Patricia Carrasco
La Arquidiócesis de México se cuestionó si el Papa Francisco tiene alguna razón para "regañar" a los obispos mexicanos y afirmó que el Episcopado Mexicano está unido y dispuesto a hacer frente a los retos que el jerarca de la Iglesia Católica les ha planteado. Argumentó que los obispos mexicanos han venido acompañado al pueblo sufriente y apaleado, haciendo una vida de "entrega al prójimo y no de príncipes", sin contacto con el rebaño.
En el editorial titulado Un Episcopado a la Altura, publicado en el semanario católico "Desde la fe", resaltó que la frase "pelear como hombres", expresada por el Papa Francisco en su mensaje a los obispos y cardenales mexicanos fue la que repercutió entre los comunicadores "como de un fuerte regaño a los pastores".
Esa frase "no implica confrontaciones estériles como lo juzga el mundo, y sí conlleva el significado postconciliar enfatizado en el magisterio de San Juan Pablo II".
¿Tiene el Papa alguna razón para regañar a los obispos mexicanos? Lo que sí tiene el Papa, y muy claro, es que la Iglesia en México es un caso atípico en relación con otros países de América.
En primer lugar, en términos porcentuales nuestra nación hospeda la mayor cantidad de católicos, con 81 por ciento de la población en el 2014, y es precisamente a causa de esa amplia y sólida presencia de católicos que nos distinguimos de otros países del continente, refirió.
Resaltó que el Papa Francisco tiene "muy claras" las realidades de los obispos del país, aunque se cuestionó si alguien habrá mal aconsejado al Obispo de Roma. "¿O será que las palabras improvisadas del Santo Padre responderían a un mal consejo de algún cercano a él? ¿Quién mal aconsejó al Papa?"
La jerarquía católica capitalino lamentó que la "mano de la discordia" haya parcializado la visión de la Iglesia al subrayar los desafíos y tentaciones como males del episcopado.
"El Episcopado Mexicano está unido y dispuesto a hacer frente a los retos que Su Santidad le ha puesto enfrente. Lamentablemente, existe la mano de la discordia que intentó poner los acentos negativos, parcializando la visión de la Iglesia y tratando de influir en el discurso Pontificio para conseguir un efecto contrario en el público, al subrayar desafíos y tentaciones como males del episcopado", enfatizó.
Durante la visita del Papa Francisco a México, el Pontífice "dio cuenta de un Colegio Episcopal que responde cercano a la realidad del pueblo sometido por la cultura de la muerte y el descarte", dijo y añadió que el ejercicio "sincero de autocrítica" debe continuar en la próxima asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en abril.
La iglesia expuso que sería absurdo pensar que Su Santidad desconoce la gran resistencia que la Iglesia Católica mexicana ha opuesto a la expansión de las comunidades protestantes de tintes carismáticos y pentecostales, que, no obstante, se propagan sin freno en otros países, especialmente de Centroamérica
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