TOLUCA, Méx, (OEM).- Tras recuperar su libertad, Óscar Álvaro Montes de Oca, el universitario a quien le sembraron una maleta con droga en el aeropuerto de Lima, Perú, calificó como "un infierno" los siete días de encierro que vivió tras su detención, acusado injustamente de tráfico de estupefacientes.
El sociólogo egresado de la Universidad Autónoma del Estado de México ofreció una conferencia de prensa, luego de salir del penal de Tepic, Nayarit, durante las primeras horas de hoy.
Rapado y con un semblante pálido, denunció que desde el día de su detención, el pasado 31 de julio en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, fue vulnerado su principal derecho, el que "todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario", por lo que reprochó las deficiencias que tiene el actual sistema de justicia en México, que además es "violento".
"En las instituciones por las que pasé sucedió lo contrario, se me acusó culpable y yo tenía que demostrar mi inocencia. ¿Por qué criminalizarse a la sociedad por la cosas que hacen unos pocos?", cuestionó durante la conferencia donde estuvo acompañado por sus padres, hermana, el rector de la UAEM, Jorge Olvera García y el abogado de esta institución.
Reconoció que no fue necesaria una agresión física, para ser víctima de violencia, pues relató que tras su detención, permaneció "aislado, en un cuarto frío, con cobijas con olor a orines y alimentado con comida echada a perder. (...) Ayer estaba encerrado a través de unas rejas, con todo tipo de criminales, que se puedan imaginar, de los cuales me tuve que hacer amigo para poder sobrevivir", platicó.
Tras arribar a Toluca, Óscar Álvaro fue valorado medicamente. Comentó que la experiencia le dejó daños emocionales, pero una vez que se estabilice buscará regresarle a la sociedad, algo de lo que ella hizo por él.
"Tengo mucho coraje, enojo, todo el derecho de tenerlo, se trata de encaminarlo de manera justa, buscar los mecanismos de proteger a otras personas, en eso tengo ahora mis energías".
Apoya a Lilia
Asimismo, expresó su respaldo a Lilia Angélica López, la bailarina que está encerrada en un penal desde hace medio año, por un caso similar al suyo.
"Yo soy el primero que se suma a la causa de esta chica, no nos corresponde ver quién es culpable e inocente, pero soy primero en comprometerme y solicitar que nos comprometamos en su caso", dijo.
Al finalizar la conferencia, Óscar Álvaro rompió en llanto, al igual que algunos integrantes de su familia. Su padre, tíos, primos, se raparon como él para recibirlo, como muestra de solidaridad.
Por su parte, el rector Jorge Olvera invitó a otras universidades a llamar a crear protocolos de seguridad para evitar que este caso se repita en cualquier otro ciudadano.
Reconoció el gran movimiento espontáneo que formó la familia, amigos, comunidad universitaria para liberar a Óscar y que ya es histórico.
Agradeció el apoyo del gobierno del Estado que se involucró en el asunto, así como la embajada de México, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y su similar estatal, así como de los rectores de diferentes universidades por su apoyo
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