* El Santo Padre advirtió que actualmente por distintos frentes la familia está siendo debilitada, cuestionada, para hacerla ver como un modelo que ya pasó.
Tarde soleada sobre Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, la de este lunes 15 de febrero en que el Papa Francisco arribó en helicóptero al estadio de futbol "Víctor Manuel Reyna", para sostener un encuentro con familias. A su llegada, fue recibido por el gobernador del estado, Manuel Velasco; por su esposa, Anahí Puente Portilla, y por el Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Mons. Fabio Martínez Castilla.
Para darle la bienvenida al Santo Padre, Mons. Fabio Martínez pronunció un discurso de agradecimiento por este encentro con familias que sueñan en construir un México más justo, fraterno y solidario, y con gobernadores que defiendan la vida, la familia y el bien común. "Santo Padre, le decimos de corazón: bienvenido a esta su casa, Chiapas, un granito de arena de nuestra casa común, que todos nos comprometemos a amar, cuidar y embellecer. ¡Gracias porque sabemos que Chiapas ocupa un lugar en su corazón!... Las familias oraremos con más ardor e insistencia por usted y por los perseguidos en todo el mundo".
Tras las palabras de Mons. Fabio Martínez ante un estadio repleto, el Santo Padre se dispuso a escuchar los testimonios de lucha de cuatro familias que viven realidades distintas: el Matrimonio Morales Montoya, que tiene un hijo adolescente con distrofia muscular; la familia Hernández Robledo, pareja con 50 años de casados; la familia Gómez Castillo, Matrimonio de divorciados vueltos a casar, y la familia de Beatriz Muñoz, madre soltera.
Manuel, el adolescente de 14 años con distrofia muscular, hijo del Matrimonio Morales Montoya, comentó que en sus primeros años de vida corría y jugaba como todos los demás niños, hasta los cinco de edad, cuando comenzó a perder paulatinamente la movilidad y finalmente quedó en silla de ruedas. "Antes de que yo enfermara, mi familia no conocía a Dios y siempre había peleas. Cuando fuimos a la iglesia, todo cambió. Ahora le echo ganas, salgo en silla de ruedas a evangelizar con mucha alegría, a invitar a la Iglesia a adolescentes que no conocen el amor de Dios, por lo que están en malos pasos. Papa amigo, los adolescentes de México oraremos por usted, y que la Virgencita lo bendiga!".
Por el Matrimonio Hernández Robledo, con 50 años de casados, habló el hijo mayor, quien externó que los doscientos Matrimonios presentes en el estadio con cinco décadas de casados, entre ellos el de sus padres, dan testimonio de que es posible el amor para siempre. "A través de nuestros padres Dios nos ha regalado la fe católica; gracias a ellos, hemos aprendido el valor de la oración y de los Sacramentos. Le pedimos a usted, Santo Padre, que haga mucha oración por nosotros, por nuestra patria pobre. Somos un pueblo que sufre, pero que tiene esperanza, y que quiere seguir transmitiendo el amor de Dios a nuestros hijos y a nuestras nuevas generaciones. Vaya usted con la confianza de que los fieles de Chiapas siempre oraremos por usted. ¡Que Dios lo bendiga, Santo Padre!
En su torno, Humberto Gómez, esposo de Claudia Castillo –divorciados vueltos a casar–, dijo que su Matrimonio ha cumplido ya 16 años. "Yo antes era soltero, y ella divorciada con tres hijos. Después tuvimos un hijo de ambos. Nuestra relación ha sido de amor y comprensión, pero estábamos alejados de la Iglesia. Hace tres años entramos a un grupo para divorciados vueltos a casar, nos acercamos a la Iglesia y comenzamos a sentir que el corazón no nos cabía en el pecho. Los divorciados vueltos a casar no podemos acceder al Eucaristía, pero podemos comulgar a través de los hermanos necesitados, de los que no tiene comida, de los presos, a quienes ella y yo apoyamos con acompañamiento. El Señor nos permite servir a quien lo necesita; sólo dijimos sí, y Él hizo lo demás. ¡Papa Francisco, muchas gracias por su visita!
Por su parte, Beatriz Muñoz, enfermera de 52 años de edad, señaló que su infancia estuvo marcada por la pobreza y el abandono de su padre, lo que provocó que no se sintiera querida. "Forniqué mucho en mi juventud, quedando varias embarazada. Siendo enfermera, se me presentó la oportunidad de abortar; pero me encontré con el amor del Padre a través de un proceso de Catequesis, y con su ayuda pude salir victoriosa de las batallas. Pido su bendición, Santo Padre, para miles de mujeres que se enfrentan a la falsa salida del aborto, a fin de que puedan encontrarse, como yo, con una Iglesia que les ama y les acoge".
Luego de escuchar los testimonio de estas cuatro familias, en un emotivo y contundente mensaje, el Papa Francisco se dirigió a ellas, tomando como eje de su pronunciamiento la expresión "echarle ganas", que escuchó en voz del adolescente Manuel. "Manuel, me gustó esa expresión de 'echarle ganas', echarle ganas con tu familia, con tus amigos; y ahora también nos has echado ganas a nosotros con tu testimonio, regalándonos motivos para soñar en la familia. Quiero dar gracias a tus padres, a los padres de rodillas ante el hijo enfermo. El Matrimonio no es fácil. ¿Qué marido y mujer no se pelean? Y más cuando se mete la suegra –bromeó–. Pero tus padres se aman, y qué mejor testimonio de su amor que ponerse de rodillas ante ti".
El Santo Padre dijo que actualmente vemos cómo por distintos frentes la familia está siendo debilitada, cuestionada, para hacerla ver como un modelo que ya pasó y que no tiene espacio en nuestras sociedades. "Bajo la pretensión de "modernidad", propician cada vez más un modelo basado en el aislamiento, se dicen sociedades democráticas, y terminan siendo colonias destructoras de la familia, que es la base de toda sociedad".
"Yo prefiero matrimonios con el rostro cansado y arrugado por la lucha diaria –agregó el Sumo Pontífice–, a rostros maquillados que no han sabido de ternura y compasión.
Dijo que en muchos momentos el Padre Dios le ha echado ganas, porque no sabe hacer otra cosa que echarle ganas por nosotros, lo cual ha manifestado claramente a través de su Hijo Jesús, que se la jugó hasta el extremo para volver a hacer posible el reino de Dios.
"Ustedes, queridos mexicanos, tienen un plus, corren con ventaja. Tienen a la Madre: la Guadalupana quiso visitar estas tierras y eso nos da la certeza de tener su intercesión para que este sueño llamado familia no se pierda por la precariedad y la soledad. Ella está siempre dispuesta a defender a nuestras familias, nuestro futuro; está siempre dispuesta a echarle ganas dándonos a su Hijo", externó el Santo Padre, antes de motivar al estadio entero a unirse en el rezo del Ave María.
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