iLE DEJÓ DE LATIR!

Raúl Macías, Foto: Luis A. Barrera

En los momentos en que realizaba trabajos de revisión e instalación de una línea telefónica en la Colonia Olivar del Conde, un trabajador de la empresa Telmex se desvaneció y cayó al suelo, y al ver esto sus compañeros corrieron a auxiliarlo, pero al acercarse se percataron de que ya no respiraba, y a decir de paramédicos que acudieron al lugar, este hombre sufrió un infarto al corazón.

Pasado el mediodía, se solicitó vía radio la presencia de elementos policiacos para que acudieran a ver lo que ocurría en el cruce de la 9 y la 21, Colonia Olivar del Conde, porque en ese lugar se estaban congregando muchas personas, así como gente que llegaba en camionetas propiedad de la referida compañía de teléfonos del país, y temían se tratara de un enfrentamiento.

No obstante, en cuanto llegaron los policías se dirigieron a donde estaban unos hombres y éstos les señalaron, que uno de sus compañeros se había desvanecido, y que se trató de un infarto, por lo que se tenía que dar informes al ministerio público de la Delegación Álvaro Obregón para que se diera inicio a la carpeta de investigación correspondiente.

Ellos les explicaron que al tratarse de un hecho de muerte por enfermedad, no era necesario que lo trasladaran al anfiteatro, que solamente se permitiera que llegara la carrosa de la empresa funeraria que ya los familiares habían contratado, porque ya se les había informado sobre lo ocurrido, y se pudo hacer, porque al no haber violencia no hay delito que perseguir.

Tiempo después llegaron otros trabajadores de la empresa telefónica y estuvieron acompañando a su amigo que se les adelantó en el viaje, y la plática era la misma, sobre la forma en que pereció esta persona de la que no se dio a conocer su nombre, el cual según testigos, se encontraba laborando, cuando de pronto cayó al suelo, y al ir a verlo ya se encontraba sin vida.

Concluida la labor policiaca, personal de una funeraria se presentaron para levantar el cuerpo de la víctima y velarlo en donde la familia ya había contratado, para así este día poderle dar cristiana sepultura, o incinerarlo, de acuerdo a lo que decidan los parientes del hoy occiso
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