Fotos: Luis A. Barrera
Raúl Macías,
Nadie sabe en qué iba pensando Martha Mendoza González cuando conducía su vehículo por calles del Barrio Zapotla, en Iztacalco, porque se fue directo contra la base de un anuncio y del fuerte choque la unidad automotor quedó incrustada; Martha salió de su unidad y caminó unos pasos antes de desvanecerse y quedar en el pavimento, y a los pocos segundos dejó de existir.
El cuerpo de Martha quedó en la parte trasera de su coche, y a decir de una persona que acompañaba a la víctima, ella perdió el control de su vehículo cuando circulaba por la Calzada La Viga, en su cruce con la calle Zapotla, y que se encontraba con la mirada pérdida, lo que le permitió por unos segundos el intentar reaccionar, tanto así, que caminó unos pasos.
Llegando a la parte trasera del auto Altima, la mujer se desvaneció y cayó de espalda; algunos automovilistas y transeúntes se le acercaron para ayudarla, pero a los pocos segundos que intentaron hacerlo, la mujer dejó de existir, y fue necesario que llegaran paramédicos para que intentaran reanimar a la fémina, quien tenía algunas manchas de sangre en su blusa.
A su llegada, los socorristas se dirigieron hasta donde se encontraba la víctima y su acompañante, pero nada pudieron hacer por Martha y solamente decretaron que ya había fallecido, entonces se acercaron a donde se encontraba su acompañante de la fallecida y solamente presentaba algunos raspones, nada que pusiera en riesgo su vida, y le pidieron que esperara a las autoridades.
Como se desconocía si el automóvil presentaba alguna fuga de gasolina, integrantes del Cuerpo de Bomberos procedieron a revisar la unidad y descartaron cualquier riesgo, esperando posteriormente a que se pudiera mover el vehículo cuando terminaran de hacer sus diligencias los peritos de la PGJDF y así no interferir en las investigaciones o alterar la escena del accidente.
Terminado el trabajo pericial, el cuerpo fue llevado al anfiteatro delegacional y con una grúa se retiró el vehículo del sitio donde había quedado incrustado para que fuera trasladado ante el agente ministerial.
Nadie sabe en qué iba pensando Martha Mendoza González cuando conducía su vehículo por calles del Barrio Zapotla, en Iztacalco, porque se fue directo contra la base de un anuncio y del fuerte choque la unidad automotor quedó incrustada; Martha salió de su unidad y caminó unos pasos antes de desvanecerse y quedar en el pavimento, y a los pocos segundos dejó de existir.
Llegando a la parte trasera del auto Altima, la mujer se desvaneció y cayó de espalda; algunos automovilistas y transeúntes se le acercaron para ayudarla, pero a los pocos segundos que intentaron hacerlo, la mujer dejó de existir, y fue necesario que llegaran paramédicos para que intentaran reanimar a la fémina, quien tenía algunas manchas de sangre en su blusa.
A su llegada, los socorristas se dirigieron hasta donde se encontraba la víctima y su acompañante, pero nada pudieron hacer por Martha y solamente decretaron que ya había fallecido, entonces se acercaron a donde se encontraba su acompañante de la fallecida y solamente presentaba algunos raspones, nada que pusiera en riesgo su vida, y le pidieron que esperara a las autoridades.
Como se desconocía si el automóvil presentaba alguna fuga de gasolina, integrantes del Cuerpo de Bomberos procedieron a revisar la unidad y descartaron cualquier riesgo, esperando posteriormente a que se pudiera mover el vehículo cuando terminaran de hacer sus diligencias los peritos de la PGJDF y así no interferir en las investigaciones o alterar la escena del accidente.
Terminado el trabajo pericial, el cuerpo fue llevado al anfiteatro delegacional y con una grúa se retiró el vehículo del sitio donde había quedado incrustado para que fuera trasladado ante el agente ministerial.
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