35 años de edad. No se percataban que el hombre había dejado de existir, hasta que uno de ellos fue para ver si se le ofrecía algo al amigo.
Le habló por su nombre, pero Cipriano no respondía y al tocarlo lo sintió rígido, y fue entonces que dio aviso a sus compañeros y a la vez se solicitó el apoyo de los paramédicos; en cuestión de minutos los socorristas llegaron hasta la Ceda para averiguar lo ocurrido, y en el lugar ya se encontraban elementos policiacos resguardando la zona para que nadie se acercara al cadáver.
Los paramédicos revisaron superficialmente el cuerpo del infortunado hombre, quien fue reconocido por su esposa; dijeron, que se trató de una broncoaspiración, la cual ocurre cuando un alimento sólido o líquido pasa a las vías respiratorias accidentalmente, siendo en este caso, el vómito del difunto, el cual le ocasionó primero, la pérdida de conciencia y posteriormente le ocasionó la muerte.
Dicen los especialistas, que la broncoaspiración, también puede ocurrir cuando el contenido gástrico vuelve a la boca (en caso de regurgitación o vómito) y éste queda atrapado en las vías respiratorias. La broncoaspiración también puede darse en personas inconscientes o bebés, por lo que resulta sumamente peligrosa, ya sea ebrio o con problemas de respiración.
Concluida la labor de los paramédicos, el agente del ministerio público ordenó que fuera retirado el cadáver del lugar donde fue encontrado ayer al filo de las 7:00 horas, para que lo llevaran al anfiteatro delegacional, hasta donde acudió la esposa del ahora occiso a hacer el papeleo y con ello reclamar los restos mortales de Cipriano, "diablero" que al dormir para alivianarse de los tragos de alcohol solamente encontró la muerte.
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