Raúl Macías, Foto: Sergio Vázquez
Paramédicos, pilotos y enfermeros no quitaban la mirada de la hielera azul que transportaba vida; en el helicóptero vinieron protegiendo esa caja, porque en su interior traían un corazón y un riñón. Era un cargamento valioso y siempre estuvo bajo la vigilancia de esas personas hasta que llegó al área médica donde ya se le esperaba para hacer el trasplante.
A bordo de un helicóptero de los llamados "Relámpago" del gobierno del Estado de México fueron trasladados esos importantes órganos. No se dio noticia del donante y la entidad federativa de procedencia, pero aseguraron paramédicos que lo importante es que otras personas que necesitan este tipo de órganos, cuenten con ellos y tengan una mejor calidad de vida.
La llegada del helicóptero fue en el helipuerto del Hospital Magdalena de las Salinas, donde desde temprano se implementaron todas las medidas de seguridad para el aterrizaje de la aeronave proveniente del Estado de México. Personal especializado estuvo al pendiente y en cuanto se detuvieron las hélices los encargados de la camilla se acercaron para colocar ahí la hielera.
Teniendo ya asegurada la caja de color azul, se dirigieron hasta en donde se encontraba una ambulancia, automotor en el que se iba a trasladar el corazón y riñón a un hospital cercano en donde los médicos ya habían hablado con los pacientes y sus familiares, a quienes se les informó que al llegar esos órganos vitales, entonces se procedería a realizar la cirugía.
Trascendió que dos personas los iban a recibir, una con problemas cardiacos y la otra con renales, y se dijo que los familiares de los enfermos se encontraban agradecidos con el donante, y esperaban que la cirugía saliera bien y que el cuerpo de sus parientes no los fueran a rechazar
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