Arturo R. Pansza
En el momento en que anunció las 10 medidas para fortalecer el estado de derecho, la atención se centró en él, todos fijaron la vista en su persona y escucharon sin perder detalle, era el momento esperado, el saber qué acciones se llevarán a cabo en el futuro. Así, el Presidente Enrique Peña Nieto comenzó a enumerar cada una en el Patio Central de Palacio Nacional, donde se concentraron representantes de todos los sectores de la sociedad.
Los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática, solamente estuvieron representados por los presidentes de las Mesas Directivas del Senado y de la Cámara de Diputados, Roberto Gil Zuarth y Jesús Zambranlo Grijalva, respectivamente, quienes flanquearon al Primer Mandatario antes y después de que diera su mensaje a la nación con motivo de su III Informe de Gobierno, precisamente cuando se hicieron las correspondientes entonaciones del Himno Nacional.
El gabinete legal en pleno, así como la totalidad de los gobernadores estatales y el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, quienes tenían de frente la majestuosa fuente de El Pegaso situada al centro del bello patio, estuvieron sentados a los lados del titular del Ejecutivo Federal, quien durante más de dos horas rindió cuentas de pie de lo que se ha hecho en su gobierno e informó de los planes que tiene previstos.
Peña Nieto, quien al inicio y final de su intervención también estuvo acompañado por el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar Morales, en primera instancia, agradeció la presencia de los asistentes, en especial a su esposa e hijos, así como madre y hermanas. No quiso dar más saludos en lo particular y en toda su intervención, al único al que hizo referencia por su cargo y no nombre, fue al gobernador del Banco de México, al que agradeció su actuación en los días pasados recientes para controlar el peso frente al dólar.
El Mandatario ubicado en el centro del escenario que se montó para que rindiera su III Informe, tenía a sus espaldas el escudo y bandera nacionales, así como dos pantallas gigantes en las que se describían con imágenes sus acciones de gobierno.
A lo largo de todo ese tiempo, el gobernador de Chihuahua, el priísta César Horacio Duarte Jáquez, intercambió impresiones y de repente alargaba el diálogo con el mandatario de Durango Jorge Herrera Caldera, que lo tenía a lado, en tanto que éste hizo lo propio con su compañero de partido, el PRI, el michoacano Salvador Jara, mientras que el de Chiapas, el verde ecologista Manuel Velasco Coello, llegó a platicar con el chihuahuense que, como siempre se mostraba sonriente.
El gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, no pudo ocultar el orgullo que le dio el que el Presidente Peña se refiriera a las acciones que se han llevado a cabo en ese estado en materia educativa para contener el conflicto magisterial. A su vez el mandatario estatal electo por Michoacán, el perredista Silvano Aureoles Conejo, expectante al igual que el regiomontano Jaime Rodríguez Calderón "El Bronco", que muy pronto tomará las riendas de Nuevo León
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