Álvaro Velázquez
SAN JUAN TEOTIHUACÁN, Méx.- Más de 500 enardecidos moradores del poblado de Atlatongo, en este municipio, protagonizaron una serie de disturbios y trataron de linchar a tres sujetos, uno de los cuales, según reportes de la policía, murió, en el lugar, por la tremenda paliza que recibió, mientras que una mujer pereció en el hospital. Dicen que los sorprendieron cuando presuntamente asaltaban e intentaban secuestrar al chofer de una camioneta del servicio público. Otro hombre fue rescatado con vida por policías quienes detuvieron a 18 personas por los hechos violentos.
Debido a que la situación ya estaba fuera de control y los enardecidos moradores seguían golpeando brutalmente a los otros dos presuntos secuestradores, entre los que figuraba la mujer, a quienes de igual forman trataban de acabar con su vida, además de que también arremetieron a golpes contra varios de los representantes de los medios de comunicación que cubrían la noticia, más de 300 elementos de la CESC y de la Policía Municipal arribaron al lugar para poner orden y evitar más muertes.
A pesar de que los pobladores estaban fuera de sí y no entendían razones, pues su objetivo era terminar con la vida de los presuntos secuestradores, en medio de un fuerte y organizado operativo, los elementos policiacos tuvieron que entrar y sin más remedio que utilizar la fuerza pública lograron controlar a medias la situación y rescatar a los presuntos plagiarios antes de que la turba les cobrara la vida como sucedió con su cómplice, quien quedó muerto, tirado boca arriba a un costado del kiosco de la comunidad.
Los hechos que desataron la ira de los vecinos se registraron minutos después de la una de la tarde de hoy martes, después de que se enteraron que dichos sujetos habían asaltado y tratado de secuestrar en calles de su comunidad al chofer de una camioneta del servicio público.
Después de que se corrió la voz y las campanas de la iglesia comenzaron a retocar en señal de emergencia, decenas de vecinos comenzaron a congregarse y en cuestión de minutos ya era cientos, mismos que se organizaron en grupos y cerraron todas las salidas de la comunidad para buscar y detener a los presuntos secuestradores.
Casi enseguida, los enardecidos vecinos encontraron a los presuntos secuestradores cuando se daban a la fuga a bordo de un automóvil del que no se dieron mayores características y luego de ello sin darles tiempo de nada los bajaron del vehículo y comenzaron a golpearlos brutalmente con la firme intención de lincharlos.
En medio de los disturbios que ya se estaban originando, los principales incitadores que iban golpeando por toda la calle a los presuntos plagiarios, por "mandato" del pueblo, los trasladaron al kiosco de la comunidad, donde todo mundo gritaba que ahí los iban a linchar y a quemar vivos "por secuestradores".
Al llegar al citado kiosco, los presuntos delincuentes vivieron un auténtico martirio, pues hombres, mujeres y hasta niños comenzaron a golpearlos descomunalmente y a patearlos durante varios minutos. Algunas personas que sólo observaban, al percatarse que la gente no les iba a perdonar la vida a los presuntos plagiarios y que se iba a registrar una tragedia en su comunidad de inmediato pidieron el auxilio de la policía
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